¡Ay, Virgencita Santa, si me salvo de ésta, nunca más le pego a mi mujer!
Uno de los que estábamos tirados en un barranco de Bahía Fox mientras recibíamos la segunda tanda del primer bombardeo naval que recibíamos en nuestra vida.
Otra, en la misma situación:
¡**** madre! siempre que estuve en...