El fabricante estadounidense de aviones Boeing busca en Brasil proveedores y potenciales socios para participar en la construcción de cazabombarderos F/A-18 Super Hornet, en caso de que el modelo gane la licitación abierta por el gobierno brasileño para reequipar a la Fuerza Aérea de su país. Altos directivos de la empresa participan de una rueda de conversaciones con empresarios brasileños organizada por la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo. El director de desarrollo de negocios de Boeing, Mike Goggins, señaló este martes en encuentro con periodistas en la capital paulista que su propuesta es competitiva y a un precio "mucho menor" que la realizada por la Dassault Aviation, cuyo Rafale sería el avión preferido por el gobierno brasileño. Brasil abrió una licitación pública, cuya definición debe ser conocida a fines de octubre, para la compra de 36 cazabombarderos, en la que están como candidatos el Boeing F/A-18 de Estados Unidos, el Rafale Dassault de Francia y el Saab Gripen de Suecia. En compañía del vicepresidente de Boeing, Bob Gower, Goggins reiteró que la empresa está dispuesta a transferir tecnología y lo que sea necesario para el mantenimiento y actualización de las aeronaves. Al mismo tiempo, el ejecutivo manifestó su extrañeza con relación a la declaración del gobierno francés de que habría una transferencia "irrestricta" de tecnología en la fabricación de los Rafale, ya que partes del avión son producidas por terceros. El lunes 7, Lula da Silva anunció, tras recibir a su homólogo francés Nicolás Sarkozy en Brasilia, la decisión de entrar en negociaciones con Dassault debido a la amplitud de las transferencias de tecnología propuestas y las garantías ofrecidas por la parte francesa. Si bien ello no implicó un anuncio oficial de compra, la declaración fue tomada como una fuerte indicación de que el avión francés sería el escogido. Los mandatarios anunciaron asimismo una alianza estratégica en el área aeronáutica, donde ambos países "poseen ventajas importantes y complementarias", que podrá resultar en el desarrollo y construcción de equipamientos a ser vendidos en el futuro a terceros países. Dos días después, la embajada de Estados Unidos en Brasilia emitió un comunicado en el que consideraba que la decisión no es definitiva y manifestó la disposición para transferir a Brasil tecnología de F/A-18 Super Hornet, además de aprobar el montaje de los aviones en territorio brasileño. El gobierno brasileño aclaró que la decisión será tomada con criterio "político y estratégico" y la palabra final será del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
de espejo aeronautico
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