Como se anticipaba la semana pasada, la novedad de los últimos días es que Las Europas quieren, y necesitan, invitarse a sí mismos a la mesa de negociaciones y/o crearse su propia mesa de negociaciones. Para eso necesitan de alguna manera empiojar la cancha.
Es lo que necesitan para “asegurar nuestro futuro” (el elocuente nombre de la cumbre de emergencia en Londres). Si fracasan, temen caer en la irrelevancia, como advierte Macron.
Notar que ese “nuestro” abarca a los 30 presentes. No incluyo a Estados Unidos ni los países bálticos… y un largo etcetera de ciento y pico de naciones del globo. Pero sí incluye a Canada.
Varios de este “nuestro” advierten que rechazan toda forma de “neoimperialismo” refiriéndose con ello tanto a Rusia como, en particular, Estados Unidos.
Pero como es imposible la uniformidad de todos los “nuestros”, lo que tenemos es la conformación de una alianza más acotada.
La nueva “Alianza de los Dispuestos”, liderada por Reino Unido, Francia y “uno o dos países más” que visitarán a las partes involucradas e impulsaran su propio proceso de paz.
Esta contrapropuesta, más allá de las medidas concretas y su realismo, destacan que las negociaciones no puede circunscribirse sólo a Rusia y Estados Unidos (como entienden que sucede hasta ahora), sino que debe ser con la participación adicional de Ucrania y “los dispuestos”. Para “nuestro” es mejor una mesa de cuatro que de dos. Tampoco cinco o más.
Mientras tanto, para que los Neoimperios dejen de ignorar a los Dispuestos, estos apuestan por continuar financiando y armando a Ucrania. La forma más convencional de empiojar la cancha.
Ante todo, absolutamente predecible. Obviamente, los Dispuestos tienen que hacer algo si no quieren quedarse al margen y que otros decidan sobre el futuro “nuestro”.
Lo interesante de esto es que la Alianza de los Dispuestos van a hacer exactamente lo que Trump viene reclamando: que los Dispuestos se hagan cargo de la cuestión ucraniana y la paguen de su propio bolsillo. Seguramente no se opondrá que como parte de ese esfuerzo, compren armas y servicios a Estados Unidos.
Los Dispuestos anticiparon una incipiente propuesta de paz alternativa. Tratarán de ajustarla mejor (seguramente en alguna reunión más cerrada entre Reino Unido, Francia y uno o dos más) y, luego, presentársela a Estados Unidos. A pesar de las criticas al Neoimperio, entienden que quieren tratar de seducir con el mismo a Estados Unidos y sostener la tradicional relación atlántica.
Como esto era predecible, me parece que los dos Neoimperios ya se habían anticipado a este obvio movimiento. Porque ambos han sostenido, desde la reunión en Arabia Saudita, que entre ambos países existen muchos más asuntos bilaterales en todo el mundo que el estrictamente ucraniano. Muchos asuntos vinculados al futuro que requieren normalizar las relaciones y trabajar bilateralmente. Continuarán trabajando en ello con independencia del conflicto Ucraniano y las preocupaciones de “Nuestro” en general, y “los Dispuestos”, en particular.
Es lo que necesitan para “asegurar nuestro futuro” (el elocuente nombre de la cumbre de emergencia en Londres). Si fracasan, temen caer en la irrelevancia, como advierte Macron.
Notar que ese “nuestro” abarca a los 30 presentes. No incluyo a Estados Unidos ni los países bálticos… y un largo etcetera de ciento y pico de naciones del globo. Pero sí incluye a Canada.
Varios de este “nuestro” advierten que rechazan toda forma de “neoimperialismo” refiriéndose con ello tanto a Rusia como, en particular, Estados Unidos.
Pero como es imposible la uniformidad de todos los “nuestros”, lo que tenemos es la conformación de una alianza más acotada.
La nueva “Alianza de los Dispuestos”, liderada por Reino Unido, Francia y “uno o dos países más” que visitarán a las partes involucradas e impulsaran su propio proceso de paz.
Esta contrapropuesta, más allá de las medidas concretas y su realismo, destacan que las negociaciones no puede circunscribirse sólo a Rusia y Estados Unidos (como entienden que sucede hasta ahora), sino que debe ser con la participación adicional de Ucrania y “los dispuestos”. Para “nuestro” es mejor una mesa de cuatro que de dos. Tampoco cinco o más.
Mientras tanto, para que los Neoimperios dejen de ignorar a los Dispuestos, estos apuestan por continuar financiando y armando a Ucrania. La forma más convencional de empiojar la cancha.
Ante todo, absolutamente predecible. Obviamente, los Dispuestos tienen que hacer algo si no quieren quedarse al margen y que otros decidan sobre el futuro “nuestro”.
Lo interesante de esto es que la Alianza de los Dispuestos van a hacer exactamente lo que Trump viene reclamando: que los Dispuestos se hagan cargo de la cuestión ucraniana y la paguen de su propio bolsillo. Seguramente no se opondrá que como parte de ese esfuerzo, compren armas y servicios a Estados Unidos.
Los Dispuestos anticiparon una incipiente propuesta de paz alternativa. Tratarán de ajustarla mejor (seguramente en alguna reunión más cerrada entre Reino Unido, Francia y uno o dos más) y, luego, presentársela a Estados Unidos. A pesar de las criticas al Neoimperio, entienden que quieren tratar de seducir con el mismo a Estados Unidos y sostener la tradicional relación atlántica.
Como esto era predecible, me parece que los dos Neoimperios ya se habían anticipado a este obvio movimiento. Porque ambos han sostenido, desde la reunión en Arabia Saudita, que entre ambos países existen muchos más asuntos bilaterales en todo el mundo que el estrictamente ucraniano. Muchos asuntos vinculados al futuro que requieren normalizar las relaciones y trabajar bilateralmente. Continuarán trabajando en ello con independencia del conflicto Ucraniano y las preocupaciones de “Nuestro” en general, y “los Dispuestos”, en particular.
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