El Ejército del Aire y Espacio español ha dado por concluida una era al despedirse de sus emblemáticos CASA C-212 Aviocar del Ala 37, unidad histórica que operaba estos aviones desde 1989. La decisión responde al inevitable final operativo de estas aeronaves, cuya producción cesó en 2017 y cuyos elevados costes de mantenimiento las hacían insostenibles.
Fundada en 1962 en Albacete con aviones DC-3, el Ala 37 se trasladó en 1974 a su actual base en Villanubla (Valladolid), donde operó sucesivamente los DHC-4 Caribou y luego los C-212. Estos últimos participaron en misiones clave como la misión de paz en Namibia (1991) y los Balcanes, además de prestar servicio temporal a la Agencia Tributaria entre 1996 y 2010.
Ahora, tras transferir sus últimos C-212 a la Escuela Militar de Paracaidismo, el Ala 37 se prepara para una profunda reconfiguración. Según los planes de modernización del Ministerio de Defensa, la unidad está llamada a convertirse en un centro operativo para los nuevos sistemas de drones MALE Eurodrone que España recibirá a partir de 2029.
Esta transformación coincide con la fase avanzada del programa Eurodrone, que actualmente se encuentra en fase de revisión crítica del diseño, con el primer vuelo previsto para 2027 y entrada en servicio estimada para 2029-2030. Los Eurodrone destacan por ser los primeros sistemas MALE (Medium Altitude Long Endurance) europeos, con capacidad para operar en espacio aéreo civil gracias a su configuración bimotor y sistemas redundantes de seguridad.
Como parte del programa europeo desarrollado por Airbus, Dassault y Leonardo, España operará en una primera instancia 12 sistemas Eurodrone (cada uno compuesto por 3 aeronaves y 2 estaciones de control), marcando un avance en la modernización de las capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento del Ejército del Aire.
Este nuevo sistema posee una envergadura de 30 metros y peso máximo de 11 toneladas, cuenta con configuración bimotor para mayor seguridad operativa, permitiéndole volar hasta 24 horas ininterrumpidas a 13.700 metros de altitud. Su diseño modular soporta una carga útil de 2.300 kg para sistemas ISR (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento) o armamento, integra tecnología de firma reducida y está certificado para operar en espacio aéreo civil no segregado -una primaria ventaja frente a drones como el MQ-9 Reaper-.
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