En el marco de la Operación Southern Spear, la Fuerza Aérea de EE. UU. (USAF) volvió a desplegar bombarderos estratégicos B-52H Stratofortress en el Caribe, realizando una nueva demostración de sus capacidades de proyección y ataque el pasado 24 de noviembre. Las aeronaves, pertenecientes al 23.º Escuadrón de Bombardeo de la 5.ª Ala de Bombardeo, con asiento en la Base Aérea de Minot, volaron escoltados por cazas y dando apoyo a las operaciones del Comando Sur de los Estados Unidos (USSSOUTHCOM).
Según la limitada información deslizada en las últimas horas por la Fuerza Aérea Sur de los Estados Unidos (AFSOUTH) , la misión llevada a cabo por segunda vez en cinco días por dos bombarderos B-52H – indicativos PAPPY11 y PAPPY12- formó parte de las actividades integradas para reforzar la seguridad hemisférica en la región, combinando prácticas de ataque, y con escolta aérea de cazas F/A-18 de la Armada estadounidense. Continuando con las operaciones que viene realizando el país norteamericano en esta zona como parte también de su lucha contra el narcotráfico, fuentes oficiales han expresado que este tipo de despliegues busca mantener la preparación operativa de las unidades de bombarderos de largo alcance y, al mismo tiempo, sostener una presencia disuasiva frente a actividades ilícitas en el Caribe y el Atlántico occidental.
En este punto es importante mencionar que esta no es la primera actividad de este tipo en las últimas semanas. El pasado 20 de noviembre, otros bombarderos B-52H también realizaron una demostración de ataque en el área de responsabilidad del USSOUTHCOM, integrándose nuevamente con aviones cisterna KC-135 de la Base Aérea MacDill y con cazas de diferentes ramas de las Fuerzas Armadas de EE. UU. De acuerdo con el USSSOUTHCOM, estas operaciones buscaron, entre otras cosas, fortalecer las capacidades de vigilancia y respuesta combinada.
Los recientes vuelos se suman a un marcado incremento de la actividad aérea y marítima estadounidense en la región desde septiembre, cuando se tomó la decisión de lanzar operaciones como campaña de presión contra las redes vinculadas al contrabando. En este contexto, el Departamento de Guerra de EE. UU. ha desplegado diversos medios que incluyen al Grupo de Ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford (CVN-78) , destructores, buques de apoyo, aeronaves de patrulla marítima y unidades del Cuerpo de Marines de EE. UU., mientras que la Fuerza Aérea ha empleado bombarderos B-52H y B-1B en diversas misiones. Asimismo, también se ha observado el despliegue de drones MQ-9 Reaper y AC-130 de la Fuerza Aérea de EE. UU. y al menos 10 cazas F-35B del Cuerpo de Marines desde Puerto Rico y/o El Salvador.
Para finalizar, es importante destacar que el empleo del B-52H permite a EE. UU. realizar vuelos de largo alcance desde territorio continental, permanecer en extensos períodos en zonas de operaciones y ejecutar entrenamientos con otras fuerzas. Con el avance de Operation Southern Spear, se prevé que continúen las salidas de bombarderos y otros medios de apoyo en el Caribe, en lo que constituye uno de los despliegues más activos de Estados Unidos en la región en los últimos años.
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