Estados Unidos avanza en los planes de equipar a la Fuerza Aérea de Ucrania con las bombas guiadas de largo alcance JDAM-ER. La noticia fue revelada por Bloomberg luego de que el medio confirmara con fuentes próximas a la iniciativa que, el mencionado armamento guiado por GPS, forma parte del paquete de asistencia militar anunciado el pasado 21 de diciembre.

Oficialmente, y al igual que en otras ocasiones, el Pentágono solo se limitó a comunicar la transferencia de “munición aérea de precisión”, sin brindar mayores detalles respecto a un modelo o variante específica. Gracias a lo informado por Bloomberg se develó la futura capacidad que incorporará la Fuerza Aérea Ucraniana, generando algunos interrogantes respecto a como las JDAM-ER serán utilizadas y cuales serán las plataformas que las portarán en combate.

Vale recordar que la Fuerza Aérea de Ucrania ya se anotó un hito de considerable relevancia al haber logrado con éxito la modificación de sus MiG-29 Fulcrum y Su-27 Flanker que les permite operar los misiles anti-radar estadounidenses AGM-88 HARM. Pese a que desde varios medios especializados se ha especulado con algunos detalles técnicos acerca de la integración misil/aeronave, hasta el momento se desconoce aspectos de profundidad. De las imágenes viralizadas se logra apreciar al menos la adaptación del pilón LAU-188A.

Con esta modificación en su flota de MiG-29 y Su-27, Ucrania logró introducir la capacidad de supresión/destrucción (SEAD/DEAD) de defensas antiaéreas enemigas. Algunos de sus resultados se lograron apreciar en videos e imágenes, sin embargo, el impacto de mayor relevancia para las FFAA rusas ha sido la amenaza que representa la presencia de una capacidad que los ucranianos carecían. Pese a que los HARM son misiles con varios años en servicio y con capacidades conocidas, su utilización sin duda derivó en la adopción de contramedidas por parte de los operadores de sistemas antiaéreos rusos.

JDAM-ER

La Joint Direct Attack Munition – Extended Range (JDAM-ER) vio sus primeros esbozos en el Laboratorio de Investigación de Sistemas de Armamento (WSRL) de Australia en la década de 1970, luego de que la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) elevara un requerimiento para el desarrollo conceptual de bombas planeadoras.

La evolución del proyecto avanzaría a lo largo de los ´70 y ´80 derivando en el Glide Test Vehicle (GTV). Los pruebas exitosas e hitos alcanzados con este proyecto condujo al segundo demostrador de diseño mejorado concebido por la División de Armas Guiadas (GWD). El proyecto, que recibiría la designación Kerkanya, perdería tracción en la década de los ’90, quedando a la espera de asignaciones presupuestarias.

Sin embargo, la aparición de nuevas tecnologías sirvió para que el programa recobrara su envión. Este fue el caso de la Munición Conjunta de Ataque Directo (JDAM) guiada por GPS, producto desarrollado por Boeing. Inmediatamente, Australia identificó la oportunidad de combinar la tecnología del kit local con la JDAM emergente para crear el JDAM-ER.

De acuerdo con la cronología mencionada por el Departamento de Defensa Australiano, en 2001 se puso en marcha un programa de demostración tecnológica de capacidades (CTD) en el marco del proyecto AIR 5425 para demostrar que el kit desarrollado localmente podía ampliar el alcance de la JDAM GBU-38 de 500 libras. La JDAM-ER resultante se probó con éxito entre los años, 2006 y 2008, tomándose la la decisión de pasar a producción la tecnología demostrada.

Finalmente, las pruebas de vuelo de certificación efectuadas durante 2013 con un F/A-18A Hornet de la RAAF marcó el cierre del desarrollo, pasando a la etapa de producción. La incorporación del kit ER a LA JDAM “…representa una mejora significativa de la capacidad. Al incrementar considerablemente el alcance de la JDAM estándar, permitirá a la RAAF atacar sus objetivos desde más allá del alcance de las defensas aéreas enemigas. El JDAM-ER entró en servicio en 2015…”.

En condiciones ideales de lanzamiento, la JDAM-ER puede batir con precisión objetivos a más de 70 kilómetros. Sin embargo, las amenazas presentes en el teatro de operaciones ucraniano seguramente obligarán que las plataformas portantes (Su-24, Su-25) adopten maniobras de lanzamiento a baja altitud (en inglés, toss bombing), tal como se aprecia en el gráfico que se acompaña.

Los desafíos no solo se limitan a la presencia de sistemas de defensa antiaérea y cazas rusos, sino que los ucranianos primero deberán alcanzar la integración exitosa entre la aeronave y la JDAM-ER. Esto incluye desde el pilón, interfaces al data-bus que permitan una eficaz operación de la munición guiada. Se espera que llegada de las nuevas bombas guiadas de largo alcance se materialice en los próximos meses.

Imagen de portada: RAAF

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