Buscando reforzar a uno de sus socios regionales de cara a la competencia geopolítica con China, con el que recientemente concretó los ejercicios Balikatan 25, el gobierno de EE.UU. ha dado a conocer que llevará a cabo trabajos de actualización sobre las instalaciones de una base crucial para el despliegue de la Armada de Filipinas en el Mar del Sur de China. Acorde ha sido informado, las instalaciones apuntadas para estos trabajos serían aquellas del Destacamento Naval Oyster Bay, punto desde el cuál operan patrulleras, cañoneras y activos de reabastecimiento de la institución anfitriona.

Ampliando en detalles, se habla de una inversión de entre 1 y 5 millones de dólares por parte del gobierno estadounidense, los cuáles se prevé que sean enviados hacia su par filipino durante el próximo mes de junio; a más tardar en julio. En términos de qué obras se buscará llevar a cabo, el comunicado estadounidense menciona la instalación de una nueva grúa pórtico de 5 toneladas que facilite el movimiento de buques, la construcción de dos salas multiusos y trabajos en la rampa de embarque del destacamento; misma que se consideraba demasiado empinada para las embarcaciones.

Cabe recordar en este punto, que la base en cuestión ya había recibido importantes trabajos de modernización desde el año 2020, momento en el que se empezó a avanzar con la construcción de un muelle de gran tamaño capaz de albergar buques de desembarco de la Armada de Filipinas. En 2022 y 2024, también se publicaron imágenes satelitales en las que podían observarse nuevos búnkeres para el almacenamiento de municiones, además de una presencia reforzada de buques pertenecientes al Cuerpo de Marines filipino.

En conjunto, estos trabajos sobre las instalaciones del Destacamento Naval Oyster Bay, se suman al apoyo estadounidense en materia de transferencia de plataformas que desde allí operan para amplificar las capacidades de vigilancia locales. Ejemplo ilustrativo de ello puede hallarse en la transferencia previa de cuatro plataformas no tripuladas T-12 MANTAS y un Devil Ray T-38. Debe mencionarse también el apoyo de la Fuerza de Tareas Ayungin de los EE.UU., las cuáles tienen a su cargo el entrenamiento de efectivos filipinos, además del asesoramiento a la fuerza en sus operaciones marítimas.

Todo ello permite dar cuenta de la gran relevancia estratégica que la base en Oyster Bay tiene para los EE.UU. en su plan de contención dirigido a China, considerando su posición privilegiada para desplegarse hacia el Mar de China Meridional, donde el Gigante Asiático y Filipinas sostienen tensionadas disputas territoriales. Tal es así, que durante el año 2014, medios locales filipinos especularon con la posibilidad de que las instalaciones fueran cedidas directamente a Washington, el principal apoyo que el país insular tiene ante la posibilidad de un conflicto militar con Pekín.

Finalmente, colocando el foco sobre otros proyectos similares que dan cuenta del fuerte vínculo entre las fuerzas estadounidenses y filipinas, podemos destacar las intenciones del primero para construir una nueva instalación de almacenamiento en la Bahía Subic o en la Zona Franca Económica de Clark, la cuál tendrá un mínimo de 19.979 metros cuadrados de superficie; más del triple que sus almacenes actuales situados en el Depósito de Apoyo Naval de la Bahía de Subic. Acorde a los planes de la Armada estadounidense, el arrendamiento de los terrenos finalmente seleccionados debería ocurrir para 2026, extendiéndose este acuerdo por el plazo de una década.

*Imágenes empleadas a modo ilustrativo

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