Arrestan al cerebro del genocidio de Ruanda

Shandor

Colaborador
Colaborador
Idelphonse Nizeyimana, prófugo desde hacía 15 años, habría ideado la matanza de 800.000 personas, en 1994.

KAMPALA, Uganda.- La policía ugandesa arrestó a uno de los sospechosos de haber gestado el genocidio de Ruanda, en 1994. Idelphonse Nizeyimana, uno de los prófugos más buscados de Africa, está acusado también de haber ordenado la ejecución de la reina ruandesa, informaron ayer las autoridades.

Nizeyimana, ex subjefe de inteligencia ruandés y uno de los acusados por el genocidio en el que fueron asesinados unos 800.000 miembros de la minoría étnica tutsi y moderados de la mayoría hutu fue arrestado anteayer en Kampala, dijo el vocero del gobierno de Uganda, Fred Opolot.

Tras el arresto, el sospechoso fue conducido a Arusha, una ciudad del norte de Tanzania donde tiene su sede el Tribunal Penal Internacional para el Genocidio de Ruanda (TPIR), organismo creado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Judith Nabakooba, vocera de la policía ugandesa, dijo que Nizeyimana fue detenido anteayer en el hotel Executive Inn del barrio de Rubaga, en Kampala, donde estaba escondido y desde donde pretendía llegar a Kenya.

Nabakooba explicó que Nizeyimana llegó a Kampala el 1° de octubre y que entró en el país desde la República Democrática del Congo por el paso fronterizo de Bunagana, con documentación falsa a nombre de Kawogo.

Anteanoche, Nizeyimana "durmió en la comisaría de Jinja Road y hoy [por ayer] fue trasladado para ser juzgado en Arusha", donde se encuentra el TPIR.

La responsable policial señaló que Nizeyimana quedó a disposición del tribunal y que voló desde Entebbe, el aeropuerto de Kampala, a Arusha en un avión de las Naciones Unidas.

Un comunicado difundido por este organismo judicial internacional ratificó la información.

El ex capitán del ejército ruandés es uno de los cuatro principales acusados del genocidio en Ruanda en 1994. El TPIR sostiene que, junto con otros jerarcas, elaboró listas de intelectuales tutsis y personas en el poder y se las entregaron a los soldados y a las milicias que luego los mataron.

Además, está acusado de establecer los bloqueos en las carreteras en las que se asesinó a cientos de miles de tutsis y de proveer de armas y transportes a milicias, sabiendo que iban a ser usadas para ataques.

El de anteayer es el segundo arrestado notorio relacionado con el genocidio en dos meses. El ex mayor Gregoire Ndahimana, que había estado prófugo durante 15 años, compareció ante el tribunal la semana pasada después de que fue capturado en la República Democrática del Congo en agosto.

Factor detonante
Nizeyimana pertenecía al círculo próximo al presidente Juvenal Habyarimana. El mandatario, de origen hutu, murió el 6 de abril pasado luego de que su avión fue derribado. La venganza por ese asesinato fue el detonante del genocidio emprendido por los hutus contra los tutsis, grupos distanciados por un odio ancestral.

El TPIR debería haber acabado los juicios en 2008, aunque posteriormente se prorrogó la fecha límite hasta diciembre de 2010.

El 27 de noviembre de 2000 el TPIR procesó a Nizeyimana y pidió su detención por genocidio y crímenes contra la humanidad; Estados Unidos ofreció 5 millones de dólares por información que llevase a su captura.

Según una acusación preparada por el tribunal, Nizeyimana formó unidades secretas de soldados que llevaron a cabo la ejecución de la entonces reina de Ruanda, Rosalie Gicanda, una figura simbólica para todos los tutsis. Tras la matanza, muchos de los responsables del genocidio ruandés atravesaron la frontera y se instalaron en la República Democrática del Congo, donde se reagruparon en organizaciones guerrilleras, en especial en la Fuerza Democrática para la Liberación de Ruanda.

Agencias AP, Reuters y EFE
 
Arriba