Ejército Argentino

La situación del país cambió de forma radical cuando se declaró la cuarentena tras la confirmación del nuevo brote de coronavirus COVID-19 a comienzos de marzo, por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Frente a este nuevo escenario, desde el Ministerio de Defensa se confirmó que las Fuerzas Armadas ponían a disposición todos sus recursos y capacidades para atender a la emergencia provocada por el COVID-19.

Pronto se emitió una directiva sobre los lineamientos generales para la operación de protección civil, que posteriormente pasó a llamarse “General Manuel Belgrano”, diseñada a partir de la conformación de catorce Comandos Conjuntos de Zonas de Emergencia, de los cuales doce están bajo responsabilidad del Ejército Argentino.

A causa de este motivo, el desarrollo del año militar planificado para 2020, tuvo que ser modificado para adaptarse a las necesidades de la emergencia sanitaria.

Hasta la fecha, ya se llevaron a cabo más de 7.000 tareas en todo el territorio nacional con el objetivo de ayudar en los esfuerzos de mitigación del virus COVID-19. Sin embargo, a pocas semanas de haber iniciado el operativo, el Jefe del Estado Mayor General del Ejército orientó los esfuerzos de la fuerza, para que ésta comience con la estrategia post pandemia.

Así, el Ejército comenzó con el planeamiento y la coordinación de las operaciones Post COVID-19 para “cuando se retomen las condiciones de normalidad en el país ante la disminución de los efectos de la pandemia”, según comunicado oficial. 

En esta etapa, el Ejército fue asignado como la “autoridad de coordinación” de las actividades  pertinentes para “la recuperación de las capacidades militares degradadas por causa del apoyo a la Operación General Belgrano” que derivó en la reducción de actividades operacionales, educativas y de sostenimiento. 

La idea es comenzar a planificar en forma coordinada, todas las tareas y necesidades particulares que requiere cada área con el objetivo de retomar el año militar planificado para el año 2020.  

Áreas afectadas

Sin embargo, se considera que hay áreas, donde retornar a la normalidad o recuperar el tiempo no invertido, será complejo o imposible. Las más perjudicadas son las áreas: Educación, Fuerza Operativa y la Inspectoría General del Ejército.

Con respecto al área de Educación, se considera que el modo presencial no estará disponible en el futuro inmediato, y se cree que será complejo alcanzar los objetivos establecidos, en materia de contenido educativo e instrucción militar, al no poder contar con la modalidad presencial.

Sobre la Inspectoría General, se suspendió transitoriamente el Plan Anual de Inspecciones a fines de marzo, y se completó las auditorias que estaban en proceso y se continuó con las inspecciones a los Servicios Administrativos Financieros bajo la modalidad no presencial. En forma simultánea, se pudo supervisar de modo presencial o a través de facilidades digitales, los “procedimientos de contratación por emergencia COVID-19” que están realizando distintos organismos de la Fuerza. 

Actualmente, como “autoridad de coordinación” de las operaciones “Post COVID-19”, se están estudiando diferentes alternativas para re formular el Plan Anual de Inspecciones y de Auditorias con actividades que sean aptas y factibles de desarrollar, en el segundo semestre.

Por otro lado, la Fuerza Operativa se encuentra abocada a dar prioridad al desarrollo de acciones que están relacionadas con la operación General Belgrano y sus elementos remanentes. De esta forma, se desarrollan las actividades mínimas de adiestramiento, como también las funciones administrativas que estaban previstas para este año militar previo a la pandemia. 

Situación irreversible 

Más allá de los esfuerzos, se considera que habrá una degradación temporal de las capacidades como consecuencia de la inactividad en el adiestramiento operacional, en la aptitud física del combatiente y por la pérdida natural de efectivos en las organizaciones, al no ser posible la incorporación de soldados.*

También, el presupuesto es uno de los factores determinantes, tanto durante la ejecución de las operaciones, como al momento de iniciar la recuperación de capacidades, ya que afectará las actividades de educación, adiestramiento operacional y de sostenimiento, mantenimiento y recuperación de los medios empleados. Por este motivo, se solicitó un refuerzo presupuestario a principios del mes de junio.

Asimismo, cuando se inició con el planeamiento de las operaciones Post COVID-19, se establecieron como factores determinantes la flexibilidadpara adaptarse a la evolución de la pandemia y la “coherencia en la determinación y coordinación” de todas las acciones a ejecutar.

Imágenes: Ministerio de Defensa

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*En referencia a aquellos soldados que se encuentran realizando misiones de apoyo a las operaciones, pertenecer a grupos de riesgo o son personal de rotación de primera línea.

*Con información suministrada por Argentina.gob.ar

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