Cambiar la línea de armamento ligero es muy, pero muy difícil.
Hay tantos detractores del 5,56 como defensores del mismo.
No tenemos recursos suficientes para dicho cambio. Pero aunque los tuviesemos hay que definir la línea de calibre, la cual hoy dice que:
- La experiencia de combate reciente ha demostrado la falta de pegada del 5,56 con respecto al 7,62 en combate en localidades.
- La gran existencia de fusiles FAL (incluso sin estrenar) aseguran logística y largos años de servicio. Ni que hablar de la instrucción que no cambia.
- Argentina dispone de matricería para producir 7,62NATO, pero no de 5,56 (ya sé que antes se producía el cartucho M193. Hoy no más)
- La IM está acorralada con sus M-16 y Minimí (falta de repuestos y difícil obtención de munición). Ya hay muchas voces que piden unirse al proyecto M-5.
En resumen. Larga vida al FAL modernizado (M-5)