Y por qué tendría que nombrar a Argentina?No veo que la nota mencione a Argentina en ningún momento
Noticias del Ejército de Chile
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Entonces tendrían que mencionar a España tambíen :
http://www.defensa.com/index.php?op...e-defensa-de-chile&catid=54:espana&Itemid=162
http://www.defensa.com/index.php?op...e-defensa-de-chile&catid=54:espana&Itemid=162
No se nada de la UME, ni si desarrollan software propio.
Lo que si se que cada vez que viene para este lado de la cordillera vieron las presentaciones de los sistemas actuales y que la Cruz Del Sur usa los sistemas del EA.
Y sputnik dando me gusta.
Que sensibles que se pusieron, hay algun complejo o algo que yo no sepa?
Lo que si se que cada vez que viene para este lado de la cordillera vieron las presentaciones de los sistemas actuales y que la Cruz Del Sur usa los sistemas del EA.
Y sputnik dando me gusta.
Que sensibles que se pusieron, hay algun complejo o algo que yo no sepa?
Yo de verdad no sé qué esperas como respuesta. Al parecer quieres dar a entender que el sistema desarrollado por el ECh sería poco menos que una copia de algún sistema argentino, por el solo hecho de haberlo visto/usado en más de alguna ocasión.
Es como si Chevrolet dijera que sus autos se basan en Ford, por el hecho que alguna vez un ejecutivo se subió a uno o lo vió pasar en la calle.
Estimado
Parece que estas algo sensible, y como indica Xeryuz, esperabas que el ECH indicara que el sistema es una copia del sistema que utiliza el EA.-??
Saludos
Muy Bueno esto ultimo, Me imagino que no es tarea fácil Desglosar y hacer ingeniería inversa en semejante Armatoste y su Electrónica. Les da la posibilidad de Actualizar sus sistemas de ser necesario en un futuro cercano.
Yamamoto
Forista Perseguido
Emol, Viernes 13 de diciembre de 2013
Sociedad y Ejército, una visión ante las nuevas demandas
"El Ejército no puede desagregarse de la sociedad; su historia lo sitúa reafirmando espacios de conciencia sobre el pasado común y voluntad de cooperar hacia el futuro, facilitando un proceso de solidaridad interna..."
Estudios de opinión pública de distintas organizaciones sociales y académicas de nivel nacional sitúan al Ejército dentro de las instituciones de mayor credibilidad, transparencia y confianza de los chilenos. Y esta percepción, notablemente, se ha gestado en una sociedad en que hay una creciente demanda por mayor igualdad de oportunidades; una defensa y exigencia expresas de los derechos inherentes a todo ciudadano; una búsqueda permanente de mayor transparencia de los actos públicos; un alto rechazo a la discriminación arbitraria, como también un mayor requerimiento en los estándares de eficiencia. El espacio de acción colectiva, donde se desarrolla la interacción entre la persona humana y el Estado, se colma de nuevas demandas, en un escenario globalizado e interdependiente, donde la población, en sí misma, ha venido adquiriendo una relevancia muy significativa, situándose posiblemente en el centro de este fenómeno.
Los ciudadanos han conquistado un mayor protagonismo y las sociedades tienden a ser más transparentes, buscando nuevas posibilidades de conocer, controlar y resolver asuntos de su interés, que antes estaban reservados a las instituciones y organismos del Estado. Así, las instituciones públicas; el sistema político; los medios de comunicación; las iglesias; la empresa privada, entre otras entidades, están siendo sistemáticamente puestos a prueba, determinando la realidad que ha traído consigo el siglo XXI. Ello, por cierto, incluye e interesa al Ejército de Chile, por cuanto la institución bien sabe, por su dilatada trayectoria, de qué manera su relación con la sociedad a la que pertenece le impone su muy particular carácter.
Si miramos las actuaciones del Ejército en la sociedad, en su pasado reciente, podemos advertir que este ha sido capaz de anticiparse a muchos de los cambios que esta ha venido experimentando.
