El Ministerio de Defensa del Reino Unido confirmó la suspensión temporal de todas las operaciones con los vehículos de combate de infantería (IFV) Ajax del Ejército Británico, después de que decenas de soldados reportaran problemas y lesiones tras operar con ellos en maniobra de entrenamiento. La decisión afectada tanto a las unidades actualmente empleadas para la instrucción y formación de tripulaciones y personal, cómo a aquellas asignadas a procesos de verificación final para su entrega, marcando un nuevo revés para unos de los programas más complejos e importantes emprendidos por el Reino Unido.

De acuerdo con los reportes publicados en medios británicos, los mandos militares ordenaron pausar el empleo del vehículo blindado tras recibir informes médicos vinculados a vibraciones anormales y niveles excesivos de ruido, elementos que vuelven a poner de relieve para seguridad y salud de los efectivos que el Ajax debe transportar al campo de batalla.
Un problema que vuelve a salir a la superficie
La reciente suspensión se suma a una larga lista de inconvenientes que el programa viene arrastrando desde hace ya varios años y que se señalaban que habían sido solucionados. Durante etapas previas de pruebas y evaluaciones se habían identificado fallas asociadas a vibraciones estructurales excesivas que dificultaban la conducción y el empleo de sensores integrados, como de ruidos internos superiores a los niveles permitidos para la tripulación. No obstante, también se detectaron limitaciones en el uso del armamento y sistemas de observación mientras el Ajax se encontraba en movimiento. Todo ello conllevó a múltiples auditorías técnicas y a revisar la relación contractual con la empresa General Dynamics, responsable del desarrollo de la familia de vehículos basada sobre la plataforma Ajax.
Capacidad Operativa Inicial en dudas:
Esta certificación permitía iniciar la integración progresiva del vehículo de combate de infantería en las unidades blindadas del Ejército Británico, bajo el concepto de brigadas de combate de nueva generación. Sin embargo, los incidentes médicos recientes vuelven a abrir interrogantes y dudas sobre el estado real del programa y la solidez de las modificaciones implementadas, como de los mecanismo de control y revisión aplicados para decretar que el Ajax había alcanzado esta condición.
Fallas recientes
Retomando con las más reciente fallas, los nuevos informes técnicos indican que los vehículos blindados afectados presentaron niveles superiores a los estándares aceptados por la OTAN, particularmente al operar sobre terreno irregular. Las vibraciones excesivas se transmitieron a los asientos y controles, comprometiendo el desempeño y la seguridad de la tripulación. A esto se sumaron niveles de ruido acumulativo elevados, considerados peligrosos para exposiciones prolongadas y que generaron molestias auditivas entre los operadores.

Las evaluaciones también detectaron problemas en la suspensión y tren de rodaje, componentes que podrían estar amplificando la vibración general del vehículo. Como consecuencia, los soldados reportaron síntomas que incluyen mareos, náuseas, tinnitus, dolor corporal y desorientación, efectos que coinciden con hallazgos registrados en evaluaciones previas del sistema.
Un programa clave para la modernización del Ejército Británico
El AJAX constituye uno de los pilares del programa británico de modernización del arma blindada del Ejército británico, destinado a sustituir a los veteranos CVR(T) y a integrarse en las futuras Equipos de Combate de Birgadas. Este plan contempla la adquisición de 589 vehículos en distintas variantes, entre ellas reconocimiento, mando, apoyo, vigilancia y recuperación, a ser entregados en 2030.

Sin embargo, la nueva suspensión vuelve a plantear serios cuestionamientos políticos y técnicos sobre la viabilidad del proyecto. Por su parte, legisladores y especialistas han señalado el crecimiento sostenido de los costos —que ya superan los 5.500 millones de libras—, la persistente incertidumbre sobre la fiabilidad del diseño y las dudas respecto a la transparencia del proceso de certificación que permitió alcanzar la Capacidad Operativa Inicial pese a fallas conocidas.
Por último, desde el Ministerio de Defensa del Reino Unido indicaron que los vehículos por el momento no volverán a operar “hasta que se confirme plenamente que son seguros para su tripulación”, dejando entrever que el programa podría enfrentar nuevos retrasos y revisiones técnicas adicionales.
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