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<blockquote data-quote="Derruido" data-source="post: 168291" data-attributes="member: 30"><p>Redefiniendo Asimetrías en el Empleo del Poder Aéreo</p><p>Mayor José Palermo, Fuerza Aérea Uruguaya </p><p></p><p></p><p> </p><p></p><p>EL PRESENTE TRABAJO busca aportar elementos que contribuyan al desarrollo de una visión más amplia de la noción de conflicto militar asimétrico, en la cual se incluya la perspectiva que de este fenómeno se puede tener desde un país relativamente pequeño e institucionalmente fuerte, centrándose el estudio en particular sobre la aplicación del poder aéreo en dichos conflictos.</p><p></p><p>El artículo va de lo general a lo particular, estudiando en primera instancia la naturaleza del conflicto asimétrico, posteriormente el conflicto asimétrico desde el punto de vista militar y finalmente el empleo del poder aéreo en estos conflictos, haciendo hincapié en la doble consideración que se deberá hacer de los mismos (dicotomía fuerte-débil).</p><p></p><p>Las reflexiones vertidas a continuación presuponen que las fuerzas militares que intervienen en los eventuales conflictos sobre los que se teoriza o describen, se encuentran habilitadas para participar en los mismos de acuerdo al marco jurídico particular de cada Estado y a las oportunas directivas legítimas del gobierno correspondiente. Habrá que estudiar las soluciones particulares a la luz de cada orden jurídico específico a efectos de dar solución a temas tales como en que casos deben intervenir las Fuerzas Policiales o las Fuerzas Militares para neutralizar las eventuales amenazas, uso de fuerzas militares dentro y fuera de fronteras, uso de la fuerza mortal, etc.</p><p></p><p>Análisis</p><p>Para iniciar el estudio propuesto, se torna necesario definir claramente el objeto de estudio, esto es determinar sin lugar a dudas cuáles son las nociones de "conflicto asimétrico", "guerra asimétrica" y "enemigo asimétrico", ya que existe un uso promiscuo de los términos, los cuales se emplean en distintas acepciones, que si bien son verdaderas en sí mismas, resultan poco claras, incorporan elementos extraños y contribuyen en definitiva a la confusión del lector, ya que representan una tendencia muy generalizada mezclando la noción de "conflicto asimétrico" con una de las formas (la más eficaz por cierto) de abordar el mismo. A modo de ejemplo, basta señalar que "se refiere a la manera y medios extremos de lucha que no corresponden a los objetivos y medios de combate del oponente, utilizando recursos diferentes a los del adversario" o que es "recurso que utiliza el poder más débil al atacar de una manera imprevista el lado vulnerable del poder más fuerte" 1. Se puede percibir en estos ejemplos que se recurre una noción más bien de tipo intuitivo.</p><p></p><p>Es importante aclarar que debe deslindarse completamente de la noción de "guerra asimétrica" el concepto de "terrorismo". El terrorismo es un instrumento ilegítimo de lucha, que puede ser empleado en conflictos "simétricos o asimétricos", que no se ajusta a las reglas de la guerra convencional y que persigue el infundir temor.</p><p></p><p>Cualquier ejército o fuerza beligerante puede—y llegado el caso debe—usar legítimamente formas de lucha asimétrica sin por ello caer en las prácticas terroristas.</p><p></p><p>En definitiva, el terrorismo es un instrumento de lucha que puede usarse durante cualquier tipo de conflicto humano, ("simétrico" o "asimétrico", de "alta intensidad" o "baja intensidad", "internacionales" o "de liberación nacional", etc.) y que por tanto no integra la definición de "guerra asimétrica" que propone este trabajo.</p><p></p><p>¿Qué es un conflicto asimétrico? </p><p>El conflicto se define como un proceso dinámico donde actitudes, comportamientos y estructuras se interrelacionan. El conflicto surge cuando los intereses de las partes entran en colisión o las relaciones entre ellas se tornan opresivas. Así, las partes en conflicto comienzan a desarrollar actitudes hostiles y comportamientos conflictuales.