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Mensaje: <blockquote data-quote="seba82_" data-source="post: 1639694" data-attributes="member: 14812">Segùn Braghini comenta lo que escribirè abajo :   La artilleria de campaña propia, reforzada con coheteras de Pucarà ingeniosamente montadas sobre un tractores y un caballete, abrìan de inmediato el fuego sobre el sector detràs de las alturas previas a Darwin hasta que se cortaran las comunicaciones con el observador adelantado que corregìa el fuego. Luego el silencio y la incertidumbre.  Poco tiempo despuès, pequeñas bengalas, todas de un mismo color surgieron detràs de las elevaciones. De repente vemos aparecer allì tropas desplegadas en perfecta formaciòn de cadena. Eran aproximadamente las 11 de la mañana, el dìa estaba claro, pero no podìamos distinguir si era propia tropa que se replegaba o tropas inglesas. El sector por el cual avanzaban era una leve pendiente de unos 2000 mts de largo por 700 de ancho, libre de obstàculos que se encontraba a un costado de la pista de aterrizaje y directamente al oblicuo derecho de nuestra posiciòn, desde donde dominaba perfectamente toda su extenciòn.  Cuando aparecen los primeros hombres establezco contacto radial con el PC. Despues de allì me dicen que habìan perdido todo contacto con nuestras primeras lineas y no sabìan si eran tropas propias o inglesas. La respuesta no se hizo esperar desde una pieza de artilleria de la FAA que se encontraban en la pista dan la alarma, las tropas que avanzaban eran enemigas pues les estaban tirando. Para ese entonces yo me encontraba en unos de mis cañones de 35mm que cubrìa ese sector como apuntador-disparador. Ordeno a mis hombres armar la mayor cantidad posible de peines de municiòn. Inmediatamente busco con el visor de tiro terrestre de la pieza la concentraciòn de tropas màs pròxima, aprecio unos 2000mts, quito el seguro del cañòn , apunto al centro de la concentraciòn (unos 10 hombres aprox) y presiono el pedal de disparo. El cañòn bitubo, con una cadencia de 1.200 disparos por minuto resulta un arma mortal y sumamente eficaz en el tiro terrestre. La ràfaga toma por sorpresa a los britànicos, cuyos cuerpos quedan esparcidos sobre el terreno. Apreciando que no quedan sobrevivientes busco otro pelotòn. Por la radio escucho al vicecomodoro Pedrozo que desde su PC observaba el fuego de mis cañones "Muy bien ADA sigan asì denle duro"!. Ante el aniquilamiento del primer pelotòn el resto de las formaciones trataban de alcanzar la quebrada para quedar a cubierto del fuego del cañòn, pero un largo trecho les quedaba por delante y en el intento muchos dejarìan la vida. Miro por el anteojo de punterìa del cañòn y ubico a otro pelotòn que habìa tomado trote. Apunto adelante y presiono el pedal de disparo, los cañones comienzan a rugir nuevamente y toman de lleno al pelotòn en avance, sus cuerpos quedan tendidos en el suelo. En el extremo màs alejado veo otro grupo que al trote trata de llegar a la quebrada y nuevamente disparo, los cañones comienzan a rugir. Uno se traba pero la ràfaga esta en el aire y es certera. Reparando el cañòn sigo tirando sobre fracciones aisladas.   En la pendiente ya no se veìan avanzar tropas, salvo por ahì uno o dos hombres que a la carrera trataban de llegar a la quebrada. La ùltima ràfaga que tirarìa con el cañòn fue dirigida a un pequeño pelotòn que se movìa para rodearnos, pero con mala suerte un proyectìl pegarìa en un poste y rebotarìa, incrustàndose en el grupo electrògeno dejàndome sin energìa. Inmediatamente nos dirigimos a la otra pieza para tomar su grupo electrògeno.   El avance por ese frente quedò frenado evidentemente les habìamos causado muchas bajas.Lo ocurrido en Pradera del Ganzo durante toda la campaña y muy especialmente lo narrado años despuès por miembros del Regimiento 2 de Paracaidistas me lleva hoy a sacar las siguientes conclusiones: respecto a del accionar de los pilotos britànicos no caben duda que conocìan muy bien la eficacia de los cañones de 35 mm a los que temìan y los llevaba a atacar con sumo cuidado, en relaciòn al ataque con tres harrier a una pieza aìslada durante el combate final en Pradera del Ganso pone en manifiesto las pèrdidas de vida que con ella les ocasionamos - nunca reconocieron-. cuànto daño les produjimos y cuànto dificultamos su ataque por que se vieron obligados a emplear tres harrier para atacar a una pieza aislada, blanco normalmente poco rentable para poder vislumbrar recièn de ahì una posìble victorìa.Un breve resumen sobre el tiro terreste de aquel entonces subteniente Braghini jefe de la tercera secciòn Bateria B GADA 601El Libro donde comenta su experiencia es "Malvinas asì peleamos" testimonios de veteranos del ejercito Saludos</blockquote>

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