El primero de ellos —y de gran sensibilidad— fue resolver la tensión provocada por la demanda de la sociedad en el tema de los derechos humanos. El Ejército, entonces, fue capaz de asumir la historia, haciéndose responsable institucionalmente por las graves violaciones a los DD.HH., en la confianza de que tal actitud era un paso necesario para la reconciliación nacional, dictando disposiciones y generando criterios muy definidos, desvinculándose de cualquier posición política que se le pudiera atribuir y que no correspondiera a su calidad de institución permanente del Estado y a su misión constitucional.
Esto llevó a un diagnóstico clave: el Ejército necesitaba entender mejor a la sociedad a la que servía. Comprender con mayor profundidad y amplitud sus cambios y, así, ser capaz de identificar, captar, prevenir y adelantarse a los desafíos y demandas de ella y poder innovar, para asumir, actuar y adaptarse a sus requerimientos, sin perder su esencia y sus valores profesionales permanentes, que son, en definitiva, los que lo fortalecen y le dan el rasgo de grandeza que los chilenos admiran en esta institución.
Las lecciones aprendidas de este período fueron aprovechadas integralmente. En particular, el tratamiento de la verdad en todas sus actuaciones ante la sociedad, por difíciles que fueran las circunstancias, se transformó en un principio rector ante cualquier interés de orden corporativo; la sociedad no aceptaría menos.
La capacidad de anticipación e innovación del Ejército muy pronto se hizo efectiva con definiciones de orden profesional, como fue su proceso de transformación, que le otorgó capacidades operacionales ampliamente reconocidas; su participación en operaciones internacionales de paz y, también, su colaboración y auxilio a la sociedad en situaciones de catástrofe, ratificando una cultura y tradición de apoyo a la comunidad. Junto con ello, el Ejército fue una de las primeras instituciones del país que reconocieron y entendieron que el vínculo con las comunidades en donde este sirve y guarnece es fundamental, lo que originó el primer reporte anual de responsabilidad social institucional.
Uno de los elementos más preciados por el Ejército, por su relación con la sociedad, es el Servicio Militar. Junto con recibir a miles de jóvenes que anualmente concurren a sus cuarteles, la institución desarrolló iniciativas para prepararlos de mejor forma para su futuro educacional y profesional, una vez finalizada esta experiencia, lo que originó, en la práctica, un ciento por ciento de voluntariedad para cumplir con esta necesidad de la Defensa Nacional.
Con todo, esta capacidad de anticipación se hace evidente en las últimas dos décadas si observamos, además, el alto sentido de la transparencia y rendición de cuentas de su gestión y actos administrativos (accountability); la política de puertas abiertas de sus cuarteles; la integración de la mujer en el Ejército; la reforma del currículum de formación de la Escuela Militar, incorporando a las universidades en este proceso; y, últimamente, una renovada política de colaboración para alcanzar una mayor soberanía efectiva en zonas aisladas y extremas, de alta sensibilidad para Chile.
En consecuencia, el Ejército no puede desagregarse de la sociedad; su historia lo sitúa reafirmando espacios de conciencia sobre el pasado común y voluntad de cooperar hacia el futuro, facilitando un proceso de solidaridad interna respecto de un destino asociativo. Recordemos que el Ejército nace, se vigoriza y desarrolla en íntima vinculación con el pueblo chileno. En todos los tiempos sus filas han sido integradas, sin discriminación alguna, por campesinos, obreros, mineros, pescadores, artesanos, profesionales y estudiantes, dando muestras de su inclusión social.
Creo que siempre se debe mantener posicionado al Ejército como una institución de todos, que respeta la institucionalidad y protege a los chilenos en sus necesidades; que su actuar —desde la Independencia— está unido a una vieja tradición militar, y esta señala que los integrantes del Ejército deben profesar un profundo amor a Chile como ideario de su vocación. Y aunque el amor a la Patria no es privativo de los militares, la sociedad confía en que este sentimiento sea la fortaleza de los soldados para su defensa.
