A través de la publicación de un breve comunicado en sus redes sociales durante la mañana de hoy, el Comando del Indo-Pacífico de los Estados Unidos ha dado a conocer que los cazas F/A-18 Super Hornet del portaaviones nuclear USS George Washington realizaron nuevas ejercitaciones en el Mar del Sur de China, buscando con ello demostrar las capacidades de proyección de poder a distancia y el compromiso de Washington con la seguridad de sus aliados regionales. Tras el despliegue en cuestión, el buque y su ala embarcada regresaron hacia la base japonesa de Yokosuka, desde donde opera como uno de los principales activos de la Séptima Flota de la Armada estadounidense.
A pocas horas del citado posteo, la Armada de EE.UU. expresaba: “El portaaviones clase Nimitz USS George Washington transita por el Mar de China Meridional el 22 de noviembre de 2025. El USS George Washington es el principal portaaviones desplegado en avanzada de la Armada de los EE.UU., un símbolo de larga data del compromiso de Estados Unidos con el mantenimiento de una región del Indo-Pacífico libre y abierta, mientras opera junto a aliados y socios de la Séptima Flota de los EE. UU., la flota numerada más grande de la Armada de los EE.UU.“
Cabe recordar además, tal y como informamos el pasado 21 de noviembre, que el portaaviones mencionado había participado de ejercicios que involucraron a sus cazas F-35C Lightning II para validar su capacidad operativa. Particularmente, las aeronaves que hoy se configuran como la columna vertebral del ala embarcada de la nave pertenecían al Escuadrón de Caza y Ataque (VFA) 147, cuyos pilotos realizaron múltiples despegues desde su cubierta como parte de entrenamientos programados.
Resulta útil mencionar también, que el despliegue del USS George Washington para estas actividades de adiestramiento se produce en momentos que crecen las preocupaciones por la constante y creciente presencia naval de China en la región, con la cuál monitorea además los movimientos de las diferentes fuerzas de aquellos países que la rodean. En ese sentido, el paso del portaaviones estadounidense por las aguas del Mar del Sur de China ha de concebirse como parte de una estrategia de presencia adelantada, asegurando una fuerza naval constante de Washington en el Indo-Pacífico para equilibrar la balanza.
Finalmente, cabe destacar que mientras estas actividades eran llevadas a cabo, Corea del Norte ha elevado las tensiones con advertencias a EE.UU. por la presencia del portaaviones en sus cercanías; además de una visita previa de este a Corea del Sur. A los ojos de Pyongyang, se trató de un “descarado” intento de desestabilizar el escenario regional, además de apuntar que el movimiento no hacía mas que “avivar la histeria bélica” contra el país. El asunto no es menor, considerando que sumado a las diversas declaraciones al respecto, el régimen norcoreano realizó nuevas pruebas con sus misiles balísticos de corto alcance para dar señales de su propio poder disuasivo.
*Créditos de las imágenes: INDOPACOM – Armada de EE.UU.
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