La Fuerza Aérea de Ucrania confirmó el uso operativo de las bombas guiadas GBU-62 JDAM-ER provista por EE.UU., desde sus cazas MiG-29 contra posiciones rusas. La información surgió tras la difusión de un video oficial en el que unidades aéreas ucranianas atacan un puente utilizado por fuerzas de ocupación en la región de Zaporiyia.
En el comunicado difundido en ucraniano, la Fuerza Aérea señaló que su aviación “continúa destruyendo la logística del enemigo en todas las direcciones”. Además, indicó: “Nuestros Falcons a bordo de MiG-29 lanzaron una deliciosa bomba GBU-62 sobre el puente carretero de Zaporiyia, utilizado por las fuerzas de ocupación enemigas”. La publicación concluyó afirmando que “el trabajo continúa”.
Durante la maniobra, que concretamente sucedió en la ciudad disputada de Kupiansk, la aeronave mantiene una altitud baja en espacio aéreo disputado y luego asciende rápidamente para aumentar el alcance de bombardeo. Luego del ataque, el MiG-29 ucraniano regresa a la retaguardia, poniéndose a salvo de las respuestas rusas.
Integración de armamento occidental en plataformas soviéticas
El empleo de las JDAM-ER por parte de Ucrania representa el avance de un proceso iniciado en 2023, cuando Estados Unidos comunicó su intención de equipar a la Fuerza Aérea ucraniana con este tipo de munición guiada. Según se informó en ese momento, las JDAM-ER —municiones guiadas por GPS con capacidad de planeo— formaban parte del paquete de asistencia militar anunciado el 21 de diciembre de 2022.
Oficialmente, el Pentágono solamente había informado la transferencia de “munición aérea de precisión”, sin especificar modelos. La confirmación periodística permitió identificar la incorporación de esta capacidad, lo que generó interrogantes sobre su integración en aeronaves MiG-29 y Su-27.
Este proceso no era nuevo para Ucrania. En 2022, la Fuerza Aérea logró modificar sus MiG-29 Fulcrum y Su-27 Flanker para emplear misiles antirradiación AGM-88 HARM. Si bien los detalles técnicos de la integración no fueron difundidos, imágenes públicas mostraron adaptaciones como el uso del pilón LAU-188A. Esta capacidad permitió ejecutar misiones de supresión y destrucción de defensas antiaéreas (SEAD/DEAD), lo que obligó a las fuerzas rusas a adoptar contramedidas.

Antecedentes: la rápida integración de AASM y otros sistemas occidentales
La incorporación del kit AASM/HAMMER reforzó un patrón que se mantiene desde el inicio de la invasión rusa: la cooperación entre Ucrania y sus aliados para adaptar plataformas de origen soviético a armamento occidental. Entre los sistemas integrados se encuentran los AGM-88 HARM, los misiles de crucero Storm Shadow y SCALP-EG, las bombas guiadas JDAM-ER, lanzacohetes Zuni y cohetes Hydra.
El caso de los misiles SCALP-EG y Storm Shadow fue resaltado por el propio fabricante MBDA. Su CEO, Eric Béranger, afirmó que la compañía pudo trabajar “sin limitaciones”, lo que permitió obtener resultados en plazos excepcionalmente breves, cuando en condiciones normales la adaptación hubiera requerido “varios años”.
Un nuevo hito para la Fuerza Aérea ucraniana
El empleo confirmado de las GBU-62 JDAM-ER desde los MiG-29 amplía las capacidades de ataque de precisión a larga distancia de la aviación ucraniana. La combinación de estas municiones planeadoras con aeronaves de origen soviético evidencia la continuidad de los esfuerzos para sostener y mejorar la capacidad de ataque en profundidad frente a la infraestructura militar rusa.
El ataque al puente en Zaporiyia demuestra que las JDAM-ER ya están integradas, desplegadas y en uso activo, sumándose al conjunto de armamento occidental que Ucrania ha logrado incorporar a su flota de combate.
*Imagen de portada a modo ilustrativo.
Te puede interesar: La Fuerza Aérea de Ucrania podría avanzar en la compra de 100 nuevos cazas Rafale F4 a Francia