</p><p></p><p>La formación del conflicto, entonces, comienza a gestarse, crecer y desarrollarse en una espiral donde la desconfianza y mitificación mutuas aumentan la distancia entre las partes. Mientras esto sucede, el conflicto se expande, puede involucrar a otras partes, profundizarse, esparcirse y generar conflictos secundarios derivados del principal al interior de los mismos grupos o entre terceros no comprometidos en el primer conflicto.</p><p></p><p>Cuando se habla de los conflictos en general, éstos se pueden clasificar atendiendo específicamente al factor "poder", en:</p><p></p><p>Simétricos: La relación de poder es similar, es decir, ambas partes tienen cuotas similares de poder.</p><p></p><p>Asimétricos: La relación entre las partes implica una considerable diferencia respecto a los poderes en pugna. Ej.: mayoría versus minoría, jefe versus empleados, amo versus siervo, etc.</p><p></p><p>En los conflictos asimétricos, la raíz del conflicto no se ubica necesariamente en un particular interés que pueda estar generando contraposición entre las partes, sino indica que el problema se encuentra localizado precisamente en las características de cada uno y la relación que establecen. La resolución de conflictos en su enfoque tradicional está principalmente circunscrita a los conflictos simétricos. En aquellos de tipo asimétrico, la estructura está determinada de tal forma que en teoría, el más fuerte siempre debería ganar y el de inferior poder siempre debería perder. Por esto, la única forma de resolver este tipo de conflicto en forma pacífica es cambiando las estructuras, lo que no representa obviamente el interés del fuerte.</p><p></p><p>En consecuencia, no puede existir un resultado ganador-ganador por compromiso bilateral (que es la forma más racional de resolver un conflicto de tipo simétrico). Se requiere la necesaria intervención de una tercera parte que aúne esfuerzos con los que representan la parte débil del conflicto para llegar a un acuerdo negociado que evite la violencia.</p><p></p><p>Los conflictos asimétricos representan un alto costo para ambas partes (es opresivo ser opresor aunque no tanto como ser oprimido). También hay costos para los fuertes que deben mantener un estándar de opresión constante para impedir la subversión. En conflictos asimétricos severos llega un momento en que el costo se hace insostenible para ambas partes. Aquí, la dinámica para resolver el conflicto pasa por un cambio de la estructura actual de relaciones a otra.2</p><p></p><p>¿Qué es una guerra asimétrica?</p><p>Si recurrimos al diccionario, en el mismo podremos encontrar una definición académica de la palabra guerra: " (Del germano werra, discordia pelea) . . . lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación. . . ."3</p><p></p><p>Por tanto, queda claro que la guerra es un conflicto (discordia, pelea, lucha) en gran escala (entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación) y se distingue de otros conflictos porque en él se emplean las armas (lucha armada). Dicho de otra forma, se utiliza el "poder militar". </p><p></p><p>Combinando esta definición de guerra como forma de conflicto en el que se aplica el poder militar con la anterior de "conflicto asimétrico", esto es, aquel conflicto en el que la relación entre las partes implica una considerable diferencia respecto de los poderes en pugna, podemos arribar a una noción clara del término "guerra asimétrica", la que quedaría definida como aquel conflicto armado en gran escala donde la relación entre las partes implica una considerable diferencia respecto de los "poderes militares" en pugna.</p><p></p><p>Las partes en una guerra se denominan enemigos, por lo tanto, la verdadera esencia de la guerra asimétrica es el desequilibrio del poder militar que existe entre los enemigos. </p><p></p><p>Queda claro pues que los medios de lucha extremos o novedosos, el uso de recursos exóticos e imprevistos, etc., por parte del adversario cuyo poder militar es el más débil, constituye una consecuencia natural de este tipo de guerra y si bien la caracterizan, no deben integrar su definición, ya que son la consecuencia de un desnivel de poderes y no parte de su esencia.