Juan Miguel Fuente-Alba Poblete
General de Ejército
Comandante en Jefe
Doctrinarios saludos
Sociedad y Ejército, una visión ante las nuevas demandas
"El Ejército no puede desagregarse de la sociedad; su historia lo sitúa reafirmando espacios de conciencia sobre el pasado común y voluntad de cooperar hacia el futuro, facilitando un proceso de solidaridad interna..."
Estudios de opinión pública de distintas organizaciones sociales y académicas de nivel nacional sitúan al Ejército dentro de las instituciones de mayor credibilidad, transparencia y confianza de los chilenos. Y esta percepción, notablemente, se ha gestado en una sociedad en que hay una creciente demanda por mayor igualdad de oportunidades; una defensa y exigencia expresas de los derechos inherentes a todo ciudadano; una búsqueda permanente de mayor transparencia de los actos públicos; un alto rechazo a la discriminación arbitraria, como también un mayor requerimiento en los estándares de eficiencia. El espacio de acción colectiva, donde se desarrolla la interacción entre la persona humana y el Estado, se colma de nuevas demandas, en un escenario globalizado e interdependiente, donde la población, en sí misma, ha venido adquiriendo una relevancia muy significativa, situándose posiblemente en el centro de este fenómeno.
Los ciudadanos han conquistado un mayor protagonismo y las sociedades tienden a ser más transparentes, buscando nuevas posibilidades de conocer, controlar y resolver asuntos de su interés, que antes estaban reservados a las instituciones y organismos del Estado. Así, las instituciones públicas; el sistema político; los medios de comunicación; las iglesias; la empresa privada, entre otras entidades, están siendo sistemáticamente puestos a prueba, determinando la realidad que ha traído consigo el siglo XXI. Ello, por cierto, incluye e interesa al Ejército de Chile, por cuanto la institución bien sabe, por su dilatada trayectoria, de qué manera su relación con la sociedad a la que pertenece le impone su muy particular carácter.
Si miramos las actuaciones del Ejército en la sociedad, en su pasado reciente, podemos advertir que este ha sido capaz de anticiparse a muchos de los cambios que esta ha venido experimentando.
El primero de ellos —y de gran sensibilidad— fue resolver la tensión provocada por la demanda de la sociedad en el tema de los derechos humanos. El Ejército, entonces, fue capaz de asumir la historia, haciéndose responsable institucionalmente por las graves violaciones a los DD.HH., en la confianza de que tal actitud era un paso necesario para la reconciliación nacional, dictando disposiciones y generando criterios muy definidos, desvinculándose de cualquier posición política que se le pudiera atribuir y que no correspondiera a su calidad de institución permanente del Estado y a su misión constitucional.
Esto llevó a un diagnóstico clave: el Ejército necesitaba entender mejor a la sociedad a la que servía. Comprender con mayor profundidad y amplitud sus cambios y, así, ser capaz de identificar, captar, prevenir y adelantarse a los desafíos y demandas de ella y poder innovar, para asumir, actuar y adaptarse a sus requerimientos, sin perder su esencia y sus valores profesionales permanentes, que son, en definitiva, los que lo fortalecen y le dan el rasgo de grandeza que los chilenos admiran en esta institución.
Las lecciones aprendidas de este período fueron aprovechadas integralmente. En particular, el tratamiento de la verdad en todas sus actuaciones ante la sociedad, por difíciles que fueran las circunstancias, se transformó en un principio rector ante cualquier interés de orden corporativo; la sociedad no aceptaría menos.
La capacidad de anticipación e innovación del Ejército muy pronto se hizo efectiva con definiciones de orden profesional, como fue su proceso de transformación, que le otorgó capacidades operacionales ampliamente reconocidas; su participación en operaciones internacionales de paz y, también, su colaboración y auxilio a la sociedad en situaciones de catástrofe, ratificando una cultura y tradición de apoyo a la comunidad. Junto con ello, el Ejército fue una de las primeras instituciones del país que reconocieron y entendieron que el vínculo con las comunidades en donde este sirve y guarnece es fundamental, lo que originó el primer reporte anual de responsabilidad social institucional.
