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<blockquote data-quote="HernanF" data-source="post: 835245" data-attributes="member: 7964"><p>Entrevista imperdible.</p><p></p><p><strong><span style="font-size: 18px">Un Estado palestino se hizo imposible. / Un État palestinien est devenu impossible.</span></strong></p><p></p><p><strong><em>Entrevista a Sari Nusseibeh</em></strong>.</p><p></p><p>Para el pacifista palestino Sari Nusseibeh, Israel no tendrá otra opción más que integrar a su población árabe.</p><p>Sari Nusseibeh, decano de la universidad al-Qods en Jerusalén e intelectual palestino comprometido, había sido el autor en el 2002 de un plan de paz acordado con Ami Ayalon, ex jefe del Shin Bet, el servicio de seguridad israelí.</p><p></p><p><strong>Le Figaro</strong>. -¿la cuestión de Jerusalén, que resurgió en 2009, no complica la reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos?</p><p></p><p><strong>Sari Nusseibeh</strong>. -Todo el mundo interrumpió y volvió a llevar la cuestión de Jerusalén. Redescubrimos de repente que es sin duda el principal problema. También los datos de este problema no son más los mismos. Mientras que los negociadores trabajan en su burbuja en una solución de paz, la ciudad cambió profundamente: la situación de 1967 no existe más hoy, y el reparto se hizo mucho más difícil.</p><p></p><p><strong>¿Cuáles son estos cambios? </strong></p><p></p><p>Geográficamente, la superficie de la ciudad pasó de 20 km cuadrados a 50 km cuadrados: en esta gran Jerusalén, los israelíes construyeron 13 nuevos barrios, donde viven ahora 250.000 judíos, relacionados entre sí por vías rápidas. Ellos rodean los sectores árabes de Jerusalén del Este y los separan a unos de otros. Los israelíes también crearon todas las piezas del concepto de la «olla santa», que reagrupa el barrio musulmán de la Vieja Ciudad y los barrios vecinos, formando el núcleo de Jerusalén árabe. Ellos llevan allí una política activa de expulsiones, de destrucciones y de expropiaciones, volviendo cada vez más difícil una partición eventual de Jerusalén.</p><p></p><p><strong>¿La solución de dos Estados es sostenida sin embargo por el mundo entero?</strong></p><p></p><p>En 1967, uno de los primeros partidarios de la solución de dos Estados era Uri Avneri (figura histórica de la izquierda pacifista israelí). Él no tenía en esa época ningún apoyo. Cuatro décadas más tarde, sus ideas tuvieron un inmenso éxito, ya que son compartidas hoy por el mundo entero, hasta el presidente americano. Pero, durante este tiempo, la posibilidad de crear dos Estados se desvaneció. Hasta si no excluyo la posibilidad de un milagro, no considero personalmente más esta perspectiva como realizable.</p><p></p><p><strong>¿Es el resultado de la política de colonización israelí? </strong></p><p></p><p>Los israelíes aplicaron en Cisjordania la misma política que en Jerusalén. Esta ingeniosa y extraordinaria colonización se hizo en detrimento de las poblaciones. Los sionistas tuvieron éxito en términos de hormigón y de asfalto, desde este punto de vista, existen. Pero en cuanto a la carne y la sangre, siguen siendo extranjeros. Cuanto más consiguen construir con hormigón, menos llegan a crear una verdadera democracia y a echar raíces en la región.</p><p></p><p><strong>¿Que va a hacerse con los palestinos sin Estado?</strong></p><p></p><p>Estamos siempre allí, y es una paradoja: en 1948, los israelíes querían crear un Estado sin palestinos, y casi habían llegado a cazarles. En 1967, su victoria reunificó a los refugiados con los que se habían quedado en Israel. Fuimos dispersados, ellos nos reunieron. Los israelíes siembran su propio fracaso con sus éxitos. La colonización de Jerusalén y de Cisjordania, que hace imposible una solución a dos Estados, va a obligar a Israel a cohabitar con una importante población árabe y a reencausar su sistema democrático.</p><p></p><p><strong>¿Por qué los palestinos fracasaron?