Recientemente, el gobierno de España habría tomado la desición de rechazar la potencial adquisición de los nuevos cazas furtivos F-35 a los Estados Unidos en el marco del proceso de modernización de las Fuerzas Armadas españolas. El principal impacto de esta decisión recaería en la Armada Española, la cual no se quedaría sin una aeronave de nueva generación destinada a para reemplazar a los veteranos aviones de ataque AV‑8B+ Harrier, cuya baja esta en el horizonte.

Según lo que habrían informado fuentes oficiales, la adquisición de hasta 50 unidades de la aeronave de quinta generación de Lockheed Martin –incluyendo la versión F‑35B necesaria para reemplazar a los Harrier embarcados– ha sido suspendida indefinidamente por motivos estratégicos, industriales y políticos. España ha optado por apostar por alternativas europeas, como el Eurofighter, el Rafale o incluso el futuro caza FCAS, lo cual relegaría a la Armada, ya que ninguna de estas aeronaves posee versiones VTOL similares al F-35.
La especialización del F‑35B para operaciones embarcadas con aterrizaje vertical (STOVL) lo convierte en la única opción viable y disponible para relevar a los AV‑8B+ en la flota de aeronaves de la Armada. No obstante, el gobierno español ha evitado avanzar en esa dirección, rechazando comprometer esos recursos en un sistema dependiente de la industria estadounidense y su control logístico.

Este escenario deja a la Armada Español en una situación crítica: cuando los Harrier sean dados de baja hacia 2030, es altamente probable que España ya no disponga de aviación embarcada de ala fija. En el mejor de los casos, operarán solo helicópteros hasta que se estime viable la construcción de un nuevo buque portaaviones, sin definir aún su tipo y sistema de despegue y aterrizaje de aeronaves, lo cual se está estudiando pero no resolverá la brecha operativa a corto y medio plazo.
Por su parte, el Ejército del Aire y Espacio continuará su modernización a través de la incorporación de los nuevos Eurofighter del programa Halcón I y II. Además, España participa activamente en el programa europeo FCAS (Futuro Sistema Aéreo de Combate), con la perspectiva de contar con cazas de sexta generación para alrededor de 2040.

Sin embargo, es necesario destacar que este programa pende de un hilo, dado que, en julio de este año, Francia afirmó que busca fabricar localmente el 80% del caza, sumado a declaraciones que ha hecho Éric Trappier, CEO de Dassault Aviation durante el mismo mes, elevando las tensiones entre los diferentes gobiernos que conforman el programa y otros que podrían ser potenciales compradores.
Como conclusión, se puede destacar que con la retirada de los Harrier AV‑8B+ y el rechazo al F‑35B, la Armada Española perderá su ala fija embarcada sin sustituto a la vista. Mientras el Ejército del Aire podría modernizarse mediante Eurofighter o –a largo plazo– con el FCAS, la capacidad aérea embarcada se extingue, creando una vulnerabilidad estratégica manifiesta. El poder naval de proyección aérea permanecerá intacto solo en su nombre, pero desprovisto de la plataforma central que lo sostenía.
*Imágenes a modo ilustrativo.
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Seguramente están pensando en construir un portaaviones convencional, y así no necesitar ningún caza de despegue vertical
Esta es una decisión muy calculada por parte de España, puesto que va a dejar a la armada sin capacidades de ala fija desde la baja del Harrier hasta la posible adquisición de un portaaviones convencional, que según ha trascendido, es donde apunta la estrategia española, siguiendo el documento “Armada 2050”. Es que si está planificado a largo plazo adquirir capacidades convencionales, no es conveniente para la armada invertir muchísimos recursos que son necesarios en otros equipos, para adquirir un sistema que será innecesario mucho antes del final de su vida útil. Es, asimismo, una decisión estratégica por parte del gobierno de limitar capacidades hasta la llegada del FCAS de 6ta generación. Esto tiene causas políticas, industriales y económicas, fundamentada en la necesidad de apoyar la industria propia, inserta como nunca en la europea. A pesar de que el F-35 se ha convertido en el avión estándar de la OTAN y sus capacidades avanzadas, el costo de su ciclo de vida también influye en la disponibilidad de fondos que son necesarios para otros recursos igualmente necesarios. No olvidemos que la participación de España en SCAF depende de fondos gubernamentales, destinados especialmente a I+D+i. Puede ser una decisión acertada por parte del gobierno, a pesar de la reducción de capacidades temporales.
Me preguntó cómo será el salto de un caza de cuarta generación (Eurofighter) a uno de sexta (FCAS), para pilotos, mecánicos, armeros, etc
Creo que el FCAS si alguna vez llega será un quinta generación evolucionado en vez de un sexta como será el tempest o los cazas norteamericanos , Italia Japón y UK han trabajado y trabajan en el f 35 y eso les dará mucha ventaja respecto a Francia, España y Alemania, aunque esta última tenga f 35