Noticias de la Armada Argentina (ARA)

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La única manera de lograr hacer respetar nuestra soberanía en esa zona, es enviando una de las corbetas y comenzarlos a cañonear hasta mas allá de las 200 millas, porque si fuera otro país soberano, si lo harían sin interesar lo que digan los organismos internacionales, como hacen los británicos con las resoluciones de naciones unidas de iniciar un dialogo por el tema Malvinas. Pero hace años que perdimos el sentimiento de ser una nación soberana, hemos destruido nuestros medios de defensa y la voluntad de ejercerlo
 

Merchant Marine one

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El recuerdo del crucero ARA General Belgrano


Un nuevo 2 de mayo invita a recordar relatos, a revisar la historia. Las fechas conmemorativas resguardan a las sociedades del olvido y permiten la conservación de aquellos hechos constitutivos de sus valores. Y el hundimiento del crucero ARA “General Belgrano” es eso: un acontecimiento para no olvidar, un cimiento de valores para una sociedad que le rinde honor a sus tripulantes.
El 16 de abril de 1982, la silueta de un navío de gran porte se alejaba de la dársena de Puerto Belgrano hacia el Este de la zona del conflicto por la soberanía de las Islas Malvinas. En sus 182 metros de eslora se encontraban 1093 tripulantes, quienes solo tenían una certeza: cumplir con la misión de defender a la Patria.
La unidad había sido construida en 1935 en los astilleros norteamericanos New York Shi building Co. Su poder de fuego radicaba en los 15 cañones de calibre 6″ distribuidos en 5 torres, además de 8 cañones simples de 5″ multipropósito. Por diseño alcanzaba una velocidad máxima de 32,5 nudos y con carga completa desplazaba 13.500 toneladas.
La misión encomendada al navío fue la de mantenerse fuera del área de exclusión vigilando las intenciones de las fuerzas enemigas. En Ushuaia se reunió con los destructores ARA “Piedrabuena” y ARA “Bouchard” y el petrolero “Puerto Rosales”.
Los buques componían el Grupo de Tareas 79.3 al que se le asignó el 1° de mayo la misión de ubicarse al Este, a fin de complementar el ataque a unidades británicas que se realizarían desde el portaviones ARA “25 de Mayo” y los destructores. Esta planificación de tareas de carácter ofensivo fue en respuesta al bombardeo realizado ese mismo día a las 4.40 por las fuerzas inglesas sobre la capital malvinense, Puerto Argentino.
Debido a inconvenientes técnicos del portaviones y condiciones climáticas, el comando superior ordenó la cancelación del ataque. La fuerza de tarea debía mantenerse en un área más hacia el Oeste en espera de nuevas órdenes, ubicándose a 35 millas de la Zona de Exclusión.
Sin embargo, desde la noche del 30 de abril, el “Belgrano” y los destructores estaban en la mira del submarino nuclear HMS “Conqueror”, que manteniendo distancia vigiló cada uno de los movimientos.
Fue el 2 de mayo a las 16.02 cuando el primer torpedo Mark 8 impactó en la sala de máquinas, disparado a una distancia de tan sólo 5 km. El segundo impacto fue en la proa, destruyéndola casi por completo. No había opción y la tripulación escuchó a las 16.23 la orden de abandonar el buque.
Una vez que la estructura de hierro desapareció de la superficie del agua, lo que devino fueron escenas propias de un naufragio, en donde cada marino dio cuenta de su nivel de adiestramiento y camaradería. Las balsas comenzaron a dispersarse en un mar bravío donde las olas y fuertes vientos hacían difícil la supervivencia.
La operación de rescate fue otra gran proeza de los integrantes de la Armada Argentina. Las balsas a la deriva, que se habían alejado 100 kilómetros al Sureste del lugar del hundimiento, fueron divisadas inicialmente por un Neptune de la Aviación Naval, que a punto de quedarse sin combustible suficiente para su regreso al continente, decidió “hacer una pasada más”, logrando el objetivo de hallar a los náufragos.
A esto se complementó la determinación de los tripulantes a bordo del “Gurruchaga”, del “Bouchard” y del “Piedrabuena”, que fueron quienes los rescataron. Ninguno claudicó ni escatimó en los esfuerzos por salvar a sus camaradas.
Esta actitud de compromiso con los tripulantes del crucero que habían naufragado quedó plasmada en la historia por una frase del Comandante del aviso “Gurruchaga”, Capitán de Corbeta Álvaro Vásquez: “Hasta la última balsa”. Cuatro palabras que proyectaron las acciones de toda una tripulación en pos de salvaguardar la vida en el mar.
El Comandante del crucero ARA “General Belgrano”, Capitán de Navío Héctor Elías Bonzo, escribió, dedicado a su dotación: “Una fecha, 2 de mayo, por siempre reencontrará nuestros pensamientos y oraciones. Y al dejar navegar nuestra imaginación, estrechamente juntos volveremos a surcar el mar, en nuestro eterno y querido crucero”.
En la vida no hay nada más vivo que un recuerdo por la mágica virtud que posee, espiritual y permanente, sobre lo material y efímero. Quienes estuvieron en el “Belgrano” comparten el recuerdo, se encuentran en un imaginario compartido como lo dijo el Capitán Bonzo.
Los 1093 se reúnen cada 2 de mayo, algunos con su presencia física, otras en su forma inmaterial. Este año de una manera muy particular, lejos pero siempre cerca. Es la ocasión en que la Armada Argentina y las familias rinden homenaje a sus héroes: ¡GLORIA Y HONOR! ¡VIVA LA PATRIA! ¡VIVA EL BELGRANO!
Carta enviada a la dotación del crucero ARA “General Belgrano” por su Segundo Comandante, Capitán de Navío VGM (RE) Pedro Luis Galazi, en conmemoración del 2 de mayo.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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16.01 Hora Argentina

