China y Rusia están tramando algo grande con su misión a la Luna, mejor que SpaceX y la NASA... Probablemente hayas oído que China tiene la mira puesta en la Luna, pero lo que la mayoría de la gente no sabe es lo ambiciosos que son realmente sus planes... y, lo más importante, la rapidez con la que avanzan. China está trabajando en algo grande, y hoy vamos a desglosarlo todo. Primero, ¿sabías que muchos de los experimentos que impulsan la ambiciosa visión lunar de China ya se están llevando a cabo dentro de la estación espacial Tiangong, o "Palacio Celestial", de China? Lanzada en 2021, Tiangong no es solo otro laboratorio orbital. Mientras que la EEI se centra principalmente en la adaptación humana al espacio y los misterios de la física, Tiangong es mucho más específico. Su misión es sentar las bases para los objetivos a largo plazo de China: construir una base lunar y, eventualmente, enviar misiones tripuladas al sistema solar exterior. Para lograrlo, hay un par de temas clave detrás de los experimentos que se llevan a cabo a bordo del Tiangong a lo largo de su vida útil prevista de 15 años. China y Rusia están tramando algo grande con la Misión Lunar, mejor que SpaceX y la NASA... El primero son las tecnologías de ensamblaje y construcción en órbita; en otras palabras, el desarrollo de la tecnología necesaria para construir grandes estructuras (naves espaciales, hábitats y estaciones) en órbita. China ya ha logrado avances impresionantes en este ámbito. En 2018, científicos chinos fueron los primeros en imprimir cerámica en 3D en microgravedad. Es lógico que se dediquen a esto. Poner piezas en órbita es difícil y costoso. Incluso el propio Tiangong tuvo que ensamblarse en varios lanzamientos, cada uno costoso y arriesgado. Pero imagine cuánto más fácil sería si pudiéramos simplemente enviar materiales al espacio y luego fabricar lo que necesitamos, o mejor aún, usar materiales que ya existen. Como los de la Luna. Científicos chinos han desarrollado un innovador sistema de impresión 3D que utiliza regolito lunar (el polvo y la tierra que se encuentran en la Luna) como única materia prima para la construcción. Esta innovación, impulsada por el Laboratorio de Exploración del Espacio Profundo en Hefei, elimina la necesidad de transportar materiales de construcción desde la Tierra. China y Rusia están tramando algo grande con la Misión a la Luna, mejor que SpaceX y la NASA... Su prototipo utiliza un concentrador reflectante de alta precisión y transmisión de energía por fibra óptica flexible para concentrar la energía solar. Esto produce las temperaturas extremas necesarias para fusionar el regolito lunar en estructuras sólidas. Extensas pruebas terrestres han demostrado la capacidad del sistema para fundir y moldear el regolito en líneas, superficies e incluso formas arquitectónicas complejas. El equipo ha validado con éxito su tecnología de concentración solar, transmisión de energía óptica y procesos de modelado del regolito en condiciones lunares simuladas. Este avance en la utilización de recursos in situ (ISRU) podría revolucionar la exploración lunar. Ya no nos referimos solo a pequeños puestos de investigación. Con esta tecnología, es posible construir infraestructura a gran escala en la Luna: carreteras, pistas de aterrizaje, plataformas e incluso edificios enteros, todo ello construido con suelo lunar.