</p><p></p><p>La guerra asimétrica</p><p>El concepto de guerra y enemigos asimétricos no es nuevo, si bien ha tomado fuerza en la última década. Recordemos por ejemplo la alegoría bíblica de David y Goliat donde están presentes todos los elementos del enfrentamiento asimétrico. David representa a un pueblo pequeño, mal armado pero sumamente decidido, que se enfrenta a un enemigo gigante, fuerte, muy bien equipado para el combate, lo que constituye un desequilibrio de poder paradigmático. David, mediante la utilización de una onda –empleando tácticas de combate novedosas—consigue derrotar a su fuerte enemigo sin que este tuviera la oportunidad de hacer uso de un armamento convencional para la época como era su espada o sin que su armadura pudiera llegar a protegerlo.</p><p></p><p>Existen básicamente dos formas de enfrentar una guerra asimétrica, esto es una forma tradicional utilizando los mismos medios y las mismas técnicas que para la "guerra simétrica" y el enfoque "no tradicional" o "asimétrico" propiamente dicho, introduciendo en el conflicto los "medios extremos de lucha que no corresponden a los objetivos y medios de combate del oponente, utilizando recursos diferentes a los del adversario". A estas dos formas deberíamos agregar una tercera que es la versión "terrorista", con las salvedades que se hicieron al principio de este trabajo sobre una práctica delictiva condenable que no puede ser adoptada por un Estado respetuoso de las convenciones sobre la guerra.</p><p></p><p>Enfoque tradicional o disuasivo</p><p>Clausewitz en su obra "De la Guerra", da cuenta de la existencia de guerras que se dan entre enemigos sumamente dispares cuando dice ". . . la diferencia en fuerza física no debería ser mayor, a lo sumo, que lo que podría neutralizarse por la fuerza moral . . . Por ende, si hemos visto ciertas guerras que se producen entre estados desiguales en poderío, se debe a que en realidad la guerra se aleja mucho de nuestra concepción teórica original" e inmediatamente a continuación ofrece una explicación para tal fenómeno, "existen en la práctica dos causas para hacer la paz que pueden ocupar el lugar de ofrecer mayor resistencia: uno, la improbabilidad del éxito, el otro el excesivo costo a pagar por él".4</p><p></p><p>El general germano era gran admirador de la forma en que Federico el Grande obtuvo importantes logros militares y políticos a pesar de lo relativamente pobre de su poderío militar. Refiriéndose a ésto nos dice, "al frente de una pequeña nación que se asemejaba a las otras en muchas cosas y sólo las aventajaba en algunos aspectos de la administración, no podía convertirse en un Alejandro y hubiera terminado en un desastre como Carlos XII. Por ello, en toda su dirección bélica se trasluce un poder limitado, siempre ecuánime y nunca exento de fuerza . . . atributo que enfatizamos en la campaña de 1760, también en las otras, pero particularmente en esta, porque en ella sostuvo el equilibrio enfrentándose a una fuerza hostil muy superior y haciendo sólo un pequeño sacrificio".5</p><p></p><p>Clausewitz era pues, plenamente consciente de la existencia de conflictos asimétricos en los que aun una nación pequeña podía lograr el éxito siempre y cuando pudiese disuadir al adversario, logrando que este renunciara a la lucha debido al alto costo o a lo improbable de su éxito. En definitiva, el objetivo del débil era lograr que su enemigo no pudiese pagar el precio en material y sangre por los fines políticos que pretendía lograr.</p><p></p><p>El genio prusiano no logró imaginar "soluciones novedosas" o el "empleo de recursos diferentes", pues siempre mantuvo en su mente una concepción de enfrentamiento tradicional entre los oponentes, aún entre los asimétricos. Las soluciones que aportó en estos casos implicaban enfrentamientos en pie de igualdad y convencionales, pasando mas bien por un adecuado uso de la audacia, la sorpresa, la defensa estratégica y en definitiva una utilización ponderada de los recursos en el proceso disuasivo. Justo es aclarar que era casi imposible en su época concebir el grado de asimetría de poderes a los que se puede llegar en el mundo moderno (una superpotencia como EE.UU. frente a un país tercermundista) y, por otra parte, era heredero de una larga tradición militar europea, demasiado atada a una forma de combate ordenado en prolijas formaciones, lo que creaba en él una impronta muy importante.