Con el objetivo de consolidarse como referente en la industria de defensa española y europea, Indra ampliará sus capacidades de producción de vehículos militares con la adquisición de la planta de Duro Felguera en Gijón, operación que ha realizado a través de su filial Indra Land Vehicles. Esta estrategia busca fortalecer las capacidades industriales de provisión de vehículos y equipamiento a las Fuerzas Armadas españolas y acelerar los planes de cooperación industrial con aliados europeos.
El anuncio se produjo tras formalizarse el pasado 30 de julio del corriente año un contrato valorado en aproximadamente 3.65 millones de euros, acompañado de una ceremonia de bienvenida para los 156 profesionales de la fábrica Duro Felguera DF Calderería Pesada, que se encuentra en preconcurso de acreedores. Esta adquisición representa el primer paso para la compañía en un afán de convertir Asturias en un centro industrial de alto nivel, alineado con los objetivos de soberanía tecnológica y defensiva de España.
Amparo Valcarce, secretaria de Estado de Defensa, destacó que la compra “marca un hito crucial” para la industria nacional, subrayando su contribución a la autonomía estratégica y al fortalecimiento de las capacidades de seguridad.
La planta, que abarca 75.000 m² (23.000 cubiertos), cuenta con una trayectoria reconocida en la fabricación de estructuras industriales complejas. Indra planea transformarla en una de las instalaciones más modernas de Europa para la producción de vehículos blindados y carros de combate. José Vicente de los Mozos, consejero delegado del grupo, afirmó: “Asturias albergará tecnología 100% española en fabricación militar, revitalizando su tejido industrial con talento local y proveedores especializados”.
La compañía anunció también una ambiciosa modernización de maquinaria y layouts de producción, lo que permitirá a Indra Land Vehicles acelerar su participación en Tess Defence, consorcio encargado del programa Dragon de vehículos 8×8.
De los Mozos vinculó esta operación con el Plan Estratégico Liderando el Futuro: “Incrementaremos nuestra capacidad productiva y competitividad, asegurando autonomía operativa y contribuyendo a la soberanía europea”. Valcarce, por su parte, conectó la inversión con el compromiso de España en la OTAN y el objetivo de destinar el 2% del PIB a defensa para 2025, en línea con el Plan Industrial y Tecnológico de Seguridad y Defensa (10.471 millones de euros).
Finalmente, Gimena Llamedo, vicepresidenta del Principado, cerró el acto remarcando el papel de la defensa como “motor económico para Asturias”, destacando cómo este sector impulsará la reconversión industrial de la región.
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