En el marco de una reciente conferencia de prensa el actual CEO de la compañía rusa JSC PO Sevmash, Mikhail A. Budnichenko, ha dado a conocer que el crucero nuclear modernizado Almirante Nakhimov de la Armada Rusa finalizó sus primeras pruebas de fábrica en el mar, marcando un importante avance en el programa al cuál está siendo sometido. Se trata de todo un hito para el proceso en cuestión, en tanto previo a la serie de testeos que fueron completados el día de ayer el buque llevaba mas de veinte años sin poder navegar para la institución, considerando especialmente los diversos retrasos que derivaron en el comienzo de su modernización recién en el año 2014.

El crucero Almirante Nakhimov de la Armada Rusa

Recogiendo las declaraciones del breve fragmento en el cuál Budnichenko se refirió al buque: “Hemos completado de forma exitosa la primera etapa de pruebas en el mar del crucero Proyecto 11442M Almirante Nakhimov. Ha de considerarse que actualmente este se encuentra en su tercera prueba de mar, estando previsto que regrese a la base (NdE: en Severodvinsk) el día 25 de este mes. Nosotros ya estamos celebrando, pero la nave sigue navegando con su tripulación y nuestro equipo de técnicos, realizando tareas de mucha importancia.

Resulta de utilidad traer a colación en este punto, que el Almirante Nakhimov se constituye como el último de cuatro buques de la clase Kirov que sobrevive a fechas actuales, recordando que la construcción de un quinto ejemplar fue cancelada por la Armada Rusa. En detalle, los cruceros Almirante Ushakov y Almirante Lazarev ya se encuentran fuera de servicio, quedando listados para tareas de desguace y de disposición del material radioactivo de sus reactores nucleares. Por su parte, el crucero Piotr Velikiy también ha de seguir un camino similar, en tanto la institución no ha logrado llevar su modernización a buen puerto por los altos costes económicos asociados.

Retomando lo mencionado en el párrafo inicial, es menester recordar también que el Almirante Nakhimov originalmente incorporado a la otrora Marina Soviética en 1988, lleva a la espera de completar su modernización desde el año 1997. En aquel entonces, Moscú concretó su traslado a ya mencionada localidad de Severodvinsk situada en las costas del Mar Blanco, enfrentando una amplia serie de obstáculos técnicos y financieros para lograr avances concretos; muestra de ello es el inicio de facto con los trabajos en 2014 y el hecho de que las primeras pruebas de mar se concreten a mas de una década después.

Por otro lado, si repasamos brevemente cuál ha sido el principal objetivo del problemático proceso de modernización hasta ahora aludido, no puede dejar de notarse la intención de aumentar considerablemente el armamento disponible para el crucero. Particularmente, la Armada Rusa buscó que el buque pase a contar con hasta 174 tubos en su sistema de lanzamiento vertical para ser capaz de alojar un amplio abanico de misiles, superando así a los diferentes modelos de sus contrapartes occidentales y chinas; a modo de ejemplo, compárese dicho número con los 122 tubos de un clase Ticonderoga estadounidense o los 112 de un Tipo 55 chino.

Mas aún, se les sumaría a las capacidades del buque una amplia gama de capacidades antiaéreas que lo adecuarían a los requisitos del combate moderno, donde puede observarse con mayor frecuencia el uso de drones. Acorde fue reportado anteriormente, el crucero ahora estaría equipado con nuevos sistemas de defensa del tipo Fort-M y Pantsyr-M para dicha finalidad. Sumado a ello, se han reemplazado los cañones principales de la nave, siendo sustituidos los antiguos sistemas duales AK-130 por los mas modernos AK-192M; ambos de 130 mm.

*Imágenes empleadas a modo ilustrativo

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