Estamos hoy reunidos para conmemorar el vigésimo quinto aniversario de la participación de la Flota de Mar en la gesta de Malvinas.
No se me ocurre mejor marco para esta ceremonia que esta plaza de armas “Capitán de Fragata Gómez Roca”, que lleva precisamente el nombre de un comandante que murió en el puente de su buque, cumpliendo su deber. Aquí estamos además rodeados de los actuales buques de la Flota de Mar, la mayoría de los cuales se incorporó a la Armada a partir de 1983. Sólo quedan en esta dársena dos protagonistas de la guerra de Malvinas: los destructores Hércules y Santísima Trinidad, siendo ambos mudos testigos de historias de abnegación, entrega y amor a la Patria.
Todos los que hemos navegado sabemos lo que significa el espíritu de buque, esa relación eterna que surge entre todos los tripulantes de una unidad, donde cada uno es una pieza vital para el funcionamiento del conjunto. Hay distintos roles a bordo, y es sin dudas el comandante, el director de una orquesta donde cualquier instrumento que desafine afectará el resultado final. Lo que está en juego es el cumplimiento de la misión, que siempre contribuye a defender la soberanía y los intereses de la Patria en el mar. Lo que está en juego también es la propia vida de los tripulantes, con lo cual el espíritu de buque se fortalece con las emociones y sentimientos propios de toda situación límite.
Prueba de ello son las 332 bajas que sufrió la Flota de Mar en 1982, donde 323 correspondieron al crucero ARA “General Belgrano”, 8 al aviso ARA “Alférez Sobral” y 1 a la corbeta ARA “Guerrico”.
La Flota de Mar tiene en esas bajas 332 héroes, que llegaron al máximo sacrificio por su Patria. Pero también tiene la Flota de Mar cientos de héroes anónimos que hoy están entre nosotros, cada uno con su experiencia naval y experiencia de vida, orgullosos de haber dado lo mejor de si mismos cuando las circunstancias lo exigieron. También son héroes anónimos sus familiares y amigos, que los apoyan y contienen.
En el mundo actual, donde todo cambia minuto a minuto merced a la tecnología, hay cosas que no cambiarán, pues son una característica distintiva de la gente de bien: me refiero a los valores. Cada uno de los héroes que mencione, conocido o anónimo, representa los valores que hace casi doscientos años son la columna vertebral de la Armada. Prueba de la inmutabilidad de esos valores, son algunos versos que hace más de 400 años escribió Calderón de la Barca refiriéndose a la profesión militar:
“Porque aquí la sangre excede
el lugar que uno se hace
y sin mirar cómo se nace
se mira como procede.
Aquí la necesidad
no es infamia; y si es honrado
pobre y desnudo un soldado
tiene mayor calidad
que el mas galán y lúcido,
porque aquí, a lo que sospecho,
no adorna el vestido el pecho,
que el pecho adorna el vestido.
Y así de modestia llenos
a los más viejos verás
tratando de ser lo más
y de parecer lo menos.”
Hoy, la masiva asistencia de ex tripulantes de los buques que integrando la Flota de Mar participaron en la guerra de Malvinas me llena de orgullo, pues demuestra fehacientemente que oficiales, suboficiales y conscriptos somos parte indisoluble de la Armada, sin distinción de jerarquías. Señoras y señores: cuando un buque se hunde, lo hace para todo el mundo por igual.
Destaco también la presencia de tripulantes de otras unidades navales, que aún no habiendo pertenecido a la Flota, por residir en esta zona hoy recibirán también la distinción “Operaciones de Combate”.
En este mes de mayo cada componente del comando de operaciones navales ha tenido su ceremonia, pero quiero destacar que más allá de que haya actos múltiples por este 25 aniversario, la causa Malvinas es una sola y nos aglutina a todos. Este es el mensaje que quiero pasar a quienes nos toman la guardia en la Armada. Muchos de estos hombres y mujeres que hoy tripulan nuestros buques no habían nacido en 1982. Nuestros héroes no morirán jamás mientras los recordemos con amor y mientras entendamos de generación en generación que muy cerca hay unas islas que históricamente nos pertenecen, tal como se reclama cada año en Naciones Unidas. Su suelo está regado con nuestra sangre y nuestros muertos la custodian.