</strong></p><p></p><p>Fracasamos, es verdad, en parte a causa de nuestra incapacidad para negociar y en parte a causa de nuestra corrupción. Peor todavía, jugando a la política, corriendo detrás de un Estado, dejamos degradarse de modo considerable las condiciones de vida de nuestra población. Hace veinte años, los palestinos de la franja de Gaza no tenían ningún derecho político, pero podían ir a Cisjordania, o hasta a Tel-Aviv, para trabajar, ir a la playa, al restaurante. También fracasamos a causa de la otra parte, que no quería darnos nada. Hoy, la dinámica israelí va en contra de toda concesión. Ellos no ven más la necesidad de un compromiso. Los israelíes piensan sólo de modo maquiavélico, considerado que la fuerza es lo más importante, que es la sola garantía de su supervivencia. ¿Por qué estarían interesados en negociaciones?</p><p></p><p><strong>¿Su plan de paz concebido con Uri Avneri es todavía realizable? </strong></p><p></p><p>¡Propuse varios! El mejor era sin duda el que había contemplado en los años 80, pidiendo que Israel anexione pura y simplemente los territorios palestinos. En lugar de esto, ellos tomaron el territorio, pero nos dejaron sin derechos. Trabajé pues, con Ami Ayalon, en la solución de dos Estados. Nos habíamos puesto de acuerdo en alrededor de seis principios, que habíamos escogido entre las concesiones más dolorosas, para que todo el mundo los vea bien y que los gobiernos fueran forzados a aceptarlos. Jerusalén figuraba entre estos puntos. En la época en que Mahmoud Abbas firmó la Hoja de Ruta, en 2003, yo ya creía que era un error.</p><p></p><p><strong>¿Qué preconiza hoy?</strong></p><p></p><p>El último plan que propuse es una carta que le envié hace seis meses a Obama y a George Mitchell. Les propongo parar inmediatamente las negociaciones inútiles hechas: todas las cuestiones han sido ajustadas más o menos, quedan sólo los puntos insolubles. En su lugar, los Estados Unidos deberían proponer la solución a los problemas restantes. Cada parte le propondría este plan a su población por referéndum. El voto se efectuaría el mismo día, y la cuestión estaría condicionada a la aceptación de la otra parte.</p><p></p><p><strong>¿Qué perspectivas quedan para los palestinos?</strong></p><p></p><p>Mi siguiente proposición será pedir a Israel anexionarnos, aceptándonos como ciudadanos de tercera categoría. Los palestinos gozarían de los derechos elementales, el movimiento, el trabajo, la salud, la educación, pero no tendrían ningún derecho político. No seríamos ciudadanos, seríamos solamente sujetos.</p><p></p><p><em>Fuente</em>: Entrevista de Adrien Jaulmes desde Jerusalén para Le Figaro</p><p>Traducción propia.</p><p></p><p>.</p><p> </p><p><strong><span style="font-size: 15px">Un État palestinien est devenu impossible. Interview.</span></strong></p><p></p><p><strong><em>Pour le pacifiste palestinien Sari Nusseibeh, Israël n'aura bientôt d'autre choix que d'intégrer sa population arabe.</em></strong></p><p></p><p>Sari Nusseibeh, doyen de l'université al-Qods à Jérusalem et intellectuel palestinien engagé, avait été l'auteur en 2002 d'un plan de paix cosigné avec Ami Ayalon, ex-chef du Shin Bet, le service de sécurité israélien.</p><p></p><p>LE FIGARO. - La question de Jérusalem, qui a ressurgi en 2009, ne complique-t-elle pas la reprise des négociations entre Israéliens et Palestiniens ?</p><p></p><p>SARI NUSSEIBEH. - Tout le monde n'a eu de cesse de reporter la question de Jérusalem. On redécouvre soudain que c'est sans doute le principal problème. Et aussi que les données de ce problème ne sont plus les mêmes. Alors que les négociateurs travaillaient dans leur bulle à une solution de paix, la ville a profondément changé : la situation de 1967 n'existe plus aujourd'hui, et le partage est devenu beaucoup plus difficile.</p><p></p><p>Quels sont ces changements ?</p><p></p><p>Géographiquement, la surface de l'agglomération est passée de 20 km² à 50 km² : dans cette grande Jérusalem, les Israéliens ont construit à l'est 13 nouveaux quartiers, où vivent à présent 250 000 Juifs, reliés entre eux par des voies rapides. Ils entourent les secteurs arabes de Jérusalem-Est et les séparent les uns des autres. Les Israéliens ont aussi créé de toutes pièces le concept de la « cuvette sainte », qui regroupe le quartier musulman de la Vieille Ville et les quartiers avoisinants, qui forment le noyau de la Jérusalem arabe. Ils y mènent une politique active d'expulsions, de destructions et d'expropriations, rendant de plus en plus difficile une éventuelle partition de Jérusalem.