Once Noruegos Contra la Bomba Nazi

Once Noruegos Contra la Bomba Nazi

Hitler Buscaba ser el primero en obtener una bomba atómica. Para eso contaba con el agua pesada extraída en Noruega. Pero un Puñado de Noruegos buscaba impedir que esa agua llegara alguna vez a Alemania.

Una mañana de febrero de 1944, el trasbordador “Hydro”, son su pesada carga, surcaba las aguas del lago Tinnsjo, en Noruega. Súbitamente, el ruido sordo de una explosión retumbó en los costados del barco, que se encabritó, trepidó y se detuvo. Cinco minutos después el Hydro se había hundido, llevándose consigo el sueño que se había forjado Hitler de poseer la primera bomba atómica. En Realidad este hecho oculta la historia de una de las mas fantásticas aventuras secretas de la guerra.
En el mes de abril de 1940 corrió el rumor en los medios científicos –donde es difícil evitar indiscreciones- de que el Instituto Kaiser Wilhelm se dedicaba a hacer experiencias sobre la desintegración del átomo. En 1942, cuando en Norteamérica se empezaba a trabajar en el proyecto Manhattan, el servicio de espionaje del ministerio de guerra británico transmitió esta impresionante noticia: los alemanes habían solicitado que se duplicara la producción de agua pesada en la electroquímica Noruega Norsk Hydro, pasando de 1.500 a 5.000 kilos por año.
Ahora bien, los americanos descubrieron que el agua pesada era un moderador excelente para la preparación de uranio 235. Como ellos no tenían suficiente agua pesada lo reemplazarían con grafito.
El gabinete de guerra británico concedió prioridad al problema de paralizar la producción de Norsk Hydro y destruir sus reservas de agua pesada. El estado mayor del ejercito del aire consideró que el bombardeo de este minúsculo objetivo ere impracticable con los aviones existentes. Este trabajo debía ser realizado por comandos.
Algún tiempo antes un grupo de la resistencia noruega se había apoderado del barco de cabotaje “Galtesund” y lo había llevado, a pesar de las minas y los submarinos que infestaban el mar del Norte, a Aberdeen. Uno de estos resistentes era especialista en hidroelectricidad y había organizado en Noruega una red clandestina extraordinariamente activa.
Einar (ya que como sus camaradas se negó a dar su nombre) fue inmediatamente convocado a Londres por el estado mayor de Fuerzas Especiales. Inteligente, de complexión atlética, este ingeniero era un esquiador de primer orden y un excelente tirador, cualidades muy necesarias para cumplir la tarea que le aguardaba. Dotado de una calma imperturbable, el menor de sus ademanes delataba su espíritu de decisión. Por si fuera poco, había residido casi toda su vida a kilómetros de la fabrica de Norsk Hydro, donde su hermano y algunos amigos seguían ocupando puestos importantes.
En el estado mayor, einar conoció al Dr. Leif Tronstad, ex director técnico de Norsk Hydro. El dr. Tronstad era el que había organizado la producción del oxido de deuterio (agua pesada) y era quien mas sabía de los trabajos alemanes en la bomba atómica. Hacia 1941, los resistentes de Noruega lo ayudaron a escapar a Suecia y de allí en avión a Londres.
Después de la conversación con Tronstad, le preguntaron:
- ¡Cree usted que saboteando la fabrica se la puede inutilizar totalmente?
Einar expuso la situación con una calma típicamente escandinava. Norsk Hydro era un edificio macizo de siete pisos, de acero y hormigón. La fabrica y su central hidroeléctrica, tan maciza como ella, estaban situadas al borde de un precipicio de 300 metros. Los dos edificios y los accesos a ellos estaban guardados por tropas alemana especialmente escogidas. Las montañas de los alrededores eran, por así decirlo, infranqueables. La cosa no sería fácil.
- Pero- añadió el ingeniero- estamos dispuestos a intentarlo.