Esta Flota de Mar trabaja día a día en forma integrada con los otros componentes del poder naval, y con las otras fuerzas armadas de nuestro país mostrando siempre profesionalismo, orgullo y cohesión. Entendemos que es nuestro mejor tributo a nuestros muertos y a todos los veteranos de guerra. aun sobrellevando dificultades, estos jovenes que hoy nos rodean visten orgullosos sus uniformes y estan dispuestos a luchar por su patria. ellos deben capitalizar nuestras experiencias y el contacto personal con los veteranos es una excelente oportunidad para lograrlo.
sobre el cierre de esta ceremonia inauguraremos la “guardia de roble de la flota de mar”, constituida por 16 robles que representan a cada buque de la flota que participo en la guerra de Malvinas .
esta guardia de roble sera el vinculo vivo entre el pasado y el futuro, pues cada ex tripulante de esos buques se sentira vinculado a ese arbol y los tripulantes de los buques actuales lo cuidaran permanentemente.
los cascos de la flota del almirante brown estaban construidos de roble. pero ademas el culto del roble es uno de los origenes del acto de pensar europeo. interpretar lo que nos rodea es lo que nos diferencia del resto de los animales y puso la base del pensamiento filosofico.
en grecia se adoraba a zeus, representadolo con ramitas de roble. los pueblos celtas de francia consideraban el muerdago y el roble como los elementos mas sagrados de la naturaleza. los druidas eran los filosofos de aquella epoca. druida significaba “hombre-roble”, y ellos interpretaban la realidad apelando al arbol-dios. sus filosofias de guerra, de convivencia, de armonia social, de satisfaccion de necesidades fisicas y espirituales, se consultaban con el roble. por muchos siglos el roble aporto cierta “calma o satisfaccion intelectual”
mas alla del simbolismo del roble, y sin pretensiones filosoficas, ojala estos robles nos den sabiduria, prudencia y coraje para afrontar cada dia las decisiones que requiera cada situacion en bien de la armada y de la patria.
mientras tanto, estos 16 árboles que forman la “guardia de roble de la flota de mar”, seran para los ex tripulantes de los 16 buques que representan, un permanente mensaje de fortaleza y cohesion. uno junto al otro como navegaron hace 25 años, custodiaran esta plaza de armas donde se desarrollan nuestras ceremonias mas importantes, dando adecuado marco al busto del sr. capitan gomez roca y a nuestro pabellon nacional.
las nuevas generaciones que caminen por esta plaza de armas podran leer en las 16 placas los nombres de los buques que participaron en la guerra de Malvinas y conectarse mental y espiritualmente con esa epopeya heroica. en el proximo aniversario de la flota de mar descubriremos aquí una placa con los nombres de los 332 heroes que dieron su vida por su patria, para que cada joven hombre y mujer de la flota sepa que somos herederos de los valores que ellos representan.
entre todos cuidaremos estos robles para que crezcan fuertes y orgullosos recordandonos el compromiso permanente de la flota de mar para con nuestra sociedad y para la custodia de nuestra soberania.
agradezco la presencia de autoridades, invitados especiales, ex tripulantes y sus familiares. son ustedes los que nos dan fuerzas para tripular nuestros buques y vencer diariamente cuantiosas dificultades, esas dificultades nos haran mas fuertes y unidos si sabemos encontrar en ellas oportunidades que refuercen nuestro optimismo.
finalmente pido para todos nosotros y para la sociedad argentina de la que todos somos parte, que dios y nuestra señora stella maris, nos concedan serenidad para aceptar las cosas que no podamos cambiar, el coraje para cambiar las que si podamos cambiar, y por sobre todo, la sabiduria para reconocer la diferencia.
Contralmirante Antonio Torres
Comandante de la Flota de Mar