</p><p></p><p>La solution de deux États est pourtant soutenue par le monde entier ?</p><p></p><p>En 1967, l'un des premiers partisans de la solution à deux États était Uri Avneri (figure historique de la gauche pacifiste israélienne). Il n'avait à l'époque aucun soutien. Quatre décennies plus tard, ses idées ont eu un immense succès, puisqu'elles sont aujourd'hui partagées par le monde entier, jusqu'au président américain. Mais, pendant ce temps, la possibilité de créer deux États s'est évanouie. Même si je n'exclus pas la possibilité d'un miracle, je ne considère personnellement plus cette perspective comme réalisable.</p><p></p><p>C'est le résultat de la politique de colonisation israélienne ?</p><p></p><p>Les Israéliens ont appliqué en Cisjordanie la même politique qu'à Jérusalem. Cette extraordinaire ingéniosité coloniale s'est faite au détriment des populations. Les sionistes ont réussi en termes de béton et de macadam, de ce point de vue, ils existent. Mais en ce qui concerne la chair et le sang, ils restent des étrangers. Plus ils réussissent à bétonner, moins ils parviennent à créer une vraie démocratie et à s'enraciner dans la région.</p><p></p><p>Que vont devenir les Palestiniens sans État ?</p><p></p><p>Nous sommes toujours là, et c'est un paradoxe : en 1948, les Israéliens voulaient créer un État sans Palestiniens, et ils étaient presque parvenus à les chasser. En 1967, leur victoire a réunifié les réfugiés avec ceux qui étaient restés en Israël. Nous étions dispersés, ils nous ont réunis. Les Israéliens sèment leur propre échec par leurs succès. La colonisation de Jérusalem et de la Cisjordanie, qui rend impossible une solution à deux États, va obliger Israël à cohabiter avec une importante population arabe et à remettre en cause son système démocratique.</p><p></p><p>Pourquoi les Palestiniens ont-ils échoué ?</p><p></p><p>Nous avons échoué, c'est vrai, en partie à cause de notre incapacité à négocier, ou à comprendre la négociation, et en partie à cause de notre corruption. Pis encore, en jouant à la politique, en courant après un État, nous avons laissé se dégrader de façon considérable les conditions de vie de notre population. Il y a vingt ans, les Palestiniens de Gaza n'avaient aucun droit politique, mais ils pouvaient se rendre en Cisjordanie, ou même à Tel-Aviv, pour y travailler, aller à la plage, au restaurant. Mais nous avons aussi échoué à cause de l'autre partie, qui ne voulait rien nous donner. Aujourd'hui, la dynamique israélienne va à l'encontre de toute concession. Ils ne voient plus la nécessité d'un compromis. Les Israéliens ne pensent plus que de façon machiavélique, considérant que la force est la seule chose importante, qu'elle est la seule garantie de leur survie. Pourquoi seraient-ils intéressés par des négociations ?</p><p></p><p>Votre plan de paix conçu avec Uri Avneri est-il encore réalisable ?</p><p></p><p>J'en ai proposé plusieurs ! Le meilleur était sans doute celui que j'avais envisagé dans les années 1980, en demandant qu'Israël annexe purement et simplement les Territoires palestiniens. Au lieu de ça, ils ont pris le territoire, mais nous ont laissés sans droits. J'ai donc travaillé, avec Ami Ayalon, sur la solution de deux États. Nous nous étions mis d'accord autour de six principes, que nous avions choisis parmi les concessions les plus douloureuses, pour que tout le monde les voie bien et que les gouvernements soient contraints à les accepter. Jérusalem figurait parmi ces points. C'est à cette époque que Mahmoud Abbas a signé la Feuille de route, en 2003. Je pensais déjà que c'était une erreur.</p><p></p><p>Que préconisez-vous aujourd'hui ?</p><p></p><p>Le dernier plan que j'ai proposé est une lettre que j'ai envoyée il y a six mois à Obama et à George Mitchell. Je leur propose d'arrêter immédiatement des négociations devenues inutiles : toutes les questions ont été plus ou moins réglées, ne restent que les points insolubles. À la place, les États-Unis devraient proposer eux-mêmes la solution aux problèmes restants. Chaque camp proposerait ce plan par référendum à sa population. Le vote aurait lieu le même jour, et la réponse serait conditionnée à l'acceptation de l'autre partie.