Uno de los elementos más preciados por el Ejército, por su relación con la sociedad, es el Servicio Militar. Junto con recibir a miles de jóvenes que anualmente concurren a sus cuarteles, la institución desarrolló iniciativas para prepararlos de mejor forma para su futuro educacional y profesional, una vez finalizada esta experiencia, lo que originó, en la práctica, un ciento por ciento de voluntariedad para cumplir con esta necesidad de la Defensa Nacional.
Con todo, esta capacidad de anticipación se hace evidente en las últimas dos décadas si observamos, además, el alto sentido de la transparencia y rendición de cuentas de su gestión y actos administrativos (accountability); la política de puertas abiertas de sus cuarteles; la integración de la mujer en el Ejército; la reforma del currículum de formación de la Escuela Militar, incorporando a las universidades en este proceso; y, últimamente, una renovada política de colaboración para alcanzar una mayor soberanía efectiva en zonas aisladas y extremas, de alta sensibilidad para Chile.
En consecuencia, el Ejército no puede desagregarse de la sociedad; su historia lo sitúa reafirmando espacios de conciencia sobre el pasado común y voluntad de cooperar hacia el futuro, facilitando un proceso de solidaridad interna respecto de un destino asociativo. Recordemos que el Ejército nace, se vigoriza y desarrolla en íntima vinculación con el pueblo chileno. En todos los tiempos sus filas han sido integradas, sin discriminación alguna, por campesinos, obreros, mineros, pescadores, artesanos, profesionales y estudiantes, dando muestras de su inclusión social.
Creo que siempre se debe mantener posicionado al Ejército como una institución de todos, que respeta la institucionalidad y protege a los chilenos en sus necesidades; que su actuar —desde la Independencia— está unido a una vieja tradición militar, y esta señala que los integrantes del Ejército deben profesar un profundo amor a Chile como ideario de su vocación. Y aunque el amor a la Patria no es privativo de los militares, la sociedad confía en que este sentimiento sea la fortaleza de los soldados para su defensa.
Juan Miguel Fuente-Alba Poblete
General de Ejército
Comandante en Jefe
Doctrinarios saludos
En un país que iniciará proximamente cambios más sustantivos en materia institucional, las FFAA chilenas verán que se debatirá su rol constitucional. La visión del Cmdte. en Jefe del ECH es de una notable profundidad al vincular siempre al Ejército con la sociedad a la cual sirve y protege.
La tranquilidad existente en el país frente al pronto fallo de la C. I. de la Haya, el cual puede definir la suerte de las relaciones con el vecino Perú, se debe en parte a que las FFAA, subordinadas al poder político y en un alto nivel de apresto, dan garantías suficientes a la comunidad nacional de que los intereses soberanos de Chile están en buenas manos.
La tranquilidad existente en el país frente al pronto fallo de la C. I. de la Haya, el cual puede definir la suerte de las relaciones con el vecino Perú, se debe en parte a que las FFAA, subordinadas al poder político y en un alto nivel de apresto, dan garantías suficientes a la comunidad nacional de que los intereses soberanos de Chile están en buenas manos.
Estimado
Parece que estas algo sensible, y como indica Xeryuz, esperabas que el ECH indicara que el sistema es una copia del sistema que utiliza el EA.-??
Saludos
Los sensibles son ustedes muchachos.
Será que algo se que ustedes no.
Mañana saco una foto si puedo que les sirva de guia, aunque no prometo nada porque es ultimo día antes de las vacaciones.
Asi se quedan tranquilos y entienden de porque digo lo que digo.
Uds en cambio hablan sin nada que los apoye.
(Ante la duda, pregunten a los mods que alguno sabe donde tengo metida la cabeza)
La **** que jodidos que son....
Es una variación del "CRISIS II" que el ECH compró a CITEFA en el 2007, y se utilizó en maniobras conjuntas con Argentina el 2008 y 2009.
No es una copia, sino la evolución de un sistema adquirido a la Argentina y operado extensamente.
No fue solo "visto".
Hay más integración en sistemas y comunicaciones entre Argentina y Chile, que lo que a muchos "cabeza de termo" les gustaría.