Trompeta , toque Silencio.....!!!!!

Saludo.......Uno....!!!!!!!!!!!!!




Saludo.......Dos......!!!!!!!!!!!!!



CRUCERO A.R.A. GENERAL BELGRANO

AFIRMACIÓN DEL PABELLÓN - 12 DE ABRIL DE 1951

HUNDIDO EN COMBATE EL 2 DE MAYO DE 1982

EN PATRULLA ETERNA EN COORDENADAS 55° 24´ LATITUD SUR Y 61° 32' LONGITUD OESTE


VIVA LA PATRIA..!!!! VIVA EL BELGRANO.....!!!!
 
Esta info la estoy leyendo ahora, y siempre pienso lo mismo, me podrán decir que soy un Idealista, un Nostálgico, Nacionalista o alguna cosa mas, pero sigo sosteniendo que si nosotros tuvimos posiciones Dominantes en una época no tan lejana para mi manera de ver, tanto a nivel Continental y alguna vez considerado quizás de mucha Importancia a Nivel Global, ese sentimiento no se pierde nunca. Ejercer ese poder te pone siempre en una posición de Importancia, y el hecho hoy en dia, que estemos analizando que Buque , que Sub, o como mejorar-recuperar nuestras capacidades es un hecho que no hace mella en el concepto que tienen de nuestra gente tanto el mundo como nosotros mismos, y por sobre todas las cosas de nuestro PAIS. Si me gustaría tener mas medios, obviamente no soy un negado, pero también veo Países alrededor nuestro que por mas que se vistan de seda Mona queda, es decir compraras todos los buques y aviones que quieras pero la verdad nunca tuvieron preponderancia como Argentina. Entonces este tipo de notas hace poner en evidencia que no todo esta perdido, que siempre y sigo estando Orgulloso de mi Pais de los Hombres que Forjaron y Forjan nuestras FFAA, siempre persistir, por que si fuimos siempre lo seremos.
Si no corresponde en este sitio mis palabras disculpen, sentía la necesidad de hacerlo.

