Los poderosos del mundo ya rompieron lanzas con nosotros hace rato. Cuando les convienen nos elogian y nos dan bola. Eso sí, nada de reclamar por lo que es tuyo o prepararte para defenderte de su rapiña, porque pasas a ser un paria, un País poco serio, no previsible y bla,bla,bla. Lo peor es que...