Como parte de los debates de cara al Presupuesto de Defensa Nacional para el año 2026, la Fuerza Aérea de Chile (FACh) reconoció una merma significativa en su capacidad operativa debido a los recortes financieros aplicados durante el presente ejercicio fiscal. Las restricciones presupuestarias, que también han afectado al Ejército y a la Armada, han obligado a las instituciones castrenses a suspender programas, reducir personal y postergar el mantenimiento de equipos, configurando un escenario de tensión institucional y debate político sobre el nivel de financiamiento de la defensa nacional.
Durante su intervención ante la Segunda Subcomisión Mixta de Presupuestos, el comandante en jefe de la FACh, general del Aire Hugo Rodríguez, explicó que la reducción de 5.000 millones de pesos (aproximadamente 5,204.32 millones de dólares estadounidenses) en el Subtítulo 21 —correspondiente a remuneraciones y gastos de personal— provocó una estrechez significativa. “Hay mucha gente que deja la institución y no tuvimos cómo recuperarla”, señaló, subrayando que la falta de recursos limitó la contratación y reposición de personal esencial para mantener la operatividad aérea. A ello se suman deudas vinculadas a despliegues en la denominada Macrozona Sur, por un total de 51 millones de pesos chilenos (aproximadamente 53.000 dólares estadounidenses) y 3,1 millones de dólares, que aún no han sido saldadas.
El jefe de la aviación militar chilena advirtió que la FACh mantiene cerca de 10 millones de dólares inmovilizados en fondos rotativos de abastecimiento que no pueden ser utilizados por falta de espacio de gasto, lo que restringe la adquisición de repuestos y la reposición de equipos críticos. “No tenemos libertad ni flexibilidad para poder gastar esos fondos”, puntualizó, advirtiendo que esta situación compromete la capacidad de respuesta de la institución ante emergencias o necesidades operativas imprevistas.
La crisis presupuestaria no afecta únicamente a la Fuerza Aérea. El comandante en jefe del Ejército, general Javier Iturriaga, informó que su institución enfrenta un déficit considerable en remuneraciones y en gastos asociados a operaciones en las macrozonas norte y sur. Entre las medidas de contención adoptadas se encuentran la suspensión de la reinstrucción de la reserva, el aplazamiento de gratificaciones y la postergación de contrataciones de soldados profesionales, acciones que el propio Iturriaga calificó como “dolorosas pero inevitables”.
Por su parte, el comandante en jefe de la Armada, almirante Fernando Cabrera, reconoció que la Marina también debió aplicar medidas de restricción operativa para evitar despidos. “La Marina, para no despedir gente, redujo su tarea, disminuyó mantenimiento, fiscalización y operaciones”, afirmó. Según Cabrera, la institución ha sostenido durante los últimos seis años un “presupuesto de continuidad”, el cual apenas cubre las tareas esenciales de disuasión y control marítimo. La falta de proyección de recursos, advirtió, pone en riesgo la renovación de capacidades estratégicas y tecnológicas.
Frente a las críticas de las instituciones armadas, la ministra de Defensa, Adriana Delpiano, aseguró que el presupuesto de 2026 “no contempla recortes” y que representa “un proyecto de continuidad” con un aumento del 0,3%. Destacó además la existencia de un fondo estratégico de 500 millones de dólares destinado a adquisiciones mayores, como vehículos, drones o repuestos, en reemplazo de la derogada Ley Reservada del Cobre. Delpiano sostuvo que el déficit reportado por el Ejército se resolverá durante octubre y que los recursos comprometidos ya fueron coordinados con las ramas castrenses.
Desde el oficialismo, el diputado socialista Daniel Melo cuestionó la exposición pública de las Fuerzas Armadas en la discusión presupuestaria, sosteniendo que “no deberían opinar sobre su propio presupuesto” y que el debate debe canalizarse institucionalmente a través del Ministerio de Defensa. En contraste, el diputado Luis Fernando Sánchez, del Partido Republicano, calificó el presupuesto como “escuálido” y advirtió que la falta de recursos afecta directamente la capacidad de las Fuerzas Armadas en un contexto regional sensible. “No es un lujo tener Fuerzas Armadas con capacidades al día”, enfatizó, instando al Ejecutivo a revisar sus prioridades.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-
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Información veraz ..dato duro mata relato para los que se miran del estado de las fuerzas de los vecinos