</p><p></p><p>Enfoque "No tradicional"</p><p>o "Asimétrico"</p><p>En julio de 1755, en América del norte (25 años antes del nacimiento de Clausewitz), una importante fuerza británica dotada de poderosa artillería al mando del General de división Edward Braddock fue derrotada por una pequeña y relativamente pobre fuerza de franceses e indios, los cuales aprovechando el terreno y ocultándose en los bosques, lograron causar a los británicos—que respondieron en forma tradicional concentrando sus medios, lo que los transformó en blancos fáciles—900 bajas, incluyendo a 15 de los 18 oficiales y la del propio Braddock.6</p><p></p><p>Aquí tenemos en un ejemplo casi contemporáneo a la experiencia de Clausewitz, un enfoque más práctico de la "guerra asimétrica", donde la esencia del conflicto estaba—según dicen Steven Metz y Douglas Johnson de la Escuela Superior de Guerra del Ejército de los Estados Unidos—en ". . . actuar, organizar y pensar de manera distinta a nuestro adversario, de manera de maximizar nuestras propias ventajas, explotar las debilidades del adversario, obtener la iniciativa y lograr una mayor libertad de acción."7</p><p></p><p>En términos coloquiales significaría no hacer lo mismo que intenta el adversario más fuerte, pues en ese planteo el débil ya está derrotado. Es preferible explotar las ventajas propias y las debilidades del enemigo en una forma diferente. Un ejemplo de esto puede verse en la guerra que sostuvo el ejército de los EEUU contra los indios Seminola, según John D. Waghesitein: "cuando los indios se enfrentaban con un poder de fuego mayor y en una situación táctica desventajosa, simplemente se dispersaban en agrupaciones pequeñas luchando una guerra de guerrillas . . . Cuando se esperaba que otros indígenas del este siguiesen las reglas de juego de defender una posición fija y ser derrotados, los Seminolas . . . rechazaban regularmente las batallas campales y en su lugar empleaban tácticas como las emboscadas y otros ataques repentinos . . .".8</p><p></p><p>Enfoque "Terrorista"</p><p>Existe una tercera forma de manifestación de la conflictividad asimétrica armada que está dada por el accionar de determinados grupos fundamentalistas, nacionalistas o relacionados con el crimen organizado nacional e internacional, los cuales recurren al instrumento del terror, que pueden, dado su alcance y magnitud, tener consecuencias muy graves. A modo de ejemplo basta contemplar la realidad colombiana, los ataques con gas Sarín en el subterráneo de Tokio o los atentados del 11 de septiembre contra los EEUU.</p><p></p><p>Estas prácticas son condenables, deben ser perseguidas y reprimidas, quienes las perpetran sean o no combatientes, infringen las leyes nacionales e internacionales. </p><p></p><p>Una fuerza militar legítima que pertenece a un "Estado de Derecho", nunca puede recurrir a prácticas terrorista.</p><p></p><p>Las dos caras de la moneda</p><p>Debido a lo abundante de la literatura de origen norteamericano que se ocupa del tema de los conflictos militares asimétricos, se tiende en general a abordar estos asuntos desde una perspectiva demasiado aferrada a la visión que los especialistas de este país tienen de los mismos.</p><p></p><p>Desde el punto de vista norteamericano y dado su actual status de superpotencia hegemónica, no existen más que eventuales enemigos, amenazas y guerras de tipo asimétrico, estando siempre su país en la posición del oponente "fuerte", salvo tal vez en el improbable caso de un enfrentamiento militar convencional o nuclear con China. </p><p></p><p>Esto no es ni bueno ni malo, sólo es parcial, pues es importante destacar que tal como el Dios romano Jano, este problema tiene dos caras debido a que en cualquiera de los enfoques antes mencionados para enfrentar un eventual "enemigo asimétrico", debe considerarse no sólo la perspectiva del más fuerte sino también la del más débil.</p><p></p><p>Cualquier estado, contingente internacional o comunidad beligerante, puede verse involucrado en un conflicto militar asimétrico en el que le toque desempeñar alguno de estos roles, sea el del más fuerte, sea el del más débil. </p><p></p><p>Un país como Uruguay, a pesar de su relativamente pequeño tamaño y vocación pacífica, no es ajeno tampoco a esta realidad debido a que las eventuales amenazas que puede enfrentar en el futuro, serán siempre asimétricas y es por eso que la realidad oriental (equivale a decir uruguaya) puede servir como ejemplo para ilustrarnos en este punto.