</p><p></p><p>Quelle perspective reste-t-il aux Palestiniens ?</p><p></p><p>Ma prochaine proposition sera de demander à Israël de nous annexer, en nous acceptant comme des citoyens de troisième catégorie. Les Palestiniens bénéficieraient des droits élémentaires, le mouvement, le travail, la santé, l'éducation, mais n'auraient aucun droit politique. Nous ne serions pas des citoyens, seulement des sujets.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="HernanF, post: 835245, member: 7964"] Entrevista imperdible. [B][SIZE=5]Un Estado palestino se hizo imposible. / Un État palestinien est devenu impossible.[/SIZE][/B] [B][I]Entrevista a Sari Nusseibeh[/I][/B]. Para el pacifista palestino Sari Nusseibeh, Israel no tendrá otra opción más que integrar a su población árabe. Sari Nusseibeh, decano de la universidad al-Qods en Jerusalén e intelectual palestino comprometido, había sido el autor en el 2002 de un plan de paz acordado con Ami Ayalon, ex jefe del Shin Bet, el servicio de seguridad israelí. [B]Le Figaro[/B]. -¿la cuestión de Jerusalén, que resurgió en 2009, no complica la reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos? [B]Sari Nusseibeh[/B]. -Todo el mundo interrumpió y volvió a llevar la cuestión de Jerusalén. Redescubrimos de repente que es sin duda el principal problema. También los datos de este problema no son más los mismos. Mientras que los negociadores trabajan en su burbuja en una solución de paz, la ciudad cambió profundamente: la situación de 1967 no existe más hoy, y el reparto se hizo mucho más difícil. [B]¿Cuáles son estos cambios? [/B] Geográficamente, la superficie de la ciudad pasó de 20 km cuadrados a 50 km cuadrados: en esta gran Jerusalén, los israelíes construyeron 13 nuevos barrios, donde viven ahora 250.000 judíos, relacionados entre sí por vías rápidas. Ellos rodean los sectores árabes de Jerusalén del Este y los separan a unos de otros. Los israelíes también crearon todas las piezas del concepto de la «olla santa», que reagrupa el barrio musulmán de la Vieja Ciudad y los barrios vecinos, formando el núcleo de Jerusalén árabe. Ellos llevan allí una política activa de expulsiones, de destrucciones y de expropiaciones, volviendo cada vez más difícil una partición eventual de Jerusalén. [B]¿La solución de dos Estados es sostenida sin embargo por el mundo entero?[/B] En 1967, uno de los primeros partidarios de la solución de dos Estados era Uri Avneri (figura histórica de la izquierda pacifista israelí). Él no tenía en esa época ningún apoyo. Cuatro décadas más tarde, sus ideas tuvieron un inmenso éxito, ya que son compartidas hoy por el mundo entero, hasta el presidente americano. Pero, durante este tiempo, la posibilidad de crear dos Estados se desvaneció. Hasta si no excluyo la posibilidad de un milagro, no considero personalmente más esta perspectiva como realizable. [B]¿Es el resultado de la política de colonización israelí? [/B] Los israelíes aplicaron en Cisjordania la misma política que en Jerusalén. Esta ingeniosa y extraordinaria colonización se hizo en detrimento de las poblaciones. Los sionistas tuvieron éxito en términos de hormigón y de asfalto, desde este punto de vista, existen. Pero en cuanto a la carne y la sangre, siguen siendo extranjeros. Cuanto más consiguen construir con hormigón, menos llegan a crear una verdadera democracia y a echar raíces en la región. [B]¿Que va a hacerse con los palestinos sin Estado?[/B] Estamos siempre allí, y es una paradoja: en 1948, los israelíes querían crear un Estado sin palestinos, y casi habían llegado a cazarles. En 1967, su victoria reunificó a los refugiados con los que se habían quedado en Israel. Fuimos dispersados, ellos nos reunieron. Los israelíes siembran su propio fracaso con sus éxitos. La colonización de Jerusalén y de Cisjordania, que hace imposible una solución a dos Estados, va a obligar a Israel a cohabitar con una importante población árabe y a reencausar su sistema democrático. [B]¿Por qué los palestinos fracasaron?