Se envió a Einar a un centro de entrenamiento de fuerzas especiales, y volvió a Noruega una noche de luna, saltando desde un bombardero de la RAF. Cayó a 30 Kilómetros de su casa, hasta donde se dirigió esquiando. Esa misma mañana se hallaba desayunando en su casa con su madre. Se limitó a decirle a su Flia que había hecho una excursión de esquí.
Gracias a su hermano, Einar entró a trabajar en Norsk Hydro como empleado para la construcción de un nuevo dique destinado al aumento de la producción de agua pesada. Según Einar, la producción de oxido de deuterio aumentaba rápidamente; todos los meses se enviaban remesas a Alemania. El gabinete de guerra ordenó al servicio de Operaciones Combinadas que preparase inmediatamente un ataque de comandos a Norsk Hydro.
A pesar de su gran experiencia en organizar expediciones arriesgadas, este servicio se encontraba ante una de sus mas difíciles tareas. Noruega, con sus montañas abruptas y y cortadas por profundos tajos, en las que se producen de improviso las mas violentas corrientes de aire, es el territorio menos favorable para los ataques en paracaídas o planeadores. Pero con ayuda del Dr. Trostad se construyeron minuciosas maquetas de la fabrica, tanto su interior como su exterior, y utilizando los detallados informes de Einar, finalmente se organizó la operación Swallow (golondrina).
Cuatro noruegos, esquiadores consumados, serían lanzados en paracaídas. Debían aportar un primer refuerzo a Einar y, mas tarde, ayudar al aterrizaje de un comando de tropas de asalto aerotransportadas.
Por dos días cruzaron el cielo noruego sin poder saltar debido al clima desfavorable. Lo hicieron recién al tercer día, un atardecer de octubre de 1942. Al orientarse en la mañana siguiente, advirtieron que habían aterrizado en una escarpada montaña a 160 Km de su destino. Necesitaron dos días para recoger las cajas de su equipo que se habían diseminado por el terreno. En la quincena siguiente, los golondrinas efectuaron una de esas caminatas que hizo clásica la guerra. A esa altura 1.400 mts y con una temperatura bajo cero, una persona no puede cargar mas de 20 kilos, por lo que les tomó 3 viajes llevar los 60 Kg de equipo correspondiente a cada golondrina. La ración diaria era un pedazo de queso, un puñado de harina de avena, otro de harina de trigo y cuatro galletas.
Por fin el 9 de noviembre Los golondrinas dieron la señal a Lodres. El 19 de noviembre dos Halifax, remolcando cada uno un planeador lleno de tropas, despegaban de un aeródromo ingles. Unas Horas después un Agente americano en Noruega radiaba un mensaje diciendo que los bombarderos y planeadores se habían estrellado, y todos sus hombres murieron o fueron capturados. Pero eso no era los peor, un oficial aleman, había encontrado un mapa en que la ciudad de Vemork, donde se hallaba Norsk hydro, estaba marcada con trazo rojo. Tropas S.S. registraron los alrededores de la ciudad y arrestaron a cualquier posible simpatizante con los ingleses, pero no hallaron a ninguno de los golondrinas.
En Londres el Servcio de Operaciones de Inteligencia, resuelto a todo, volvió a empezar desde el principio. Se renunció a la idea de usar planeadores, decidiendo lanzar en paracaídas a seis noruegos de la Fuerzas Especiales. El Dr. Tronstad comenzó la preparación confeccionando mapas y maquetas. El tiempo apremiaba. A 1.400 mts de altura, los golondrinas, faltos de provisiones, con las pilas de sus aparatos de radio casi exhaustas, se aferraban a su nido de aguilas. Vivían en una pequeña cabaña cubierta de nieve. “Todods menos yo –decía su jefe- tienen fiebre y les duele el estomago”. Se veían reducidos a comer líquenes. A unos kilómetros de allí, Einar tenía a la Gestapo acechándole, pero cada dos o tres días bajaba esquiando a Vemork a reunirse con sus agentes de información.

Einar comunicó una noticia casi increíble: los alemanes extrañamente se habían persuadido de que el objetivo no era la fabrica sino la presa que se construía no lejos de allí. Por lo tanto fortificaron con 100 hombres el dique y solo 12 en la Fabrica.
A fines de diciembre, la operación Gunnerside estaba dispuesta a partir. Los 6 noruegos aterrizaron en el helado lago Skirken por la noche, a unos 50 km al norte del escondite de las golondrinas. Apenas se habían puesto en camino cuando una tempestad de nieve, la peor vista en años, los detuvo. Helado y hambrientos, los noruegos pasaron 5 días de desesperación en un refugio de caza abandonado. Al fin, se calmó la tempestad, y los hombres, agotados, emprendieron su camino. Se acercaban al punto de reunión cuando divisaron a lo lejos a dos esquiadores. Pasaron un momento de angustia, ya que el encuentro con una patrulla alemana hubiera sido un desastre. Uno de los Gunnerside se colocó una parka blanca, un pasamontañas y avanzó al encuentro de los desconocidos. En caso de que fueran alemanes, se haría pasar por un guardabosques haciendo su recorrido. Sus camaradas se tumbaron en la nieve, con el dedo en el gatillo. De pronto, dominando el viento, tres gritos de alegría saludaron el encuentro de las operaciones Swallow y Gunnerside.
A continuación, todo se desarrolló rapidísimamente. Reunidos en el escondrijo de los golondrinas, los once noruegos celebraron consejo. Einar les dio los últimos informes relativos al emplazamiento de los puestos de guardia y horas de relevo. Les indico las verjas que estaban cerradas y su tipo de cerradura. Los asaltantes tendrían que descender varios kilómetros por una abrupta ladera, a través de un bosque cubierto de nieve, bajar al fondo de un precipicio de 300 metros de altura, franquear un torrente furioso, escalar un muro casi vertical de 300 metros de altura, para llegar al talud del ferrocarril que conducía a la fabrica. A la menor alarma, el recinto se iluminaría automáticamente.
El 27 de febrero, a las 8 de la noche, nueve hombres se pusieron en camino. Los explosivos que iban cargados, podían estallar al ala menor sacudida y descenso a trompicones por la nieve blanda fue una verdadera pesadilla. A causa de un brusco deshielo, el torrente crecido, arrastraba témpanos. Afortunadamente encontraron un puente de hielo por el que pudieron pasar. Quedaba la trepada de la pared de roca. Ronnie, el jefe de la expedición, miraba continuamente su reloj, no permitiría una perdida de tiempo. Llegados por fin a lo alto, a costa de esfuerzos hercúleos, se arrastraron jadeantes a lo largo del talud, hasta llegar a 150 mts de la fabrica. Ronnie se aseguró de que cada uno de sus hombres supiera que tenía que hacer. “Es la hora”, dijo al fin. Uno de sus hombres, armado de cizallas, se deslizó hasta una de las verjas, elegida xq solo estaba cerrada x una cadena y un candado. Se oyó el seco crujido del acero al ser cortado. Se deslizaron por la verja abierta. Cinco de ellos, metralleta en ristre, tomaron posición alrededor del edificio donde estaban acantonados los 12 guardias alemanes, dispuestos a matarlos en cuanto salieran en caso de dar la alarma.
Los tres hombres del equipo de sabotaje, liderados por Ronnie, slo tardaron tres minutos en encontrar la galerías de cables que llevaban a la sala de concentración del agua pesada. El hombre que montaba guardia en la sala donde estaba la maquinaria importante, vio de pronto los cañones de dos pistolas apuntándole. El hombre se resignó a cooperar, mostrándose dócil y tranquilo. Ronnie recorrió las tuberías colocando los explosivos en los lugares en que mas daño ocasionarían. Lo hizo con facilidad ya que recordaba el entrenamiento recibido en Inglaterra y las maquetas de Tronstad.
Súbitamente se oyó ruidos de vidrios rotos. Alguien había roto de una patada el tragaluz de cristal. Estuvieron a punto de disparar, pero reconocieron a uno de sus compañeros que se había extraviado en la oscuridad. Aún no se habían oido las alarmas, pero podía suceder en cada minuto. Armó las mechas, de 30 segundos de duración, y las encendió y dijo al vigilante que se alejara.. Aun no se habían alejado de 20 metros de la puerta del subterráneo cuando oyeron la explosión, ahogada por los macizos muros de hormigón, pero que hizo trepidar el suelo bajo sus pies.
Cuando las sirenas comenzaron a aullar, los alemanes, adormilados salieron abrochándose las cartucheras. Pero Los atacantes habían desaparecido por el mismo camino por donde habían llegado. Mientras tanto, media tonelada de oxido de deuterio se derramaba por las alcantarillas de la fabrica. El general von Falkenhorst, al llegar unas horas después diría, - Que me lleve el diablo si este no es el golpe de mano mas perfecto que ví en mi vida-. A continuación ordenó que toda una división de wehrmacth buscara a los comandos.
De los seis gunnerside, cinco se habían dirigido inmediatamente esquiando a la frontera con Suecia, a la que llegaron después de dificultades increíbles, volviendo a Gran Bretaña por avión. El sexto, Bonzo, se había quedado para organizar futuros sabotajes junto a los 4 golondrinas.
A fines de 1943, Einar informó que la fabrica había reanudado la producción. De inmediato bombarderos de la VIII fuerza aérea norteamericana destruyeron la central eléctrica. Los alemanes decidieron entonces trasladar todo a una fabrica subterráneas del Reich. Einar solicitó autorización para hundir el trasbordador Hydro, que debía trasladar los vagones cargados con las reservas de agua pesada a la otra orilla del lago Tinnsjo. Le fue concedida inmediatamente, y Einar ordenó a Bonzo y los demás, que trabajaban con un pequeño grupo del a resistencia, que acudieran a su lado. Provisto de documentos falsos, Bonzo se hizo pasar por un empleado de Norsk Hydro para estudiar el mejor medio de hundirle de modo que no pudiera ser puesto nuevamente a flote. Momentos antes de zarpar el buque, colocaron unas bombas accionadas por relojería en la bodega, a proa.
Poco después, las ultimas reservas alemanas de oxido de deuterio se hundían en el lago tinnsjo. Como necesitaban hallar algo con que responder a los aliados rápidamente, Hitler y Goering, desviaron su atención hacia otras investigaciones, y los experimentos alemanes sobre la energía atómica fueron abandonados.
Todo gracias a once noruegos.
FUENTE: Frederic Sondern, en “Gran Crónica de la Segunda Guerra Mundial”, Reader´s Digest.

