Anecdotas de un viejo aviador militar: Brig.My(R) Ricardo Salas

Leí hace poco el libro "Más allá de los limites" escrito por el Brig.My(R) Ricardo José Salas.Repasa anécdotas de su vida como aviador militar, siendo alumno e instructor de la EAM y luego transportero.Les voy a resumir algunas de ellas, porque no tienen desperdicio.

Cuenta que allá por 1946/47 tenía que impartir instrucción de vuelo nocturno a un pelotón de 4 alumnos en un NA-16, en la EAM.No existían comunicaciones radiales ni entre aviones ni entre aviones y torre.Se dividía el cielo en 4 sectores imaginarios de 90 grados con centro en la torre.Sector 1: de 0 a 90 grados, Dos, de 90 a 180 grados y asi sucesivamente.Se usaba un sistema de 4 hileras de focos verdes montados en los techos de la FMA.Una hilera encendida significaba un llamado al avión que volaba en el sector 1, dos hileras al avión del sector 2,etc.Obviamente, no se volaba ni con mal tiempo ni con nubes bajas y había que orbitar cerca para poder ver las luces.
Tenía bien "junados" los defectos y virtudes de cada uno de los 4 alumnos que tenía a cargo suyo; uno era el virtuoso, que hacia todo igual o mejor que el instructor, dos mas bastante "normales" con las dificultades propias que todos tienen al aprender a volar y finalmente, el retraído,el autoconvencido de que "no servía" para volar y que siempre pensaba que el instructor lo ayudaba siempre cuando estaba volando, al que llama simplemente "Enrique" en el libro.Justamente, él tenía el primer turno esa noche, que consistía, en virajes sobre el sector 1, cuatro aterrizajes y responder las señales luminosas antes mencionadas.
Despegan, con "Enrique" a los mandos y no alcanzan a sobrepasar la Fábrica cuando ven que se enciende una hilera de luces verdes;significaba volver y aterrizar, pero Enrique duda, el instructor Salas lo alienta firmemente que haga caso y vuelva, pero empieza un viraje muy chato y muy abierto, que lo llevará muy lejos, perderá tiempo y hará atrasar a los aviones que están volando en los otros sectores.Le dice Salas "¡Inclínelo mas, sostenga firme la palanca atras para cerrar más el viraje!", pero usaba solo los pedales y no inclinaba las alas, saliéndole un viraje "como de tranvía" según gustaban decir los cadetes.La señales invitaban a aterrizar al Sector 3, entonces Salas, para no perder tiempo,anuncia que va a tomar los comandos para enseñarle, pero......baja la mano y en la oscura cabina,no encuentra la palanca.....¡pòrque no estaba".Algún mecánico la había sacado y no la habia puesto otra vez :svengo:.Salas empalideció, enmudeció y,tratando de impostar la voz,le dice a "Enrique": "¡Muy bien, asi, así, bien atras, cierre el viraje, muy bien, es todo suyo !":hurray:,Aterrizan bien, pero...faltaban 3 más y decidió seguir así, sin decirle nada al alumno, para que se sacara ese complejo de inferioridad.Al terminar con Enrique, y a la vista de los demás alumnos, lo hizo subir al puesto de instructor para que haga una inspección y diga qué veía: "Enrique" con los ojos desorbitados comenta, casi a los gritos, que "no está la palanca" :puke:.La alegría ,despues del susto, de "Enrique" fué inenarrable, tan eufórico estaba, que hasta se permitió decirle a su instructor que "usted debe tener unas bolas de acero para aguantarse esas 5 vueltas y es medio inconsciente, para hacerlo con un "tagarna" tan peligroso como yo ¡¡¡¡¡".Salas, juramentó a todo el pelotón que guardaran el secreto, e hizo volar a todos los demas miembros "sin la palanca".Esa noche, al terminar la tarea, cuenta Salas que no durmió, pensando en qué efecto habría causado en cada uno de sus alumnos esa inconsciencia, que al decir de él tenía un fin mucho más noble, que simples canchereadas como hacer un tonel en el despegue o acrobacias en la casa de alguna novia.De todas maneras juró no volver a hacerla y empezó a creer que quienes le habían dicho que tenía pasta para instructor, no se habían equivocado.:cheers2::hurray:
 
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