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Derruido, post: 168291, member: 30"] Redefiniendo Asimetrías en el Empleo del Poder Aéreo Mayor José Palermo, Fuerza Aérea Uruguaya EL PRESENTE TRABAJO busca aportar elementos que contribuyan al desarrollo de una visión más amplia de la noción de conflicto militar asimétrico, en la cual se incluya la perspectiva que de este fenómeno se puede tener desde un país relativamente pequeño e institucionalmente fuerte, centrándose el estudio en particular sobre la aplicación del poder aéreo en dichos conflictos. El artículo va de lo general a lo particular, estudiando en primera instancia la naturaleza del conflicto asimétrico, posteriormente el conflicto asimétrico desde el punto de vista militar y finalmente el empleo del poder aéreo en estos conflictos, haciendo hincapié en la doble consideración que se deberá hacer de los mismos (dicotomía fuerte-débil). Las reflexiones vertidas a continuación presuponen que las fuerzas militares que intervienen en los eventuales conflictos sobre los que se teoriza o describen, se encuentran habilitadas para participar en los mismos de acuerdo al marco jurídico particular de cada Estado y a las oportunas directivas legítimas del gobierno correspondiente. Habrá que estudiar las soluciones particulares a la luz de cada orden jurídico específico a efectos de dar solución a temas tales como en que casos deben intervenir las Fuerzas Policiales o las Fuerzas Militares para neutralizar las eventuales amenazas, uso de fuerzas militares dentro y fuera de fronteras, uso de la fuerza mortal, etc. Análisis Para iniciar el estudio propuesto, se torna necesario definir claramente el objeto de estudio, esto es determinar sin lugar a dudas cuáles son las nociones de "conflicto asimétrico", "guerra asimétrica" y "enemigo asimétrico", ya que existe un uso promiscuo de los términos, los cuales se emplean en distintas acepciones, que si bien son verdaderas en sí mismas, resultan poco claras, incorporan elementos extraños y contribuyen en definitiva a la confusión del lector, ya que representan una tendencia muy generalizada mezclando la noción de "conflicto asimétrico" con una de las formas (la más eficaz por cierto) de abordar el mismo. A modo de ejemplo, basta señalar que "se refiere a la manera y medios extremos de lucha que no corresponden a los objetivos y medios de combate del oponente, utilizando recursos diferentes a los del adversario" o que es "recurso que utiliza el poder más débil al atacar de una manera imprevista el lado vulnerable del poder más fuerte" 1. Se puede percibir en estos ejemplos que se recurre una noción más bien de tipo intuitivo. Es importante aclarar que debe deslindarse completamente de la noción de "guerra asimétrica" el concepto de "terrorismo". El terrorismo es un instrumento ilegítimo de lucha, que puede ser empleado en conflictos "simétricos o asimétricos", que no se ajusta a las reglas de la guerra convencional y que persigue el infundir temor. Cualquier ejército o fuerza beligerante puede—y llegado el caso debe—usar legítimamente formas de lucha asimétrica sin por ello caer en las prácticas terroristas. En definitiva, el terrorismo es un instrumento de lucha que puede usarse durante cualquier tipo de conflicto humano, ("simétrico" o "asimétrico", de "alta intensidad" o "baja intensidad", "internacionales" o "de liberación nacional", etc.) y que por tanto no integra la definición de "guerra asimétrica" que propone este trabajo. ¿Qué es un conflicto asimétrico? El conflicto se define como un proceso dinámico donde actitudes, comportamientos y estructuras se interrelacionan. El conflicto surge cuando los intereses de las partes entran en colisión o las relaciones entre ellas se tornan opresivas. Así, las partes en conflicto comienzan a desarrollar actitudes hostiles y comportamientos conflictuales. La formación del conflicto, entonces, comienza a gestarse, crecer y