https://www.zona-militar.com/2020/0...s&utm_campaign=los-acorazados-clase-rivadavia
 

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El Jefe de la Armada visitó destinos navales ubicados en Río Gallegos
Recorrió instalaciones y se interiorizó acerca de las actividades específicas que se desarrollan en el marco del Comando Conjunto de la Zona de Emergencia Santa Cruz.
SÁBADO 2, MAYO 2020

Río Gallegos – El pasado viernes, el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Contraalmirante Julio Horacio Guardia, recorrió las instalaciones de la Zona Naval Santa Cruz y el Apostadero Naval de Río Gallegos.
El Jefe de la Zona Naval Santa Cruz, Capitán de Navío Carlos Olmos, expuso brevemente acerca de las distintas tareas que llevan a cabo tanto el Apostadero Naval de Puerto Deseado como el de Río Gallegos; la situación actual de medios e instalaciones; y las actividades específicas que desarrollan en el marco del Comando Conjunto de la Zona de Emergencia Santa Cruz.
Con referencia a ello, el citado Apostadero cuenta con una disponibilidad de 20 camas en caso de ser requeridas para la contención del COVID-19, ubicadas en la planta baja del edificio de alojamientos, de manera de estar en un sector aislado del resto de las instalaciones.
Por último, el Jefe de la Armada instruyó al personal sobre la problemática de la pandemia, y la necesidad de continuar con el trabajo del personal de las Fuerzas Armadas para contribuir en la contención y apoyo a la comunidad.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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Apoyo a la comunidad y asistencia sanitaria a las poblaciones ribereñas de Zárate
Personal de la Armada Argentina y del Municipio de Zárate fueron desplegados por las islas a bordo de un buque multipropósito para entregar bolsones de alimentos y efectuar controles sanitarios a las familias aisladas.
SÁBADO 2, MAYO 2020

Zárate- Personal de la Armada Argentina y del Municipio de Zárate brindó apoyo a la comunidad y asistencia sanitaria a poblaciones ribereñas que se encuentran en condiciones de aislamiento en el Partido de Zárate, como parte de las acciones que se llevan a cabo frente a la pandemia de COVID-19, en el marco de la Operación “General Manuel Belgrano”.
Fue llevada a cabo, bajo supervisión del Comandante del Área Naval Fluvial, por el buque multipropósito ARA “Ciudad de Rosario” y personal de la Base Naval Zárate y del Batallón de Infantería de Marina N°3 (BIM3); también participaron médicos, enfermeros y asistentes sociales de la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Zárate.
Durante los días de asistencia se utilizaron los medios de la Compañía Embarcaciones Menores del BIM3 para entregar bolsones de alimentos y trasladar al personal sanitario que aplicó la vacuna antigripal a 126 familias de las zonas ribereñas del Canal Irigoyen, Paraná Guazú, Pasaje Talavera, Paraná de las Palmas y Ñacurutú.
“El personal de la Compañía de Embarcaciones Menores desempeñó su rol y su función de manera excelente; fue muy positivo operar en una emergencia que nos alcanza a todos en estos momentos”, comentó la Teniente de Navío Elisa Roth.
Por su parte, el Cabo Primero Enfermero Arnaldo Elguero formó parte del equipo sanitario y explicó que fue gratificante asistir a las familias más desprotegidas de la Ría de Zárate: “Estar hoy acá, la verdad que es algo único, porque ayudar a las familias que viven alejados de la ciudad es muy gratificante. Ver cómo te recibe la gente, la predisposición que tienen y la forma de agradecerte es algo que no tiene precio”.
En tanto, el médico Fernando Mollo del Municipio de Zárate, comentó que las familias estuvieron agradecidas por el servicio brindado y que se cumplió con el objetivo de vacunación y asistencia: “Es importante que las personas reciban la vacuna y más en este contexto de pandemia para evitar una co-infección y prevenir una gripe común. Durante la actividad mantuvimos todos los cuidados que se requieren para asistir a los pacientes y prevenirnos en este momento tan difícil”.
La operación contribuyó con las tareas del Programa de Emergencia Alimentaria y del Programa General Sanitario a cargo del Municipio de Zárate. Al respecto, el Secretario de Desarrollo Humano y Promoción Social de dicho municipio, Darío Raffo, manifestó: “Se realizó un abordaje muy importante al lugareño de la isla porque no solo repartimos alimentos secos; también sumamos un plan de vacunación y entrega de leche. Por suerte tenemos el acompañamiento de la Armada Argentina y la mejor recompensa es el agradecimiento de la gente”.
Trabajo en equipo
Durante los días en que se brindó asistencia a la comunidad, el multipropósito ARA “Ciudad de Rosario” se constituyó como buque logístico de la actividad. Allí se acopiaron los bolsones de comida, se efectuó el traslado del personal, y prestó apoyo a los medios náuticos del BIM3, mientras realizaban la entrega de bolsones y asistencia sanitaria.
Al respecto, el Comandante de la Escuadrilla de Ríos, Capitán de Fragata Ariel Fernando Gómez Mombello, expresó: “Las tareas se desarrollaron armónicamente, nos ayudó la meteorología y la organización mancomunada con las autoridades municipales”. En cuanto a la importancia de colaborar frente a las acciones que se llevan a cabo ante la pandemia de COVID-19, agregó: “Demostramos el profesionalismo que logramos al adiestrarnos todos los años; hemos tomado todos los recaudos y medidas de seguridad para aquellas personas que bajaron a las islas y que estuvieron expuestos a la hora de trabajar”.
El personal de la Armada Argentina y de la Municipalidad de Zárate cumplió con el objetivo de asistir a las poblaciones ribereñas desprotegidas y necesitadas. El trabajo en equipo y el compromiso de cada integrante que participó de la actividad se vio recompensado con la sonrisa y el agradecimiento de cada isleño que los recibió.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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1982 fue un año donde la Aviación Naval debió rendir su examen más difícil. A partir del mismo 2 de abril y hasta el fin del conflicto, sus helicópteros, aviones de exploración y antisubmarinos, transporte y ataque, con el apoyo de bases y arsenales, realizaron las tareas para las que se habían adiestrado desde siempre, como parte del Poder Naval Integrado.
Luego de las destacadas acciones llevadas a cabo en abril y los primeros días de mayo de 1982, el 4 de mayo se produce el ataque al destructor británico clase 42 HMS “Sheffield” en una acción coordinada entre un SP-2H Neptune explorador y dos Super Etendard. Usaron una táctica jamás empleada en la historia de la aviación militar de combate: la combinación “explorador-avión de ataque”, inaugurando así un capítulo en la doctrina de las operaciones aéreas navales.
El Neptune SP-2H (2-P-112) de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración estaba al mando del Capitán de Corbeta Ernesto Proni Leston, tripulado por el Capitán de Corbeta Sergio Sepetich; el Teniente de Fragata Juan Gatti; los Tenientes de Corbeta Guillermo Meneses y José Pernuzzi; los Suboficiales Primero Juan Heredia y Aníbal Sosa; los Cabos Principal Hugo Saavedra, Daniel Yerba, Luis Del Negro y Luis Núñez; y el Cabo Primero César Fernández.
El Neptune descubrió un blanco al que identificó como destructor tipo 42, mediante el procesamiento de sus señales electrónicas y lo ubicó en la posición 52º 33’ Latitud Sur y 57º 40.5’ Longitud Oeste; inmediatamente transmitió esa información.
Así, se ordenó el despliegue de los Super Etendard de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque: el 3-A-202 al mando del Capitán de Corbeta Augusto Bedacarratz y el 3-A-203 al mando del Teniente de Fragata Armando Mayora, equipados con misiles Exocet.
Durante la aproximación de los Super Etendard al blanco, el Neptune mantiene la exploración en contacto, actualiza a los pilotos de ataque la posición, rumbo y velocidad del “Sheffield” hasta que lo detectan los radares de los aviones de ataque argentinos.
A partir de ese momento, las acciones suceden con vértigo: el radar alimenta con la información actualizada al sistema de navegación y ataque de los Super Etendard y los pilotos lanzan sus misiles Exocet AM-39 que causan el hundimiento del destructor.
Este ataque misilístico constituye un hito en la historia y en las tácticas y doctrina de la guerra aeronaval moderna en el mundo. Por esta razón, y en conmemoración de esta acción, se instituyó el 4 de mayo como el Día de la Aviación Naval de la Armada Argentina.
Finalizada la guerra y por sus acciones durante la misma, fueron condecoradas:
Escuela de Aviación Naval
Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque

Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque

Tercera Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque

Escuadrilla Aeronaval de Reconocimiento

Escuadrilla Aeronaval de Propósitos Generales

Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina

Escuadrilla Aeronaval de Exploración

Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros

Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros

Primera y Segunda Escuadrilla Aeronaval de Sostén Logístico Móvil


Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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En Puerto Belgrano, recordaron a los tripulantes del crucero ARA “General Belgrano”
La ceremonia se llevó a cabo en el cenotafio que lo recuerda, ubicado junto al Comando de la Flota de Mar.
SÁBADO 2, MAYO 2020

Puerto Belgrano – En el cenotafio que lo recuerda junto al Comando de la Flota de Mar, se llevó a cabo esta mañana la ceremonia en conmemoración del 38° aniversario del hundimiento del crucero ARA “General Belgrano” durante el Conflicto del Atlántico Sur.
El Comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, Contraalmirante Juan Carlos Daniel Abbondanza, presidió la ceremonia acompañado por el Comandante de la Flota de Mar, Contraalmirante Jorge Juan Siekan.
Estuvieron presentes autoridades navales, comandantes de unidades y personal militar, respetando el dispositivo de ceremonias con las indicaciones por el COVID-19.
Las estrofas del Himno Nacional Argentino marcaron el inicio del acto conmemorativo. A continuación, el Comandante de la División de Corbetas, Capitán de Navío Juan Martín Salaverri, pronunció palabras alusivas en las que resaltó los principales sucesos generados ese 2 de mayo de1982.
“ (…) A partir del momento de la segunda explosión generada en el crucero, se desencadenaron una serie de hechos, sin dar lugar a titubeos, actitudes egoístas o pérdidas de control por la situación tensa que se estaba viviendo: todo lo contrario. Liderazgo, disciplina, determinación por salvar al buque, asistencia al compañero en dificultades y cumplimiento de todos los procedimientos aprendidos se hicieron presentes.”
Y agregó que “a las 17 horas, el crucero partió a su apostadero definitivo, como existiendo una simbiosis entre el buque y sus tripulantes, dio tiempo a que gran parte de su dotación pudiera abandonarla, victoriándolo al verlo desaparecer. Se llevó consigo 323 marinos convertidos en su más leal guardia de honor, acompañándolo al lecho de mar para su responso final”.
“La pérdida irreparable de los caídos –continuó– nos genera un sentimiento de pesar pero, junto a aquellos que regresaron, nos han marcado un ejemplo a seguir que nos llena de orgullo. Actitudes como compromiso con el camarada y la solidaridad hacia él, no por obligación, sino por convicción, y esto unido al valor mostrado en combate y el compromiso de servicio a la Patria, hasta dar la vida si es necesario, es uno de los mayores legados que nos dejan nuestros héroes y que debe constituir la columna vertebral de nuestra institución”.
Finalizando sus palabras, el Capitán Salaverri mencionó que “a 38 años de este acontecimiento debemos decirles que los hombres y mujeres de la Armada no los hemos olvidado y que continuamos aprendiendo de su ejemplo”.
La ceremonia continuó con la invocación religiosa a cargo del Capellán Castrense, presbítero José Luis Toya. A continuación, el Contraalmirante Abbondanza y el Contraalmirante Siekan procedieron a la colocación de ofrendas florales en el monumento eregido en honor a los héroes del “Belgrano” y se realizó un minuto de silencio.
El acto concluyó con las estrofas de la Marcha de la Armada.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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Homenaje a los caídos en el hundimiento del crucero ARA “General Belgrano”
En la sede del Estado Mayor General de la Armada se efectuó la ceremonia central que fue presidida por el Ministro de Defensa.
SÁBADO 2, MAYO 2020

Buenos Aires – La ceremonia central de la Armada Argentina en homenaje a los caídos en el hundimiento del crucero ARA “General Belgrano” se realizó esta mañana en el cenotafio que perpetúa la memoria de los caídos en Malvinas, entre ellos, los 323 tripulantes del crucero que hace 38 años perecieron en las gélidas aguas del Atlántico Sur.
El acto fue presidido por el Ministro de Defensa, Agustín Rossi, acompañado por el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Contraalmirante Julio Horacio Guardia. Asimismo, se contó con la presencia del Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, General de Brigada Juan Martín Paleo; los Jefes del Estado Mayor General del Ejército, General de Brigada Agustín Cejas, y de la Fuerza Aérea, Brigadier Xavier Julián Isaac.
La ceremonia dio inicio con la entonación de las estrofas del Himno Nacional Argentino, luego se dio lectura a palabras alusivas escritas por el Comandante de la Flota de Mar, Contraalmirante Jorge Juan Siekan, las cuales hacían referencia a la actual situación epidemiológica mundial que impedía que pudiéramos reunirnos “y realizar el homenaje que los 1.093 marinos y sus seres queridos se merecen”.
“Hace 38 años en aquellas gélidas aguas del Atlántico Sur se producía el hundimiento del crucero ARA ‘General Belgrano’. Es por eso que conmemoramos el paso a la inmortalidad de 323 marinos argentinos, quienes dando muestra cabal del juramento que alguna vez realizaron, ofrendaron lo más valioso que tiene un ser humano, su vida, en pos de los intereses de la Nación”.

