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Mensaje: <blockquote data-quote="SantySF" data-source="post: 3712033" data-attributes="member: 28947">Yo siempre leo a la misma gente y no recomiendo, pero tengo excepciones. Siempre pierdan el tiempo con Janan Ganesh de Financial Times. Sin ideología, no es suave, no es comodo lo que escribe, no es amable. Esta nota habla un poco de la visión errada y me parece util para analizar el pensamiento de los políticos argentinos en materia de defensa. Porque nuestros politicos se encuentran fuertemente influenciados intelectualmente por europa y por fundaciones, becas, etc.Los neoconservadores una generación después Estados Unidos lanza ataques aéreos contra Irán que Europa no puede. Gran Bretaña, Francia y Alemania —o el "E3", que seguramente les parece impresionante— emiten un comunicado que no respalda ni se opone a la acción. El jefe holandés de la OTAN adula a Donald Trump llamándolo "papá" para mantener su interés en el continente desprotegido. Así termina una semana de silenciosa humillación para los europeos. Parece que los coleccionamos. Y así, el cambio está en marcha. Los presupuestos de defensa aumentan desde Dublín hasta Tallin. Últimamente, hablar de "poder blando" es cada vez más escaso, como los pronombres al final de los correos electrónicos. La capitulación intelectual de Europa ante la visión más marcial del mundo estadounidense es total y esperada. Entre quienes se muestran reivindicados se encuentra Robert Kagan, el llamado "neoconservador", cuyo esbelto libro " Del Paraíso y el Poder" causó revuelo en los salones en 2003. La paz regida por la ley en Europa es un logro sublime, argumentó. Pero no es forma de abordar el mundo exterior, donde aún se aplica la fuerza bruta. Los estadounidenses "marcianos" comprenden las relaciones internacionales mejor que los europeos, con sus nociones "venusianas" de buena voluntad universal. Fue un detalle de su parte no reeditar el libro como " ¿Qué te dije?".  ¿Deberían los neoconservadores reevaluarse? Ha pasado una generación desde que su reputación se desplomó en las calles y arenas de Irak. Ahora, mientras Ucrania lucha por su supervivencia y Siria intenta recuperarse de Bashar al-Assad, algunas de sus ideas son de sentido común. Como por ejemplo, que fomentar dictadores no es ni la mitad de inteligente a largo plazo de lo que sugieren los "realistas". Que un Estados Unidos arrogante y de gatillo fácil puede ser malo, pero uno reticente y en casa es peor. Es difícil argumentar contra la ingenuidad liberal de la Europa anterior a 2022 y el culto al dictador de Maga sin repetir inconscientemente un editorial del Weekly Standard de antaño. La exportación violenta de la democracia fue la peor arrogancia de la década del 2000, peor incluso que la presunción previa a 2008 de que los bancos centrales habían suavizado el ciclo económico para siempre. El argumento menos malo para Trump fue que, junto a los neoconservadores, era la personificación de la moderación. Pero como la democracia ahora no cuenta casi nada en la política exterior estadounidense, podemos ver cómo se manifiesta la sobrecorrección. Cabe destacar que algunos de los opositores más tenaces de Trump dentro de la derecha son neoconservadores, aunque no todos respondan a esa etiqueta. Además de Kagan, quien renunció al Washington Post debido a su ambivalencia en las últimas elecciones, están Bill Kristol y David Frum. Como se demostró cuando los moderados no lograron combatir la progresividad, dejándola en manos de los puristas de la libertad de expresión y las feministas centradas en un solo tema, a menudo se necesita una mente comprometida para luchar. El fervor tiene sus ventajas. Entonces, ¿se rehabilitará el neoconservadurismo? ¿Su sabor misionero atraerá a quienes ven la democracia desprotegida en todo el mundo? Lo dudo. «Sus» guerras simplemente salieron demasiado mal, incluso si Dick Cheney y Donald Rumsfeld, quienes no eran neoconservadores, las idearon. Como excusa, «La planificación fue chapucera» es tan válida como «El Brexit no se implementó correctamente». Si un gran proyecto utópico depende de una ejecución impecable, eso es un argumento en contra de llevarlo a cabo. (Podría llamarse a esta idea «conservadora»).   Aun así, sin saberlo, muchos de nosotros nos encontramos a diario diciendo cosas neoconservadoras. De todas las tonterías crédulas que se escribieron a principios del milenio sobre el poder de la "conectividad" digital para lograr la paz y sobre la pequeñez del mundo, la mayoría eran liberales. En cambio, el argumento neoconservador de que la violencia es permanente y que las sociedades libres deben jugar con rudeza ha envejecido demasiado bien. Si Europa hubiera escuchado, un continente con más población que Estados Unidos y más producción que China no tendría tan poca influencia en el mundo.En un viaje reciente a Champaña, me llevó un tiempo darme cuenta de cuánto de esa ondulante zona de placer consiste en campos de batalla de la Primera Guerra Mundial. Superar un pasado salvaje para convertirse en la capital mundial de la diversión es el milagro de Europa. Pero no es un modelo para las relaciones exteriores. Y se consolidó bajo el férreo paraguas de la OTAN. Decir todo esto ahora, cuando el consenso es que Europa debe armarse, es casi banal. Decir eso a principios del milenio requirió visión y audacia. El legado neoconservador es que los estadounidenses son de Marte, y también lo son los europeos.</blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina