Supuestamente la idea era mezclar acetona, agua oxígenada y otro ácido. Así se obtenía el llamado “madre de Satán” o cuyo nombre científico es Triperóxido de Triacetona, un explosivo muy sensible y de alto poder explosivo. Según los ingleses, el “complot” era destruir en vuelo entre 6 y 10 aeronaves de American Airliners, United y Continental sobre el Atlántico, mientras realizaban la ruta Londres-EEUU. El aeropuerto londinense de Heathrow enloqueció y desde ahora no se puede subir más a los aviones con cualquier clase de líquido, gel, aerosoles, pasta dentífrica e incluso cámaras digitales, reproductores de mp3 o cualquier otro equipo electrónico, ya que los mismos se utilizan como detonadores.
De éste “complot” han quedado muchas dudas, pero sin dudas la más importante es si realmente existía la posibilidad concreta que una aeronave fuera destruída en vuelo por éste explosivo. Según Scotland Yard, se preveía que las detonaciones se iban a realizar en los baños de los aviones, ya que allí podían mezclar los componentes sin que nadie los observaran. Desconozco el poder real de 100 gramos de éste explosivo líquido, pero considerando que las explosiones se desarrollarían dentro de la cabina de pasajeros, tengo mis dudas si el daño provocado podía derribar el avión.
Las tres aerolíneas cubren el trayecto Londres-EEUU con aeronaves Boeing 777, aunque Continental también utiliza los 767-400; o sea que se trata de aeronaves de gran tamaño que de no recibir explosiones o daños en partes vitales, pueden continuar su vuelo y sobreponerse a una descompresión explosiva que seguramente sigue a una detonación y la pérdida de fragmentos del fuselaje. Otro factor a favor es que por la disposición de sus motores, cualquier desprendimiento en los laterales del fuselaje no es absorbido por los motores, algo que si sucedería en un modelo con motores trasero.
Han sucedido hechos similares donde por ejemplo un 737 perdió gran parte del fuselaje delantero y pudo seguir volando (foto), lo mismo con un 747 donde por descompresión se abrió parte del fuselaje y la bodega de carga. Los restos provocaron que los motores se detuvieran y aún así el avión pudo regresar al aeropuerto.
No soy experto en estructuras pero el “complot” no termina de convencerme, ya que con 100 ó 200 gramos de explosivos, el daño que se puede provocar a aeronaves del tamaño de un 767 o 777 es muy relativo, mucho más si la detonación sucede en áreas no vitales. Recordemos que todos los aviones de pasajeros tienen los sistemas duplicados o triplicados, unos se encuentran en el lateral derecho del fuselaje y los back up en el izquierdo a fin de minimizar fallos.
Luego de conocer que la invasión a Irak se justificó con información falsa, y viendo que los niveles de popularidad de Bush y Tony Blair van en picada, no me extrañaría alguna maniobra turbia para volver a instalar el terror en la gente. Los aviones son los que generan mayor publicidad y los que afectan a millones de personas. No sé que pensar, pero tengo muchas dudas.
De éste “complot” han quedado muchas dudas, pero sin dudas la más importante es si realmente existía la posibilidad concreta que una aeronave fuera destruída en vuelo por éste explosivo. Según Scotland Yard, se preveía que las detonaciones se iban a realizar en los baños de los aviones, ya que allí podían mezclar los componentes sin que nadie los observaran. Desconozco el poder real de 100 gramos de éste explosivo líquido, pero considerando que las explosiones se desarrollarían dentro de la cabina de pasajeros, tengo mis dudas si el daño provocado podía derribar el avión.
Las tres aerolíneas cubren el trayecto Londres-EEUU con aeronaves Boeing 777, aunque Continental también utiliza los 767-400; o sea que se trata de aeronaves de gran tamaño que de no recibir explosiones o daños en partes vitales, pueden continuar su vuelo y sobreponerse a una descompresión explosiva que seguramente sigue a una detonación y la pérdida de fragmentos del fuselaje. Otro factor a favor es que por la disposición de sus motores, cualquier desprendimiento en los laterales del fuselaje no es absorbido por los motores, algo que si sucedería en un modelo con motores trasero.
Han sucedido hechos similares donde por ejemplo un 737 perdió gran parte del fuselaje delantero y pudo seguir volando (foto), lo mismo con un 747 donde por descompresión se abrió parte del fuselaje y la bodega de carga. Los restos provocaron que los motores se detuvieran y aún así el avión pudo regresar al aeropuerto.
No soy experto en estructuras pero el “complot” no termina de convencerme, ya que con 100 ó 200 gramos de explosivos, el daño que se puede provocar a aeronaves del tamaño de un 767 o 777 es muy relativo, mucho más si la detonación sucede en áreas no vitales. Recordemos que todos los aviones de pasajeros tienen los sistemas duplicados o triplicados, unos se encuentran en el lateral derecho del fuselaje y los back up en el izquierdo a fin de minimizar fallos.
Luego de conocer que la invasión a Irak se justificó con información falsa, y viendo que los niveles de popularidad de Bush y Tony Blair van en picada, no me extrañaría alguna maniobra turbia para volver a instalar el terror en la gente. Los aviones son los que generan mayor publicidad y los que afectan a millones de personas. No sé que pensar, pero tengo muchas dudas.