Luego de una sucinta cronología de la participación del crucero durante el conflicto de 1982, las palabras se centraron en las familias de los 1.093 miembros de su última dotación, “quienes han tenido el honor de amar a un héroe; el coraje de permitirle su vocación de servicio; la fuerza y la entereza para apoyarlos sabiendo del peligro al que se enfrentaban. Por esto, tanto nuestros veteranos como todas ellas, gozarán siempre del respeto del pueblo argentino”.
El discurso concluyó con palabras de Alejandro Magno: “La gloria corona las acciones de aquellos que se exponen al peligro”.
El Capellán Mayor de la Armada, presbítero Francisco Rostom Maderna, ofició una invocación religiosa en memoria de los 323 marinos argentinos.
La rendición de honores concluyó con la ejecución del toque de silencio para honrar y rendir homenaje a aquellos hombres que dieron su vida por la Patria.
De esta forma finalizó el austero, pero sentido homenaje, que resume el sentir de todos los integrantes de la Armada destinados a lo largo del país, quienes prosiguen con las tareas de apoyo a la comunidad en el marco de la “Operación General Manuel Belgrano”.
Comunicación con un veterano del crucero
En la Sala de Situación del Edificio Libertad, previo a la ceremonia, el Jefe del Estado Mayor General de la Armada junto con el Ministro de Defensa, en presencia del Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, los Jefes del Estado Mayor General del Ejército y de la Fuerza Aérea, mantuvieron una comunicación por videoconferencia con el Capitán de Navío VGM (RE) Pedro Luis Galazzi, Segundo Comandante del crucero ARA “General Belgrano” durante el conflicto de Malvinas.
El Jefe de la Armada señaló que, tras el fallecimiento del comandante del crucero, el Capitán de Navío Héctor Bonzo en 2009, el Capitán Galazzi había tomado “la tutela de mantener el espíritu vivo del ‘Belgrano’, en contacto permanente con la que fue su tripulación”.
El Jefe de la Armada señaló “el esfuerzo que hoy estamos llevando adelante desde la conducción del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor Conjunto; las Fuerzas Armadas están de alguna manera siguiendo la llama del ‘Belgrano’ en cuanto a su entrega y disposición al servicio. Estamos presentando una batalla diferente contra un enemigo invisible, como se lo suele graficar, pero con la misma intensidad, el mismo convencimiento y el mismo altruismo de todos ustedes”.
El Contraalmirante Guardia manifestó que es imprescindible mantener vivo “el recuerdo a los 323 que patrullan el Mar Argentino desde entonces, y a los que volvieron, para que mantengamos vivo el recuerdo del ‘Belgrano’”.
El Ministro de Defensa expresó: “Para el Ministerio de Defensa, la Guerra de Malvinas tiene dos vocablos que la identifican: soberanía y coraje. Sin dudas, las páginas más gloriosas las escribieron ustedes porque combatieron con generosidad, altruismo, con mucho patriotismo, en circunstancias claramente adversas, imbuidos e impulsados por ese sentido que se está cumpliendo con la Patria”.
“Hay que tener una mirada para que ese espíritu de Malvinas esté presente siempre en las nuevas generaciones, por sobre todas las cosas”, dijo el ministro, y agregó que ese espíritu tenía que “fortalecerse y estar cada vez más presente”.
Asimismo, el titular de la cartera de Defensa destacó que el despliegue operativo que están llevando adelante las Fuerzas Armadas, a lo largo y a lo ancho de todo el país, “es el despliegue operativo más importante después de la Guerra de Malvinas” y añadió: «También estamos defendiendo la soberanía, porque defender la salud de nuestro pueblo tiene que ver también con la soberanía de nuestro país”.
“Hay tantas miradas sobre Malvinas que nosotros tenemos que elegir una mirada sobre la cual sostenernos, y la mirada que yo elijo es: coraje y soberanía, altruismo, patriotismo; son los valores que demostraron fundamentalmente quienes combatieron en Malvinas”.
El Capitán Galazzi agradeció las palabras de las autoridades y destacó que la Asociación del Crucero General Belgrano, la cual preside, ya ha realizado 24 monumentos con los nombres de los 323 héroes, que se encuentran distribuidos en diferentes puntos del país. “Son los que van a hablar por nosotros, aunque no estemos”, reflexionó el Segundo Comandante del «Belgrano».
Antes de que finalizara la comunicación con el Capitán Galazzi, el Jefe de la Armada manifestó: “Todos los que vestimos este uniforme hoy vamos a estar recordando a nuestro querido ‘Belgrano’”.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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El ARA “Alférez Sobral” (A-9) es un aviso de la Armada Argentina que perteneció a la Marina de Estados Unidos, participando durante la Segunda Guerra Mundial bajo el nombre de USS “Salish” (ATA-187). Fue recibido por nuestro país en 1972.