Saludos.
P.S.: Si hasta en el SINPRODE 2008 hubo consultas de parte de personal de la ACH y ECH para asistirlos en la conformación de una especie de "CITEFA Chileno", tal como se asesoró al Ejército del Brasil durante una década para conformar el CTex (había por año más de 20 militares y especialistas el EB formándose en Martelli desde los ´90 hasta 2005).
Por si la palabra de Armi no cuenta
Acá les dejo a los muchachos el mouse pad de la persona de al lado mio.
Supongo que entenderán que estos no se consiguen en cualquier lado no?
Y supongo que entenderán que significa que ahi está el ECh usando otro soft nuestro no?
Acá les dejo a los muchachos el mouse pad de la persona de al lado mio.
Supongo que entenderán que estos no se consiguen en cualquier lado no?
Y supongo que entenderán que significa que ahi está el ECh usando otro soft nuestro no?
yo creo que debe haber una confusión al respecto, no me calzan las fechas con lo que dice el reportaje, porque el sistema fue encomendado por el gobierno a varias instituciones despues del terremoto de febrero del 2010 y la primera versión estuvo operativa en julio del 2011 y no tiene mucho que ver con operaciones de paz.
el reportaje completo :
Pd. mucha de la información del programa debe ser gracias al Fasat charlie
Última edición:
Graduación de Oficiales de Estado Mayor e Ingenieros Politécnicos Militares
En el Aula Magna de la Escuela Militar se graduaron 48 oficiales de Estado Mayor y 34 Ingenieros Politécnicos Militares, en una ceremonia presidida por el Ministro de Defensa Nacional, Rodrigo Hinzpeter K., acompañado por el Comandante en Jefe del Ejército, General de Ejército Juan Miguel Fuente-Alba P.
En la ocasión el Comandante de Educación y Doctrina, General de División Humberto Oviedo A., destacó que con esta ceremonia “culmina un proceso de perfeccionamiento vital para la construcción del futuro institucional, proceso en el cual este grupo de oficiales, con tenacidad, esfuerzo, dedicación y mucho estudio, alcanzó el éxito que hoy les permite presentarse ante sus profesores, autoridades y familiares, con la satisfacción de haber cumplido el deber y prestos para iniciar un recorrido lleno de desafíos y oportunidades, teniendo como norte el cumplimiento de la misión histórica impuesta por el prócer y por la historia: el porvenir del Ejército y la grandeza de Chile”.
Igualmente a los oficiales que se gradúan les señaló que se espera de ellos “el compromiso con las personas, es decir la dimensión humana del quehacer militar, lo cual no pierde vigencia, sino que por el contrario cada vez más como aporte concreto y de trascendente valor en el accionar de la Fuerza Armada, continuidad del proceso de perfeccionamiento y, fundamentalmente, la creatividad para diseñar nuevas soluciones, las cuales permitan a la fuerza seguir avanzando en la incorporación de tecnologías sofisticadas, tanto para la toma de decisiones, para el ejercicio del mando y en la utilización de adecuados y sustentables sistemas de armas”.
Luego fueron entregados los diplomas que acreditan el título profesional de Estado Mayor e Ingenieros Politécnicos Militares. En la oportunidad, junto a los oficiales de Ejército se graduó un oficial de la Armada, uno de la Fuerza Aérea, junto a oficiales de Argentina, Brasil y México.
Finalmente el Ministro de Defensa, junto con felicitar a los oficiales por este importante logro, expresó que “personas como yo, que estamos en el mundo civil vivimos tranquilos, escogemos a esta nación para criar a nuestros hijos y miramos con tranquilidad y paz el futuro, es en parte significativa, porque personas como ustedes han abrazado esta carrera y se han comprometido para hacer respetar la soberanía de nuestro país y poner siempre por delante la dignidad de la patria”.
