Hasta principio de 2011 la compañía no entregará las nuevas unidades
La empresa aeronáutica estadounidense Boeing anunció este jueves que la entrega de sus primeros aviones 787 podrían posponerse unas semanas hasta principio de 2011 debido a una demora en la realización de las pruebas de vuelo.
En caso de confirmarse el aplazamiento, supondría un nuevo retraso para el aterrizaje en el mercado del avión comercial 787 Dreamliner, que estaba previsto que entrara en funcionamiento en octubre de 2007.
Desde entonces Boeing cambió en cinco ocasiones su fecha de salida por culpa de problemas con nuevos materiales y trabajos de rediseño.
La necesidad de cambiar los equipos de medición que recogen los datos generados en las pruebas de vuelo que se realiza al 787 fue el último contratiempo en el despegue de este nuevo modelo de avión, si bien el vicepresidente de la compañía, Scott Fancher, insistió en que intentarán cumplir los plazos fijados.
Boeing se comprometió con la aerolínea japonesa ANA a entregarle su primer Dreamliner en noviembre. El aviso de este jueves fue hecho, según la empresa, por “cautela” y confían en poder evitar el retraso.
El 787 realizó con éxito su primer vuelo de prueba el pasado mes de diciembre después de muchos meses plagados de altibajos, incluido la suspensión de su primera evaluación en el aire en 2009 debido a que no superó un test de tensión en una de sus a alas.
Los contratiempos, sin embargo, no restaron popularidad al aparato por el que la compañía ha recibido más de 840 pedidos de 55 aerolíneas por valor de US$ 140 mil millones.
Boeing ha puesto muchas esperanzas y recursos en este nuevo avión, con el que la firma espera recuperar terreno frente al consorcio europeo Airbus.
Frente al macroavión Airbus, Boeing ha apostado con el Dreamliner por un aparato de tamaño mediano -puede acomodar entre 210 y 250 pasajeros según la configuración- convencido de que las conexiones entre aeropuertos medianos son el futuro de la aviación.
El Dreamliner espera también fijar nuevos estándares ecológicos, pues consume hasta un 20% menos que otros aviones de su tamaño ya que es menos pesado por haber sido construido con materiales como el carbono y titanio.
(EFE)
La empresa aeronáutica estadounidense Boeing anunció este jueves que la entrega de sus primeros aviones 787 podrían posponerse unas semanas hasta principio de 2011 debido a una demora en la realización de las pruebas de vuelo.
En caso de confirmarse el aplazamiento, supondría un nuevo retraso para el aterrizaje en el mercado del avión comercial 787 Dreamliner, que estaba previsto que entrara en funcionamiento en octubre de 2007.
Desde entonces Boeing cambió en cinco ocasiones su fecha de salida por culpa de problemas con nuevos materiales y trabajos de rediseño.
La necesidad de cambiar los equipos de medición que recogen los datos generados en las pruebas de vuelo que se realiza al 787 fue el último contratiempo en el despegue de este nuevo modelo de avión, si bien el vicepresidente de la compañía, Scott Fancher, insistió en que intentarán cumplir los plazos fijados.
Boeing se comprometió con la aerolínea japonesa ANA a entregarle su primer Dreamliner en noviembre. El aviso de este jueves fue hecho, según la empresa, por “cautela” y confían en poder evitar el retraso.
El 787 realizó con éxito su primer vuelo de prueba el pasado mes de diciembre después de muchos meses plagados de altibajos, incluido la suspensión de su primera evaluación en el aire en 2009 debido a que no superó un test de tensión en una de sus a alas.
Los contratiempos, sin embargo, no restaron popularidad al aparato por el que la compañía ha recibido más de 840 pedidos de 55 aerolíneas por valor de US$ 140 mil millones.
Boeing ha puesto muchas esperanzas y recursos en este nuevo avión, con el que la firma espera recuperar terreno frente al consorcio europeo Airbus.
Frente al macroavión Airbus, Boeing ha apostado con el Dreamliner por un aparato de tamaño mediano -puede acomodar entre 210 y 250 pasajeros según la configuración- convencido de que las conexiones entre aeropuertos medianos son el futuro de la aviación.
El Dreamliner espera también fijar nuevos estándares ecológicos, pues consume hasta un 20% menos que otros aviones de su tamaño ya que es menos pesado por haber sido construido con materiales como el carbono y titanio.
(EFE)