En el marco de las operaciones de la misión Bomber Task Force Europe 2025 de la OTAN, bombarderos supersónicos B-1B Lancer de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) arribaron el pasado 9 de agosto a la Base Aérea Orland, en Noruega. Este despliegue – el quinto del quinto año de la BTF – busca fortalecer la interoperabilidad entre miembros de la alianza atlántica, perfeccionar tácticas de combate en entornos de alta intensidad y reafirmar la presencia adelantada de EE. UU. en el Atlántico Norte.

Las aeronaves, pertenecientes al 345 Escuadrón de Bombarderos y desplegadas desde la Base Aérea Dyess, Texas, completaron un vuelo de más de 4.800 millas hasta su destino en Orland, una de las principales bases aéreas de la Real Fuerza Aérea de Noruego, y asiento de cazas furtivos F-35A.
Durante las próximas semanas, las tripulaciones estadounidenses llevarán a cabo misiones de entrenamiento lideradas por países aliados, enfocadas en “localizar, fijar, rastrear y atacar” objetivos en tiempo real, enfrentando amenazas aéreas y terrestres diseñadas para limitar su libertad de maniobra.
Por otro lado, el arribo de los bombarderos supersónicos B-1B de la Fuerza Aérea estadounidense a Orland tendrá como corolario el desarrollo de operaciones combinadas con cazas y medios de defensa aérea, buscando potenciar la capacidad de respuesta ante escenarios de contingencia en el Ártico y el Mar de Noruega. En paralelo, estas misiones refuerzan la estrategia de disuasión de la OTAN frente a amenazas emergentes, en una región clave por su proximidad al Ártico y al norte de Rusia.

Además, ha de destacar que está no es la primera vez que estos bombarderos operan desde Noruega: en marzo de 2021 se concretó el primer despliegue de este tipo para ganar experiencia en condiciones árticas, mientras que en el 2023 participaron en el ejercicio Arctic Challenge junto a países escandinavos. Estos antecedentes, sumados a su participación reciente en operaciones en Asia y el Pacífico, muestran el alto ritmo operativo y el papel del B-1B Lancer como plataforma estratégica de alcance global.
En este punto, vale mencionar que los bombarderos arriban luego de participar en el ejercicio Red Flag 25-3, un ejercicio de entrenamiento en el que las tripulaciones de los Lancer realizaron salidas diarias desde su asiento en la Base Aérea Dyess, Texas, hasta el Campo de Pruebas y Entrenamiento de Nevada para realizar misiones de ataque simuladas en un espacio aéreo disputado.

Por último, no hay información que confirme cuántos B-1 viajaron a Noruega, no obstante las imágenes que circularon en Fuentes de Información Abierta (OSINT) muestran al menos tres de ellos en ruta. Tampoco no se ha hecho mención sobre el tiempo de la estadía, pero normalmente pueden durar un mes o más. Con su capacidad para desplegar armamento guiado y su velocidad supersónica, el B-1B Lancer continúa siendo un plataforma central de la proyección de poder estadounidense, capaz de operar en escenarios altamente disputados y en estrecha integración con aliados en Europa y otras regiones.
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Y pensar que yo trabajé 4 años en la co.Rockwell Internacional en la fabricación de los bombarderos B1B