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Redacción
Boeing y Australia avanzan en la fabricación local y promoción de los nuevos drones de combate MQ-28 Ghost Bat
Desde que fuera formalizado el contrato de compra y producción de nuevos drones de combate MQ-28 Ghost Bat para la Real Fuerza Aérea Australiana, Boeing viene dando pasos sostenidos para iniciar la producción local en Australia de los nuevos vehículos aéreos no tripulados de combate. Asi dan cuenta los trabajos e inversión realizado en la planta desde la cual emergerán en un futuro los drones ubicada en la localidad de Toowoomba, Queensland, iniciando así la fabricación del primer avión de combate no tripulado diseñado y fabricado en Australia en más de cincuenta años.
El objetivo de Boeing se puede sintetizar en dos fases. La primera, con la inauguración y puesta en marcha de la nueva planta de 9.000 pies cuadrados, junto con instalaciones asociadas de mantenimiento y soporte, buscará cumplir la orden por 13 nuevos drones MQ-28 Ghost Bat Block II. Así se desprende del reciente acuerdo entre la filial de la empresa estadounidense y el gobierno australiano por un monto de US$ 400 millones.
Como fuera reportado a principios de año, el enfoque de los programas de Australia y EE.UU. es materializar un drone que sea compatible con cazas de cuarta, quinta y sexta generación a los fines de incrementar la flexibilidad táctica y capacidad de supervivencia. Una vez en servicio, el MQ-28 Ghost Bat operará en conjunto con la flota F/A-18 Super Hornets, EA-18G Growlers y E-7 Wedgetails, así como F-35A Lightning II de la RAAF. Se espera que el nuevo drone proporcione capacidades ofensivas y defensivas adicionales a las flotas de aviones de combate en servicio.
Habiendo realizado su primer vuelo en 2021, está proyectado que el MQ-28 Ghost Bat entre en servicio con la RAAF durante el 2025. Su incorporación implica un considerable paso para la estrategia de defensa australiana, tal como lo manifestó el Comodoro del Aire de la RAAF, Ross Bender, al afirmar que los sistemas no tripulados son un factor crítico para un país como Australia. Se espera que el primer drone operacional sea entregado durante el próximo año 2025.
La segunda fase de estrategia de Boeing es que, a través de estas instalaciones, que serán inauguradas en el año 2027, el drone MQ-28 Ghost Bat pueda ser promocionado para otras fuerzas aéreas a nivel regional, teniendo en cuenta el potencial crecimiento del segmento en base a la cada vez mayor presencia de vehículos aéreos no tripulados en operaciones militares.
Entre las capacidades que poseerá la nueva planta de Toowoomba, Boeing destaca que: “Las instalaciones de producción del MQ-28 incluirán capacidades de fabricación aeroespacial, incluida la fabricación de compuestos de fibra de carbono, junto con ensamblaje robótico avanzado para componentes principales y capacidades de prueba y ensamblaje final”.
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El objetivo de Boeing se puede sintetizar en dos fases. La primera, con la inauguración y puesta en marcha de la nueva planta de 9.000 pies cuadrados, junto con instalaciones asociadas de mantenimiento y soporte, buscará cumplir la orden por 13 nuevos drones MQ-28 Ghost Bat Block II. Así se desprende del reciente acuerdo entre la filial de la empresa estadounidense y el gobierno australiano por un monto de US$ 400 millones.
Como fuera reportado a principios de año, el enfoque de los programas de Australia y EE.UU. es materializar un drone que sea compatible con cazas de cuarta, quinta y sexta generación a los fines de incrementar la flexibilidad táctica y capacidad de supervivencia. Una vez en servicio, el MQ-28 Ghost Bat operará en conjunto con la flota F/A-18 Super Hornets, EA-18G Growlers y E-7 Wedgetails, así como F-35A Lightning II de la RAAF. Se espera que el nuevo drone proporcione capacidades ofensivas y defensivas adicionales a las flotas de aviones de combate en servicio.
Habiendo realizado su primer vuelo en 2021, está proyectado que el MQ-28 Ghost Bat entre en servicio con la RAAF durante el 2025. Su incorporación implica un considerable paso para la estrategia de defensa australiana, tal como lo manifestó el Comodoro del Aire de la RAAF, Ross Bender, al afirmar que los sistemas no tripulados son un factor crítico para un país como Australia. Se espera que el primer drone operacional sea entregado durante el próximo año 2025.
La segunda fase de estrategia de Boeing es que, a través de estas instalaciones, que serán inauguradas en el año 2027, el drone MQ-28 Ghost Bat pueda ser promocionado para otras fuerzas aéreas a nivel regional, teniendo en cuenta el potencial crecimiento del segmento en base a la cada vez mayor presencia de vehículos aéreos no tripulados en operaciones militares.
Entre las capacidades que poseerá la nueva planta de Toowoomba, Boeing destaca que: “Las instalaciones de producción del MQ-28 incluirán capacidades de fabricación aeroespacial, incluida la fabricación de compuestos de fibra de carbono, junto con ensamblaje robótico avanzado para componentes principales y capacidades de prueba y ensamblaje final”.
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