Me pareció interesante el relato, espero lo disfruten.
Saludos.
 

Armisael

Forista Borgeano
Colaborador
Rodrigo dijo:
FUENTE: Frederic Sondern, en “Gran Crónica de la Segunda Guerra Mundial”, Reader´s Digest.

Hay una muy buena película con Robert Mitchum sobre la "Operación Hydro" (no recuerdo ahora el nombre de la misma).

Lo único que creo recordar no cuenta la crónica que citás, y que sí muestra la película es que el transbordador hundido llevaba niños a una escuela del otro lado del fiordo, y así y todo desde GB decidieron hundirlo. . .

Salutti.
 
Armisael dijo:
Hay una muy buena película con Robert Mitchum sobre la "Operación Hydro" (no recuerdo ahora el nombre de la misma).

Lo único que creo recordar no cuenta la crónica que citás, y que sí muestra la película es que el transbordador hundido llevaba niños a una escuela del otro lado del fiordo, y así y todo desde GB decidieron hundirlo. . .

Salutti.
No tenía idea de lo que decís, el artículo no nombra a esos niños, pero el que lo relata es un periodista norteamericano, o sea que no sería de extrañarse que "se olvidara" de incluirlos.
Saludos
 
Buena historia. En el 45´la inteligencia de eeuu comprobo que en realidad a los alemanes les faltaba muchisimo para la bomba y que Leo Scilar exageraba un poquitin.
 
S

SnAkE_OnE

Habian conceptos que Heisenberg todavia no habia logrado determinar como si habia podido concretar los diseños apropiados para las bombas de fision, tipo naranja y tipo gatillo..


alguien vio Copenhagen?
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Hay una exce;lente pelicula con Kirk Douglas, "LOs HEroes de Telemark"-no hace mucho rescataron algunos de los barriles en ese ferry boat hundido, y efectivamente, se comprobo quellevaban agua pesada..pero Alemania estaba muy pero muy lejos de poder producir una bomba atomica...
 
S

SnAkE_OnE

estaba lejos, le faltaban 2 años mas que los aliados, pero tampoco estaba tanto en los papeles, je, en la introduccion de Virus House del Dr Irving cuentan incluido Heisenberg, el grupo de los cientificos alemanes completo en UK cuando escuchan lo de la bomba en Hiroshima. es muy claro
 

Armisael

Forista Borgeano
Colaborador
Brunner dijo:
Hay una exce;lente pelicula con Kirk Douglas, "LOs HEroes de Telemark"-no hace mucho rescataron algunos de los barriles en ese ferry boat hundido, y efectivamente, se comprobo quellevaban agua pesada..pero Alemania estaba muy pero muy lejos de poder producir una bomba atomica...

¡Esa, Esa!:) :cool:

Siempre confundo a Kirk Douglas con Robert Mitchum:eek:

Salutti.:)
 
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