desarrollarse en una espiral donde la desconfianza y mitificación mutuas aumentan la distancia entre las partes. Mientras esto sucede, el conflicto se expande, puede involucrar a otras partes, profundizarse, esparcirse y generar conflictos secundarios derivados del principal al interior de los mismos grupos o entre terceros no comprometidos en el primer conflicto. Cuando se habla de los conflictos en general, éstos se pueden clasificar atendiendo específicamente al factor "poder", en: Simétricos: La relación de poder es similar, es decir, ambas partes tienen cuotas similares de poder. Asimétricos: La relación entre las partes implica una considerable diferencia respecto a los poderes en pugna. Ej.: mayoría versus minoría, jefe versus empleados, amo versus siervo, etc. En los conflictos asimétricos, la raíz del conflicto no se ubica necesariamente en un particular interés que pueda estar generando contraposición entre las partes, sino indica que el problema se encuentra localizado precisamente en las características de cada uno y la relación que establecen. La resolución de conflictos en su enfoque tradicional está principalmente circunscrita a los conflictos simétricos. En aquellos de tipo asimétrico, la estructura está determinada de tal forma que en teoría, el más fuerte siempre debería ganar y el de inferior poder siempre debería perder. Por esto, la única forma de resolver este tipo de conflicto en forma pacífica es cambiando las estructuras, lo que no representa obviamente el interés del fuerte. En consecuencia, no puede existir un resultado ganador-ganador por compromiso bilateral (que es la forma más racional de resolver un conflicto de tipo simétrico). Se requiere la necesaria intervención de una tercera parte que aúne esfuerzos con los que representan la parte débil del conflicto para llegar a un acuerdo negociado que evite la violencia. Los conflictos asimétricos representan un alto costo para ambas partes (es opresivo ser opresor aunque no tanto como ser oprimido). También hay costos para los fuertes que deben mantener un estándar de opresión constante para impedir la subversión. En conflictos asimétricos severos llega un momento en que el costo se hace insostenible para ambas partes. Aquí, la dinámica para resolver el conflicto pasa por un cambio de la estructura actual de relaciones a otra.2 ¿Qué es una guerra asimétrica? Si recurrimos al diccionario, en el mismo podremos encontrar una definición académica de la palabra guerra: " (Del germano werra, discordia pelea) . . . lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación. . . ."3 Por tanto, queda claro que la guerra es un conflicto (discordia, pelea, lucha) en gran escala (entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación) y se distingue de otros conflictos porque en él se emplean las armas (lucha armada). Dicho de otra forma, se utiliza el "poder militar". Combinando esta definición de guerra como forma de conflicto en el que se aplica el poder militar con la anterior de "conflicto asimétrico", esto es, aquel conflicto en el que la relación entre las partes implica una considerable diferencia respecto de los poderes en pugna, podemos arribar a una noción clara del término "guerra asimétrica", la que quedaría definida como aquel conflicto armado en gran escala donde la relación entre las partes implica una considerable diferencia respecto de los "poderes militares" en pugna. Las partes en una guerra se denominan enemigos, por lo tanto, la verdadera esencia de la guerra asimétrica es el desequilibrio del poder militar que existe entre los enemigos. Queda claro pues que los medios de lucha extremos o novedosos, el uso de recursos exóticos e imprevistos, etc., por parte del adversario cuyo poder militar es el más débil, constituye una consecuencia natural de este tipo de guerra y si bien la caracterizan, no deben integrar su definición, ya que son la consecuencia de un desnivel de poderes y no parte de su esencia. La guerra asimétrica El concepto de guerra y enemigos asimétricos no es nuevo, si bien ha tomado fuerza en la última década. Recordemos por ejemplo la alegoría bíblica de David y Goliat donde están presentes todos los elementos del enfrentamiento