Como parte del listado de nuevos acuerdos publicados hasta el 30 de septiembre, el Departamento de Guerra de los EE.UU. dio a conocer que adjudicó una modificación de contrato a Lockheed Martin Space para avanzar en la producción de mas misiles balísticos Trident II, teniendo por principal objetivo equipar a los submarinos nucleares de la Armada estadounidense y de la Royal Navy del Reino Unido. Para que ello se concrete, el Pentágono invertirá un total de USD 647.069.302, agregando opciones ejecutables en el futuro que podrían llevar dicho valor hasta los USD 745,678,290.
Ampliando en detalles al respecto de este nuevo contrato para la compañía estadounidense, podemos afirmar que el trabajo a ser realizado se desglosará en un variopinto esquema de sedes, siendo los tres puntos principales del listado: un 23% a cargo de las instalaciones de Magna, Utah; un 14,2% que será llevado a cabo por las plantas de Denver, Colorado; y un 13,1% en Cabo Cañaveral, Florida; entre otras. Además, se estableció ya una fecha de finalización de las actividades incluidas en el acuerdo, situando dicho límite en el día 30 de septiembre del año 2030.

Por otra parte, se ha indicado que los pagos serán efectuados en diferentes etapas para aligerar la carga sobre los presupuestos del actual año fiscal, enmarcándose inicialmente dentro de los fondos asignados a la Armada de EE.UU. El primer pago sería de 120.442.802 dólares, sin que se deban ejecutar por completo antes del cierre del año fiscal 2025, en tanto estos fondos no vencerán para aquellas fechas. También se especificó cuál será la actividad contratante, a saber: Strategic Systems Programs, con sede en Washington, D.C.
Resulta importante recordar además, que el Pentágono ya había adjudicado a principios de este mismo año un contrato por 383 millones de dólares a Lockheed Martin para que este avance en el desarrollo de mejoras para el nuevo misil balístico Trident II D5 que forma parte del arsenal estadounidense, lo que deriva en el diseño conocido como Trident II D5 Life Extension 2 (D5LE2). La meta a alcanzar estipulada para este acuerdo, es poder ampliar la vida útil de los mencionados sistemas hasta el año 2084 tanto para los submarinos estadounidenses como para sus pares británicos, garantizando el sostenimiento de un importante pilar de disuasión nuclear para ambos países.

En estrecha relación con esto último, es menester mencionar que la Armada de EE.UU. viene realizando diversas pruebas con el misil Trident II D5 con doble finalidad, obtener datos clave para los mencionados desarrollos y en paralelo demonstrar las capacidades de disuasión actuales con las que cuenta la institución. La mas reciente de ellas tuvo lugar entre los días 17 y 21 de septiembre, con cuatro lanzamientos de prueba registrados desde un submarino nuclear clase Ohio, mismo que se encontraba en las costas de Florida y que llevaron el total de testeos con estos misiles a un total de 197.
El Reino Unido también viene aportando lo propio con sus propios testeos, siendo uno de los mas recordados aquel concretado en febrero del 2024, momento en el que se registró la segunda prueba fallida consecutiva de un Trident D5 lanzado desde un submarino británico. Particularmente, se había informado que el submarino HMS Vanguard había disparado el misil con éxito, pero que un fallo en el sistema de propulsión del mismo hizo que este cayera pocos segundos después. El antecedente previo a ello se notó ocho años antes de estas pruebas, involucrando al submarino HMS Vengeance en un lanzamiento enmarcado dentro de una operación de demostración y shakedown (DASO), en la que el misil testeado mostró una falla importante en su sistema de navegación; la cuál fue inicialmente ocultada al parlamento británico.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
Te puede interesar: EE.UU. analiza equipar a las Fuerzas Armadas de Ucrania con misiles de crucero Tomahawk






