GUERRA DE MALVINAS
Lloraron cuando vieron que se arriaba la bandera argentina
Entrevista a Raul Villagra - Suboficial del Ejército, integrante del Regimiento nº 8 de Infanteria.
“Eran las nueve de la noche. No teníamos información sobre una rendición, ni se nos ocurría esa posibilidad. Estábamos en posición, listos para pasar la noche. Entonces, sentimos el vuelo de un helicóptero; estaba muy cerca. Comenzamos a prepararnos para atacar. Esa misma noche el general Galtieri había anunciado que continuábamos la lucha, y uno de los lugares donde seguía el conflicto era Bahía Fox, donde estábamos nosotros. Pero, como los ingleses tenían la palabra del general Menéndez de que nos rendíamos, ellos iban a comprobar, con ese helicóptero, cuál era nuestra actitud. Justo cuando estábamos por atacar, llegó un estafeta diciéndole a la compañía que había cesado el fuego y mandando el repliegue, por orden del jefe de regimiento”.
El memorioso relato le pertenece al cabo segundo Raúl Villagra, que recuerda con dolor el momento en que la bandera argentina fue arriada por los ingleses.
“Nos replegamos. Nos fuimos a dormir. Y, cuando nos despertamos, ya estaban las siluetas de las fragatas. Entonces, vimos que se bajaba del mástil la bandera argentina. Fue el momento más duro. Todos estábamos con hambre, sucios, con frío... pero creo que no hubo un soldado al que no se le cayó una lágrima cuando vio que arriaban nuestra bandera”, asevera el ex combatiente.
Un helicóptero trasladó al grupo en el que estaba Villagra hacia la fragata que los llevaría a San Carlos. “Yo había perdido la noción del tiempo. En un momento nos hicieron entrar al lanchón de desembarco. Pensábamos que nos iban a tirar al mar. Me abracé con otro soldado, de apellido García. Aquí se termina todo, decíamos. Era una sensación terrible. Pero después nos encandilaron las luces del buque Nordland, que nos llevó hasta Puerto Madryn. Nos volvió el alma al cuerpo”, contó.
Villagra afirma que en estos últimos 25 años la lucha continuó en cada uno de los soldados, a pesar de que el conflicto bélico finalizó el 14 de junio de 1982.
“El acceso al sistema de salud fue una lucha. Y también tuvimos que luchar mucho por conseguir trabajo. Al respecto, hay leyes que dan prioridad a los ex combatientes. Pero esas leyes nunca se cumplieron. El Ejército, además, nunca nos hizo un reconocimiento como nos merecemos”, se lamenta el suboficial, que actualmente está desocupado. “En mayor o menor medida -agrega Villagra- todos los ex combatientes sufrimos trastornos psicológicos después de la guerra”.
Yalux
Lloraron cuando vieron que se arriaba la bandera argentina
Entrevista a Raul Villagra - Suboficial del Ejército, integrante del Regimiento nº 8 de Infanteria.
“Eran las nueve de la noche. No teníamos información sobre una rendición, ni se nos ocurría esa posibilidad. Estábamos en posición, listos para pasar la noche. Entonces, sentimos el vuelo de un helicóptero; estaba muy cerca. Comenzamos a prepararnos para atacar. Esa misma noche el general Galtieri había anunciado que continuábamos la lucha, y uno de los lugares donde seguía el conflicto era Bahía Fox, donde estábamos nosotros. Pero, como los ingleses tenían la palabra del general Menéndez de que nos rendíamos, ellos iban a comprobar, con ese helicóptero, cuál era nuestra actitud. Justo cuando estábamos por atacar, llegó un estafeta diciéndole a la compañía que había cesado el fuego y mandando el repliegue, por orden del jefe de regimiento”.
El memorioso relato le pertenece al cabo segundo Raúl Villagra, que recuerda con dolor el momento en que la bandera argentina fue arriada por los ingleses.
“Nos replegamos. Nos fuimos a dormir. Y, cuando nos despertamos, ya estaban las siluetas de las fragatas. Entonces, vimos que se bajaba del mástil la bandera argentina. Fue el momento más duro. Todos estábamos con hambre, sucios, con frío... pero creo que no hubo un soldado al que no se le cayó una lágrima cuando vio que arriaban nuestra bandera”, asevera el ex combatiente.
Un helicóptero trasladó al grupo en el que estaba Villagra hacia la fragata que los llevaría a San Carlos. “Yo había perdido la noción del tiempo. En un momento nos hicieron entrar al lanchón de desembarco. Pensábamos que nos iban a tirar al mar. Me abracé con otro soldado, de apellido García. Aquí se termina todo, decíamos. Era una sensación terrible. Pero después nos encandilaron las luces del buque Nordland, que nos llevó hasta Puerto Madryn. Nos volvió el alma al cuerpo”, contó.
Villagra afirma que en estos últimos 25 años la lucha continuó en cada uno de los soldados, a pesar de que el conflicto bélico finalizó el 14 de junio de 1982.
“El acceso al sistema de salud fue una lucha. Y también tuvimos que luchar mucho por conseguir trabajo. Al respecto, hay leyes que dan prioridad a los ex combatientes. Pero esas leyes nunca se cumplieron. El Ejército, además, nunca nos hizo un reconocimiento como nos merecemos”, se lamenta el suboficial, que actualmente está desocupado. “En mayor o menor medida -agrega Villagra- todos los ex combatientes sufrimos trastornos psicológicos después de la guerra”.
Yalux