asimétrico. David representa a un pueblo pequeño, mal armado pero sumamente decidido, que se enfrenta a un enemigo gigante, fuerte, muy bien equipado para el combate, lo que constituye un desequilibrio de poder paradigmático. David, mediante la utilización de una onda –empleando tácticas de combate novedosas—consigue derrotar a su fuerte enemigo sin que este tuviera la oportunidad de hacer uso de un armamento convencional para la época como era su espada o sin que su armadura pudiera llegar a protegerlo. Existen básicamente dos formas de enfrentar una guerra asimétrica, esto es una forma tradicional utilizando los mismos medios y las mismas técnicas que para la "guerra simétrica" y el enfoque "no tradicional" o "asimétrico" propiamente dicho, introduciendo en el conflicto los "medios extremos de lucha que no corresponden a los objetivos y medios de combate del oponente, utilizando recursos diferentes a los del adversario". A estas dos formas deberíamos agregar una tercera que es la versión "terrorista", con las salvedades que se hicieron al principio de este trabajo sobre una práctica delictiva condenable que no puede ser adoptada por un Estado respetuoso de las convenciones sobre la guerra. Enfoque tradicional o disuasivo Clausewitz en su obra "De la Guerra", da cuenta de la existencia de guerras que se dan entre enemigos sumamente dispares cuando dice ". . . la diferencia en fuerza física no debería ser mayor, a lo sumo, que lo que podría neutralizarse por la fuerza moral . . . Por ende, si hemos visto ciertas guerras que se producen entre estados desiguales en poderío, se debe a que en realidad la guerra se aleja mucho de nuestra concepción teórica original" e inmediatamente a continuación ofrece una explicación para tal fenómeno, "existen en la práctica dos causas para hacer la paz que pueden ocupar el lugar de ofrecer mayor resistencia: uno, la improbabilidad del éxito, el otro el excesivo costo a pagar por él".4 El general germano era gran admirador de la forma en que Federico el Grande obtuvo importantes logros militares y políticos a pesar de lo relativamente pobre de su poderío militar. Refiriéndose a ésto nos dice, "al frente de una pequeña nación que se asemejaba a las otras en muchas cosas y sólo las aventajaba en algunos aspectos de la administración, no podía convertirse en un Alejandro y hubiera terminado en un desastre como Carlos XII. Por ello, en toda su dirección bélica se trasluce un poder limitado, siempre ecuánime y nunca exento de fuerza . . . atributo que enfatizamos en la campaña de 1760, también en las otras, pero particularmente en esta, porque en ella sostuvo el equilibrio enfrentándose a una fuerza hostil muy superior y haciendo sólo un pequeño sacrificio".5 Clausewitz era pues, plenamente consciente de la existencia de conflictos asimétricos en los que aun una nación pequeña podía lograr el éxito siempre y cuando pudiese disuadir al adversario, logrando que este renunciara a la lucha debido al alto costo o a lo improbable de su éxito. En definitiva, el objetivo del débil era lograr que su enemigo no pudiese pagar el precio en material y sangre por los fines políticos que pretendía lograr. El genio prusiano no logró imaginar "soluciones novedosas" o el "empleo de recursos diferentes", pues siempre mantuvo en su mente una concepción de enfrentamiento tradicional entre los oponentes, aún entre los asimétricos. Las soluciones que aportó en estos casos implicaban enfrentamientos en pie de igualdad y convencionales, pasando mas bien por un adecuado uso de la audacia, la sorpresa, la defensa estratégica y en definitiva una utilización ponderada de los recursos en el proceso disuasivo. Justo es aclarar que era casi imposible en su época concebir el grado de asimetría de poderes a los que se puede llegar en el mundo moderno (una superpotencia como EE.UU. frente a un país tercermundista) y, por otra parte, era heredero de una larga tradición militar europea, demasiado atada a una forma de combate ordenado en prolijas formaciones, lo que creaba en él una impronta muy importante. Enfoque "No tradicional" o "Asimétrico" En julio de 1755, en América del norte (25 años antes del nacimiento de Clausewitz), una importante fuerza británica dotada de poderosa artillería al mando del General de división Edward Braddock fue derrotada por una pequeña y relativamente pobre fuerza de franceses e indios, los cuales aprovechando el terreno y ocultándose en los bosques, lograron causar a los británicos—que respondieron en forma tradicional concentrando sus medios, lo que los transformó en blancos fáciles—900 bajas, incluyendo a 15 de los 18 oficiales y la del propio Braddock.6 Aquí tenemos en un ejemplo casi contemporáneo a la experiencia de Clausewitz, un enfoque más práctico de la "guerra asimétrica", donde la esencia del conflicto estaba—según dicen Steven Metz y Douglas Johnson de la Escuela Superior de Guerra del Ejército de los Estados Unidos—en ". . . actuar, organizar y pensar de manera distinta a nuestro adversario, de manera de maximizar nuestras propias ventajas, explotar las debilidades del adversario, obtener la iniciativa y lograr una mayor libertad de acción."7 En términos coloquiales significaría no hacer lo mismo que intenta el adversario más fuerte, pues en ese planteo el débil ya está derrotado. Es preferible explotar las ventajas propias y las debilidades del enemigo en una forma diferente. Un ejemplo de esto puede verse en la guerra que sostuvo el ejército de los EEUU contra los indios Seminola, según John D. Waghesitein: "cuando los indios se enfrentaban con un poder de fuego mayor y en una situación táctica desventajosa, simplemente se dispersaban en agrupaciones pequeñas luchando una guerra de guerrillas . . . Cuando se esperaba que otros indígenas del este siguiesen las reglas de juego de defender una posición fija y ser derrotados, los Seminolas . . . rechazaban regularmente las batallas campales y en su lugar empleaban tácticas como las emboscadas y otros ataques repentinos . . .".8 Enfoque "Terrorista" Existe una tercera forma de manifestación de la conflictividad asimétrica armada que está dada por el accionar de determinados grupos fundamentalistas, nacionalistas o relacionados con el crimen organizado nacional e internacional, los cuales recurren al instrumento del terror, que pueden, dado su alcance y magnitud, tener consecuencias muy graves. A modo de ejemplo basta contemplar la realidad colombiana, los ataques con gas Sarín en el subterráneo de Tokio o los atentados del 11 de septiembre contra los EEUU. Estas prácticas son condenables, deben ser perseguidas y reprimidas, quienes las perpetran sean o no combatientes, infringen las leyes nacionales e internacionales. Una fuerza militar legítima que pertenece a un "Estado de Derecho", nunca puede recurrir a prácticas terrorista. Las dos caras de la moneda Debido a lo abundante de la literatura de origen norteamericano que se ocupa del tema de los conflictos militares asimétricos, se tiende en general a abordar estos asuntos desde una perspectiva demasiado aferrada a la visión que los especialistas de este país tienen de los mismos. Desde el punto de vista norteamericano y dado su actual status de superpotencia hegemónica, no existen más que eventuales enemigos, amenazas y guerras de tipo asimétrico, estando siempre su país en la posición del oponente "fuerte", salvo tal vez en el improbable caso de un enfrentamiento militar convencional o nuclear con China. Esto no es ni bueno ni malo, sólo es parcial, pues es importante destacar que tal como el Dios romano Jano, este problema tiene dos caras debido a que en cualquiera de los enfoques antes mencionados para enfrentar un eventual "enemigo asimétrico", debe considerarse no sólo la perspectiva del más fuerte sino también la del más débil. Cualquier estado, contingente internacional o comunidad beligerante, puede verse involucrado en un conflicto militar asimétrico en el que le toque desempeñar alguno de estos roles, sea el del más fuerte, sea el del más débil. Un país como Uruguay, a pesar de su relativamente pequeño tamaño y vocación pacífica, no es ajeno tampoco a esta realidad debido a que las eventuales amenazas que puede enfrentar en el futuro, serán siempre asimétricas y es por eso que la realidad oriental (equivale a decir uruguaya) puede servir como ejemplo para ilustrarnos en este punto. [/QUOTE]
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