Igualmente les deseó éxito en sus futuras destinaciones y les manifestó que “sepan que hay un país entero que los admira, aprecia y no va a cansarse nunca de agradecerles que hayan seguido la vocación con que nacieron”.
http://ejercito.cl/detalle_noticia.php?noticia=5396
En el Aula Magna de la Escuela Militar se graduaron 48 oficiales de Estado Mayor y 34 Ingenieros Politécnicos Militares, en una ceremonia presidida por el Ministro de Defensa Nacional, Rodrigo Hinzpeter K., acompañado por el Comandante en Jefe del Ejército, General de Ejército Juan Miguel Fuente-Alba P.
En la ocasión el Comandante de Educación y Doctrina, General de División Humberto Oviedo A., destacó que con esta ceremonia “culmina un proceso de perfeccionamiento vital para la construcción del futuro institucional, proceso en el cual este grupo de oficiales, con tenacidad, esfuerzo, dedicación y mucho estudio, alcanzó el éxito que hoy les permite presentarse ante sus profesores, autoridades y familiares, con la satisfacción de haber cumplido el deber y prestos para iniciar un recorrido lleno de desafíos y oportunidades, teniendo como norte el cumplimiento de la misión histórica impuesta por el prócer y por la historia: el porvenir del Ejército y la grandeza de Chile”.
Igualmente a los oficiales que se gradúan les señaló que se espera de ellos “el compromiso con las personas, es decir la dimensión humana del quehacer militar, lo cual no pierde vigencia, sino que por el contrario cada vez más como aporte concreto y de trascendente valor en el accionar de la Fuerza Armada, continuidad del proceso de perfeccionamiento y, fundamentalmente, la creatividad para diseñar nuevas soluciones, las cuales permitan a la fuerza seguir avanzando en la incorporación de tecnologías sofisticadas, tanto para la toma de decisiones, para el ejercicio del mando y en la utilización de adecuados y sustentables sistemas de armas”.
Luego fueron entregados los diplomas que acreditan el título profesional de Estado Mayor e Ingenieros Politécnicos Militares. En la oportunidad, junto a los oficiales de Ejército se graduó un oficial de la Armada, uno de la Fuerza Aérea, junto a oficiales de Argentina, Brasil y México.
Finalmente el Ministro de Defensa, junto con felicitar a los oficiales por este importante logro, expresó que “personas como yo, que estamos en el mundo civil vivimos tranquilos, escogemos a esta nación para criar a nuestros hijos y miramos con tranquilidad y paz el futuro, es en parte significativa, porque personas como ustedes han abrazado esta carrera y se han comprometido para hacer respetar la soberanía de nuestro país y poner siempre por delante la dignidad de la patria”.
Igualmente les deseó éxito en sus futuras destinaciones y les manifestó que “sepan que hay un país entero que los admira, aprecia y no va a cansarse nunca de agradecerles que hayan seguido la vocación con que nacieron”.
http://ejercito.cl/detalle_noticia.php?noticia=5396
Es lo que me dijo el Almirante que se puso en contacto conmigo en el Stand de CITEFA en aquella oportunidad. Te debo el nombre porque soy muy malo para recordarlo, y su tarjeta se la pasé al entonces Presidente de CITEFA para que estableciera formalmente el contacto. Dos meses después me "fui", así que no se si quedó eso en algo.
Lo que recuerdo es que parecía más un infante que un marino (era un hombre muy corpulento, pelado), de apellido o esloveno o croata . . . .
Tito27, lo que describe la nota que subiste es exactamente le funcionamiento abierto del sistema "CRISIS" de CITEFA, así que es muy probable que sea como te digo yo.
Ustedes lo compraron con la posibilidad de agregarle reformas (es un sistema abierto) para adaptarlo a sus propias necesidades geográficas, trabajo que no se comenzó a realizar hasta pasado los acontecimientos del 2010 (las maniobras conjunta de 2009 se realizaron sobre cartografía argentina).
Ahora, lo operativizaron, y calculo le habrán agregado también reformas al mismo.
Con respecto al tema "Fasat", no creo que sea un aporte sustancial, sino el trabajo convencional de sus institutos geográficos, universidades e instituciones públicas de salud, policiales y de Defensa Civil.
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