[/B] Fracasamos, es verdad, en parte a causa de nuestra incapacidad para negociar y en parte a causa de nuestra corrupción. Peor todavía, jugando a la política, corriendo detrás de un Estado, dejamos degradarse de modo considerable las condiciones de vida de nuestra población. Hace veinte años, los palestinos de la franja de Gaza no tenían ningún derecho político, pero podían ir a Cisjordania, o hasta a Tel-Aviv, para trabajar, ir a la playa, al restaurante. También fracasamos a causa de la otra parte, que no quería darnos nada. Hoy, la dinámica israelí va en contra de toda concesión. Ellos no ven más la necesidad de un compromiso. Los israelíes piensan sólo de modo maquiavélico, considerado que la fuerza es lo más importante, que es la sola garantía de su supervivencia. ¿Por qué estarían interesados en negociaciones? [B]¿Su plan de paz concebido con Uri Avneri es todavía realizable? [/B] ¡Propuse varios! El mejor era sin duda el que había contemplado en los años 80, pidiendo que Israel anexione pura y simplemente los territorios palestinos. En lugar de esto, ellos tomaron el territorio, pero nos dejaron sin derechos. Trabajé pues, con Ami Ayalon, en la solución de dos Estados. Nos habíamos puesto de acuerdo en alrededor de seis principios, que habíamos escogido entre las concesiones más dolorosas, para que todo el mundo los vea bien y que los gobiernos fueran forzados a aceptarlos. Jerusalén figuraba entre estos puntos. En la época en que Mahmoud Abbas firmó la Hoja de Ruta, en 2003, yo ya creía que era un error. [B]¿Qué preconiza hoy?[/B] El último plan que propuse es una carta que le envié hace seis meses a Obama y a George Mitchell. Les propongo parar inmediatamente las negociaciones inútiles hechas: todas las cuestiones han sido ajustadas más o menos, quedan sólo los puntos insolubles. En su lugar, los Estados Unidos deberían proponer la solución a los problemas restantes. Cada parte le propondría este plan a su población por referéndum. El voto se efectuaría el mismo día, y la cuestión estaría condicionada a la aceptación de la otra parte. [B]¿Qué perspectivas quedan para los palestinos?[/B] Mi siguiente proposición será pedir a Israel anexionarnos, aceptándonos como ciudadanos de tercera categoría. Los palestinos gozarían de los derechos elementales, el movimiento, el trabajo, la salud, la educación, pero no tendrían ningún derecho político. No seríamos ciudadanos, seríamos solamente sujetos. [I]Fuente[/I]: Entrevista de Adrien Jaulmes desde Jerusalén para Le Figaro Traducción propia. . [B][SIZE=4]Un État palestinien est devenu impossible. Interview.[/SIZE][/B] [B][I]Pour le pacifiste palestinien Sari Nusseibeh, Israël n'aura bientôt d'autre choix que d'intégrer sa population arabe.[/I][/B] Sari Nusseibeh, doyen de l'université al-Qods à Jérusalem et intellectuel palestinien engagé, avait été l'auteur en 2002 d'un plan de paix cosigné avec Ami Ayalon, ex-chef du Shin Bet, le service de sécurité israélien. LE FIGARO. - La question de Jérusalem, qui a ressurgi en 2009, ne complique-t-elle pas la reprise des négociations entre Israéliens et Palestiniens ? SARI NUSSEIBEH. - Tout le monde n'a eu de cesse de reporter la question de Jérusalem. On redécouvre soudain que c'est sans doute le principal problème. Et aussi que les données de ce problème ne sont plus les mêmes. Alors que les négociateurs travaillaient dans leur bulle à une solution de paix, la ville a profondément changé : la situation de 1967 n'existe plus aujourd'hui, et le partage est devenu beaucoup plus difficile. Quels sont ces changements ? Géographiquement, la surface de l'agglomération est passée de 20 km² à 50 km² : dans cette grande Jérusalem, les Israéliens ont construit à l'est 13 nouveaux quartiers, où vivent à présent 250 000 Juifs, reliés entre eux par des voies rapides. Ils entourent les secteurs arabes de Jérusalem-Est et les séparent les uns des autres. Les Israéliens ont aussi créé de toutes pièces le concept de la « cuvette sainte », qui regroupe le quartier musulman de la Vieille Ville et les quartiers avoisinants, qui forment le noyau de la Jérusalem arabe. Ils y mènent une politique active d'expulsions, de destructions et d'expropriations, rendant de plus en plus difficile une éventuelle partition de Jérusalem. La solution de deux États est pourtant soutenue par le monde entier ? En 1967, l'un des premiers partisans de la solution à deux États était Uri Avneri (figure historique de la gauche pacifiste israélienne). Il n'avait à l'époque aucun