La embarcación, cuya misión principal es la de llevar a cabo tareas auxiliares como remolques, balizamientos y apoyo a otras unidades de superficie, debe su nombre al Alférez José María Sobral (1880-1961), marino y geólogo, que en 1903 se convirtió en el primer argentino en invernar en la Antártida.
En el marco de la Guerra de Malvinas, el 27 de marzo, su entonces Comandante, Capitán de Corbeta Sergio Raúl Gómez Roca, recibió la orden de convocar al personal, alistar el buque y zarpar de inmediato de la Base Naval Puerto Belgrano, arribando el 1 de abril a Río Gallegos.
A los pocos días recibieron la orden de dirigirse a Puerto Deseado para reabastecimiento y destacarse inmediatamente hacia las Islas Malvinas. El 17 de abril, el “Sobral” llegó a la posición asignada.
Casi medio mes después, el 1 de mayo, se produjo el derribo de un avión Camberra de la Fuerza Aérea Argentina, a 100 millas náuticas (185 km) al Norte del Estrecho de San Carlos, por lo que el aviso fue destacado para efectuar la búsqueda y rescate de los dos tripulantes de la aeronave.
La decisión del Comandante de internarse en una zona controlada por el enemigo fue avalada por toda la dotación, aun sabiendo que las posibilidades de salir indemnes eran casi nulas, teniendo en cuenta que en el sector operaban entre ocho y nueve barcos enemigos, incluido un portaviones, y que no podrían recibir ayuda naval ni cobertura aérea.
En la medianoche del 2 de mayo, el “Sobral” fue sobrevolado y descubierto por un helicóptero enemigo, por lo que el buque abrió fuego con su cañón Bofors de 40 mm y las ametralladoras Oerlikon de 20 mm. El helicóptero enemigo a su vez disparó dos misiles, impactando uno en la lancha del buque e hiriendo a varios tripulantes.
El Capitán Gómez Roca, al observar que los ataques se producían con misiles y que el lugar de mayor riesgo era la superestructura y el puente de comando, ordenó desalojar las cubiertas superiores y los sectores más expuestos, quedando en el puente solamente él y los tripulantes indispensables para conducir el buque.
Esta difícil y heroica decisión significaría luego la preservación de la vida de muchos de sus hombres, pero también su propia muerte en acción. El enemigo atacó nuevamente a las 01.20 horas del 3 de mayo, impactando un misil de lleno en el puente de comando, destruyéndolo totalmente junto al cuarto de radio. Allí, además del Capitán Gómez Roca, ofrecieron y perdieron sus vidas por el deber de defender la Patria otros siete marinos: el Guardiamarina Claudio Olivieri; el Cabo Principal Mario Alancay; los Cabos Segundos Daniel Tonina, Sergio Medina y Ernesto del Monte; el Conscripto Roberto D’errico y el Marinero Héctor Dufrechou.
A partir de ese momento se hizo cargo de la embarcación el Segundo Comandante, Teniente de Navío Sergio Bazán, encontrándose la misma con el timón fuera de servicio, el puente con todo el instrumental, cartas y elementos de navegación destruidos; la radio destruida, un incendio a bordo, ocho bajas y ocho heridos, personal con heridas menores y la probabilidad de recibir nuevos ataques.
Dominado el incendio y reparado el timón, se emprendió el regreso al continente con todo el personal bajo cubierta, ya que no quedaban armas en condiciones de uso, presentando el interior del buque un estado realmente precario: la energía había sido cortada al igual que la calefacción, no había comida caliente y estaba todo mojado, por lo que el frío se hacía sentir con crudeza.
En ese contexto, tuvo lugar un hecho realmente emotivo que fue el izado de la Bandera de Guerra Argentina en el brazo de grúa de popa, reemplazando al pabellón que ondeaba en el palo y que había sido derribado en el ataque.
Ese hecho dio muestras sobradas del temple, la actitud y el heroísmo de la toda dotación del buque, tanto de aquellos que ofrendaron su vida como así también de los sobrevivientes; respondiendo en las circunstancias más extremas con idoneidad profesional, disciplina y valor.
La costa de Puerto Deseado fue ansiosamente avistada el 5 de mayo y pudieron atracar esa misma noche, siendo recibidos como los héroes que eran. En esa ciudad se le hicieron unos arreglos para que pudiera navegar, incluyendo un puente abierto para el comando, y emprendió su navegación hacia la Base Naval Puerto Belgrano. El aviso arribó el 23 de mayo, y el personal del Arsenal Naval y la dotación reconstruyeron su puente de comando. El “Sobral”, orgulloso sobreviviente de la guerra, continuó sirviendo en la Armada hasta nuestros días, con asiento en la Base Naval Mar del Plata.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 
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