En el marco de la Operación Highmast 2025, el grupo de ataque del portaaviones británico HMS Prince of Wales sumó esta semana un nuevo aliado a su despliegue en el Indo-Pacífico: la fragata HMNZS Te Kaha de la Marina Real de Nueva Zelanda, fortaleciendo así la dimensión multinacional de la misión naval del Reino Unido más ambiciosa del año.
Procedente de una exitosa misión de dos meses en el Océano Índico, donde participó en patrullajes de seguridad y operaciones contra el narcotráfico junto a unidades de la Royal Navy, la fragata Te Kaha —cuyo nombre significa “La Fuerza” en maorí— ya comenzó a integrarse a las dinámicas operativas del grupo de combate.
Cooperación y proyección en el Indo-Pacífico
La incorporación neozelandesa se produce en el inicio de la fase Asia-Pacífico del despliegue, que se extenderá durante gran parte del verano boreal al este del canal de Suez, con ejercicios navales y visitas diplomáticas en todo el borde occidental del Pacífico.
El comandante del grupo, comodoro James Blackmore, voló personalmente hasta la HMNZS Te Kaha para dar la bienvenida a su comandante, capitana de fragata Fiona Jameson, y a los 180 tripulantes del buque. “Es un privilegio contar con una tripulación tan profesional integrada a nuestro grupo, reforzando el orden internacional basado en reglas en la región Indo-Pacífica”, afirmó Blackmore.
Interoperabilidad en alta mar
La Te Kaha no tardó en integrarse a las maniobras conjuntas. Ya ha realizado su primera operación de reabastecimiento en el mar con unidades logísticas del grupo y su helicóptero SH-2G(I) Sea Sprite ha operado desde las cubiertas de buques británicos como el propio HMS Prince of Wales, mientras helicópteros de la Fleet Air Arm británica han realizado ejercicios de interoperabilidad con la fragata neozelandesa.
Según el comodoro Shane Arndell, comandante del componente marítimo de la Marina Real de Nueva Zelanda, esta participación demuestra “la importancia de trabajar en colaboración con aliados globales y la capacidad de demostrar interoperabilidad marítima real”.
Un despliegue multinacional y estratégico
La fuerza de tarea del portaaviones británico incluye buques de España, Noruega y Canadá, además de unidades del Reino Unido, y representa un pilar clave de la estrategia del Reino Unido para proyectar influencia, cooperar con socios regionales y reforzar la estabilidad en la región Indo-Pacífica.
La misión, de ocho meses de duración, contempla numerosos ejercicios de gran escala, colaboraciones bilaterales y multilaterales, y escalas en puertos estratégicos a lo largo del Pacífico occidental.
Imágenes obtenidas de la Royal Navy.
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