En el marco del programa de modernización de las fragatas Tipo 23, la Real Armada Británica confirmó el primer disparo real de un misil antibuque Naval Strike Missile (NSM) desde la HMS Somerset (F-82). La prueba se llevó a cabo en el polígono de Andøya, Noruega, durante el ejercicio multinacional Aegir 25, en el que también participaron unidades de las Armadas de Noruega y Polonia. Este lanzamiento representa un paso decisivo en la transición de la Royal Navy nuevos sistemas antibuque, consolidando además la cooperación con la industria noruega.

El Naval Strike Missile, fabricado por Kongsberg Defence & Aerospace, es un sistema de última generación capaz de alcanzar blancos navales y terrestres a más de 100 millas de distancia. Con un peso de 400 kilogramos y un diseño furtivo, supera ampliamente en capacidades al veterano Harpoon Block IC, que equipó durante décadas a las fragatas Tipo 23 y a los destructores Tipo 45. Su incorporación responde a la necesidad de mantener la capacidad de combate antisuperficie mientras se desarrolla el ambicioso programa FCASW (Future Cruise/Anti-Ship Weapon), previsto para entrar en servicio hacia finales de la década junto a la nueva generación de fragatas.

*Créditos: @TomLeachPhotos via X.

El Reino Unido decidió la compra de los misiles NSM en noviembre de 2022 como parte del programa Interim Surface-to-Surface Guided Weapon (I-SSGW), concebido como una solución temporal. El objetivo de este stop-gap fue cubrir el vacío que dejaría el retiro de los Harpoon, asegurando que las unidades de superficie no pierdan su capacidad ofensiva durante los próximos años. Los trabajos de integración, a cargo de Babcock y BAE Systems con apoyo de Kongsberg, contemplan la instalación de lanzadores en fragatas Tipo 23 y en destructores Tipo 45.

Hasta la fecha, tres fragatas de la clase han sido equipadas con el nuevo armamento: la HMS Somerset, la HMS Portland (F-79) y la HMS Richmond (F-239). Esta última recibió sus contenedores de misiles en marzo de 2025 en la Base Naval de Haakonsvern, en Noruega, en vísperas de su despliegue de larga distancia junto al portaaviones HMS Prince of Wales. Con esta modernización, la Royal Navy busca reforzar las capacidades ofensivas de sus escoltas en escenarios de alta exigencia, como el Mediterráneo y el Indo-Pacífico.

HMS Richmond, luciendo a proa los nuevos misiles NSM

La integración del NSM no ha estado exenta de desafíos técnicos. El proceso de adaptación de los lanzadores a plataformas que acumulan décadas de servicio ha generado retrasos en las pruebas y en la obtención de la capacidad operativa inicial. Aunque la HMS Somerset fue equipada en diciembre de 2023, recién en 2025 se concretó el primer disparo de prueba. Sin embargo, el éxito del lanzamiento demuestra que los trabajos de integración han alcanzado la madurez necesaria para asegurar la plena operatividad del sistema.

*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-

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