soutien. Quatre décennies plus tard, ses idées ont eu un immense succès, puisqu'elles sont aujourd'hui partagées par le monde entier, jusqu'au président américain. Mais, pendant ce temps, la possibilité de créer deux États s'est évanouie. Même si je n'exclus pas la possibilité d'un miracle, je ne considère personnellement plus cette perspective comme réalisable. C'est le résultat de la politique de colonisation israélienne ? Les Israéliens ont appliqué en Cisjordanie la même politique qu'à Jérusalem. Cette extraordinaire ingéniosité coloniale s'est faite au détriment des populations. Les sionistes ont réussi en termes de béton et de macadam, de ce point de vue, ils existent. Mais en ce qui concerne la chair et le sang, ils restent des étrangers. Plus ils réussissent à bétonner, moins ils parviennent à créer une vraie démocratie et à s'enraciner dans la région. Que vont devenir les Palestiniens sans État ? Nous sommes toujours là, et c'est un paradoxe : en 1948, les Israéliens voulaient créer un État sans Palestiniens, et ils étaient presque parvenus à les chasser. En 1967, leur victoire a réunifié les réfugiés avec ceux qui étaient restés en Israël. Nous étions dispersés, ils nous ont réunis. Les Israéliens sèment leur propre échec par leurs succès. La colonisation de Jérusalem et de la Cisjordanie, qui rend impossible une solution à deux États, va obliger Israël à cohabiter avec une importante population arabe et à remettre en cause son système démocratique. Pourquoi les Palestiniens ont-ils échoué ? Nous avons échoué, c'est vrai, en partie à cause de notre incapacité à négocier, ou à comprendre la négociation, et en partie à cause de notre corruption. Pis encore, en jouant à la politique, en courant après un État, nous avons laissé se dégrader de façon considérable les conditions de vie de notre population. Il y a vingt ans, les Palestiniens de Gaza n'avaient aucun droit politique, mais ils pouvaient se rendre en Cisjordanie, ou même à Tel-Aviv, pour y travailler, aller à la plage, au restaurant. Mais nous avons aussi échoué à cause de l'autre partie, qui ne voulait rien nous donner. Aujourd'hui, la dynamique israélienne va à l'encontre de toute concession. Ils ne voient plus la nécessité d'un compromis. Les Israéliens ne pensent plus que de façon machiavélique, considérant que la force est la seule chose importante, qu'elle est la seule garantie de leur survie. Pourquoi seraient-ils intéressés par des négociations ? Votre plan de paix conçu avec Uri Avneri est-il encore réalisable ? J'en ai proposé plusieurs ! Le meilleur était sans doute celui que j'avais envisagé dans les années 1980, en demandant qu'Israël annexe purement et simplement les Territoires palestiniens. Au lieu de ça, ils ont pris le territoire, mais nous ont laissés sans droits. J'ai donc travaillé, avec Ami Ayalon, sur la solution de deux États. Nous nous étions mis d'accord autour de six principes, que nous avions choisis parmi les concessions les plus douloureuses, pour que tout le monde les voie bien et que les gouvernements soient contraints à les accepter. Jérusalem figurait parmi ces points. C'est à cette époque que Mahmoud Abbas a signé la Feuille de route, en 2003. Je pensais déjà que c'était une erreur. Que préconisez-vous aujourd'hui ? Le dernier plan que j'ai proposé est une lettre que j'ai envoyée il y a six mois à Obama et à George Mitchell. Je leur propose d'arrêter immédiatement des négociations devenues inutiles : toutes les questions ont été plus ou moins réglées, ne restent que les points insolubles. À la place, les États-Unis devraient proposer eux-mêmes la solution aux problèmes restants. Chaque camp proposerait ce plan par référendum à sa population. Le vote aurait lieu le même jour, et la réponse serait conditionnée à l'acceptation de l'autre partie. Quelle perspective reste-t-il aux Palestiniens ? Ma prochaine proposition sera de demander à Israël de nous annexer, en nous acceptant comme des citoyens de troisième catégorie. Les Palestiniens bénéficieraient des droits élémentaires, le mouvement, le travail, la santé, l'éducation, mais n'auraient aucun droit politique. Nous ne serions pas des citoyens, seulement des sujets. [/QUOTE]
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