MONTEVIDEO.- Un confuso episodio entre Venezuela y Uruguay sobre envío de proyectiles para fusiles se descubrió justo en medio de la visita del presidente Hugo Chávez y generó una investigación interna del gobierno de Tabaré Vázquez. La curiosidad de un diputado de la oposición activó el caso.
El gobierno había enviado al Parlamento un proyecto de ley para obtener aval para operaciones militares fuera del país: autorización de tropas en la misión de la ONU en Haití y participación en la operación Panamax II, con la fragata ROU 04 Gral. Artigas. En los proyectos, firmados por el presidente Vázquez, la ministra de Defensa, Azucena Berrutti, y el canciller Reinaldo Gargano, se aclaraba que, al regreso, la fragata iba a recoger en Venezuela "una carga para el Ejército Nacional".
El diputado Javier García, del Partido Nacional, preguntó a la ministra sobre el contenido de la carga. Berrutti reconoció que había "una confusión" en lo firmado y que el jefe del ejército le había dicho que no esperaba carga alguna de Venezuela. "¿Entonces, para quién es la carga?", preguntó el diputado. Le respondieron que se investigaría.
García dijo a LA NACION que, según los datos que recogió, el episodio revela una curiosa "triangulación entre Uruguay, Venezuela e Irán".
Las sospechas son en torno a una licitación del ejército uruguayo por fusiles, a la que se postuló, entre otras, una empresa de Irán, pero que envió las armas sin proyectiles. Eso obligó a los iraníes a reponer los proyectiles uruguayos usados en las pruebas, lo que en apariencia se intentó cumplir con "ayuda venezolana.
La verdad que con chavez no nos aburrimos nunca.
El gobierno había enviado al Parlamento un proyecto de ley para obtener aval para operaciones militares fuera del país: autorización de tropas en la misión de la ONU en Haití y participación en la operación Panamax II, con la fragata ROU 04 Gral. Artigas. En los proyectos, firmados por el presidente Vázquez, la ministra de Defensa, Azucena Berrutti, y el canciller Reinaldo Gargano, se aclaraba que, al regreso, la fragata iba a recoger en Venezuela "una carga para el Ejército Nacional".
El diputado Javier García, del Partido Nacional, preguntó a la ministra sobre el contenido de la carga. Berrutti reconoció que había "una confusión" en lo firmado y que el jefe del ejército le había dicho que no esperaba carga alguna de Venezuela. "¿Entonces, para quién es la carga?", preguntó el diputado. Le respondieron que se investigaría.
García dijo a LA NACION que, según los datos que recogió, el episodio revela una curiosa "triangulación entre Uruguay, Venezuela e Irán".
Las sospechas son en torno a una licitación del ejército uruguayo por fusiles, a la que se postuló, entre otras, una empresa de Irán, pero que envió las armas sin proyectiles. Eso obligó a los iraníes a reponer los proyectiles uruguayos usados en las pruebas, lo que en apariencia se intentó cumplir con "ayuda venezolana.
La verdad que con chavez no nos aburrimos nunca.