El 12 de junio de 2025, la empresa Lockheed Martin anunció la firma de un acuerdo estratégico con un grupo industrial portugués para explorar oportunidades de participación local en el programa del caza de quinta generación F-35 Lightning II. El entendimiento no implica por el momento la adquisición de aeronaves por parte de Portugal, que mantiene su decisión de no avanzar en la compra del sistema de combate estadounidense.
La firma del acuerdo fue comunicada oficialmente por Lockheed Martin a través de sus canales institucionales, incluyendo una publicación en redes sociales, donde se destacó el interés en establecer vínculos con el ecosistema industrial de defensa portugués. El objetivo declarado del memorando es identificar áreas en las que la industria nacional pueda integrarse a la cadena de suministro del programa F-35, de cara a un eventual cambio de postura por parte del gobierno de Lisboa.
Actualmente, Portugal no ha tomado una decisión formal para adquirir el F-35, aunque desde 2022 ha evaluado opciones para reemplazar su flota de cazas F-16AM/BM Fighting Falcon, en servicio desde la década de 1990. A pesar de esto, la administración portuguesa ha reiterado su intención de priorizar la modernización de capacidades con criterio de sostenibilidad financiera e industrial, sin comprometerse a la incorporación inmediata de sistemas de quinta generación.
El F-35 Lightning II, producido por Lockheed Martin, es el principal caza furtivo en servicio entre las fuerzas aéreas de la OTAN. La plataforma cuenta con variantes de despegue convencional (F-35A), de despegue corto y aterrizaje vertical (F-35B) y embarcada (F-35C). Más de una docena de países han incorporado o tienen contratos firmes para operar el F-35, incluyendo a varios socios europeos como Italia, Noruega, Reino Unido, Países Bajos y Dinamarca.
El acuerdo entre Lockheed Martin y el consorcio industrial portugués contempla intercambios técnicos y la evaluación de posibles capacidades de producción local, mantenimiento, soporte logístico o ingeniería asociadas al programa. No se han detallado públicamente los nombres de las empresas involucradas, aunque se presume la participación de OGMA (Indústria Aeronáutica de Portugal), actor clave en el mantenimiento de aeronaves militares en el país.
El interés de Lockheed Martin por establecer lazos con Portugal responde a una estrategia más amplia de profundización de su presencia industrial en Europa, en línea con los crecientes niveles de cooperación en defensa en el seno de la OTAN y la expansión del programa F-35 a nuevos mercados.
Por el momento, el gobierno portugués no ha emitido comentarios sobre el acuerdo ni ha modificado su postura respecto a la adquisición del F-35. Sin embargo, la existencia de este marco de entendimiento sugiere una disposición a mantener abiertas las opciones de futuro en el proceso de reequipamiento de la Força Aérea Portuguesa.
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