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Mensaje: <blockquote data-quote="Nicolas Kasanzew" data-source="post: 862718" data-attributes="member: 6939">Publicado en "La Opinión" de Rafaela, Pcia. Santa FePrimer sunchalense en la ruta del LibertadorEl escribano Andrés Remondino retornó a Sunchales luego de haber participado de una experiencia inolvidable, como lo fue seguir la ruta de San Martín, cruzando los Andes a lomo de mula.SUNCHALES (De nuestra Agencia). - Desde estas páginas nos hicimos eco de una experiencia que encaró un sunchalense, emprendimiento que por sus características lleva implícito un especial sentimiento patriótico, centrado especialmente en la figura de nuestro héroe máximo, el General don José de San Martín.Hacemos alusión a la participación del escribano Andrés Remondino en el cruce de los Andes a lomo de mula, actividad que es impulsada por la . A su regreso dialogamos con el profesional quien confesó que la actividad sirve, entre otras cosas para dimensionar la gesta libertadora.RUTARelatando la experiencia, Remondino enfatizó que "llegamos hasta el límite, a la frontera con Chile, hasta el Cristo Redentor, allí fue el punto culminante de nuestra expedición".Agregó que "lo que pasa es que la expedición de la Asociación Cultura Sanmartiniana de Rosario, que este es el décimo segundo año que se realiza, no todos los años sigue la misma ruta, por ahí se hacen otras, otros cruces y siempre va variando".PARTICIPANTESEn cuanto a la cantidad de expedicionarios señaló que "por el paso que yo hice, que es el de Uspallata, éramos unos 58 y por el paso de Los Patos, había unos 35 más o menos. A ellos hay que sumarle toda la gente que hacía la logística, es decir cocineros, enfermeros, personal médico, gente de la organización, los que nos iban a acompañar".DELICIA GIACHINOMención especial mereció el encuentro con Delicia Giachino, al resaltar que "yo tuve la fortuna de que un grupo de veteranos de Malvinas se contactase conmigo, fundamentalmente con quien yo tengo más contacto es con el teniente de navío Owen Crippa, surgió la idea de hacer una acción pro Malvinas y él tuvo la excelente idea de contactar a Delicia Giachino, la madre del capitán Pedro Edgardo Giachino, el primer muerto de Malvinas, el día del desembarco el 2 de abril de 1982."Delicia Giachino nos visitó en la estación Polvaredas, el día 2 de febrero. Polvaredas es un pequeño caserío, con una estación de ferrocarril abandonada, tiene una pequeña y muy sencilla capilla, allí ella nos visitó, tuvo una alocución muy interesante, conociendo muy de cerca y la trastienda del conflicto Malvinas, dándonos datos impresionantes, que sólo ella puede conocer por una persona tan cercana a esta cuestión".Destacó que "tiene una solvencia y una lucidez impresionante y aparte es una persona que nos llegó a todos -quizás estábamos todos un poco sensibles, lejos de nuestras familias, lejos de nuestras casas-, había muchas personas muy emocionadas, casi al borde de quebrarse, lo que ella transmitía la verdad es que era muy profundo."Ella tuvo una pérdida irremediable, con el tiempo es como que la ha asumido, ella hablaba de su hijo como un hijo de la Patria, a su hijo nunca lo mencionó por su nombre de pila, siempre por su grado."Ese fue un día que nos marcó a todos".LA EXPEDICIONConsultado acerca de qué es lo que más costó sobrellevar manifestó que "lo que más me costó son las horas que diariamente teníamos que cabalgar, la verdad es que no soy hombre de a caballo, yo creo que fue más cabeza que músculos, tuve que sobreponerme mentalmente a las exigencias, y de estar siempre al límite de mis fuerzas, cabalgábamos un promedio de seis horas por día y el cuerpo pasa la factura, al segundo día duele todo. Dormíamos al sereno, en el piso, la verdad que fue una exigencia muy fuerte".ALIENTOAl referirse al contacto con personas en el camino remarcó que "teníamos gente que nos recibía, gente de la organización, eran quienes montaban la cocina de campaña, quienes cocinaban el rancho. En cuanto a personas que nos alentaban, solamente en algunos tramos que íbamos cerca de la ruta internacional, la ruta 7, cuando íbamos al costado de ella o teníamos que cruzarla, es una ruta muy transitada, nosotros conformábamos una caravana grande con un despliegue importante, y para la gente era una algarabía, cuando íbamos cerca de la ruta nos saludaban, sacaban fotos, los autos se detenían a ver la columna, porque era llamativo, toda esa gente montada, con el despliegue de banderas era impactante para la vista".CLIMAEn relación a la situación climática hizo saber que "no nos tocó lluvia, eso ayudó para la vida a la intemperie, tuvimos los dos primeros días muy calurosos, en la precordillera, pero después, seguía el calor, pero como íbamos subiendo, había más viento y se toleraba mejor, y mucho frío a la caída del sol y a la noche".ACTODestacó que "en Las Cuevas, arriba del Cristo, hubo un acto, la Asociación Cultural Sanmartiniana, con motivo del bicentenario colocó una plaqueta, estuvieron las autoridades de la Asociación, no hubo autoridades políticas, y ahí se dio el cierre de la expedición y bajamos a las Cuevas, y en ómnibus, nos dirigimos a Uspallata".EXPERIENCIA DE VIDAAl referirse a la realización manifestó que "la califico como una experiencia de vida, es algo inolvidable que nos marca a todos, es una experiencia de revalorización de los valores históricos, de valores patrióticos, era todo un ambiente de fervor patriótico y todo esto acrecentado por toda la cuestión pro Malvinas, acrecentado también por el advenimiento del Bicentenario y un poco también enfervorizados todos, porque diariamente las columnas eran encabezadas por las banderas de Argentina, Chile, Perú, del Vaticano, y yo puntualmente tenía el gallardete de la Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque, así que fue algo inolvidable".REITERACIONConsultado acerca si repetiría la experiencia puso énfasis al destacar que "no en lo inmediato, lo que me gustaría es tener la ocasión de hacerlo con mi familia, con la compañía de mis hijos, de mi esposa, para que ellos vivan lo que yo he vivido".</blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina