La Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF), en colaboración con la empresa Northrop Grumman, ha completado una prueba de calificación a escala real del motor cohete sólido correspondiente a la segunda etapa del misil balístico intercontinental (ICBM) LGM-35A Sentinel. La prueba se realizó el pasado 20 de julio en las instalaciones del 717° Escuadrón de Pruebas, dentro del Arnold Engineering Development Complex, en el estado de Tennessee.
Esta evaluación técnica, desarrollada en una cámara de vacío para simular condiciones de gran altitud, permitió obtener datos relevantes sobre el empuje del motor, su perfil de combustión y las capacidades de maniobra a través del sistema de control vectorial de empuje. El ensayo constituye un hito dentro del proceso de modernización de la disuasión nuclear terrestre de Estados Unidos.


El motor de segunda etapa es uno de los tres segmentos que integran el propulsor del misil Sentinel. Esta prueba forma parte de una serie diseñada para calificar la etapa y validar los modelos predictivos elaborados en entornos digitales de ingeniería. Según lo informado, los resultados serán utilizados para ajustar elementos de diseño y reducir riesgos técnicos antes de entrar en la fase de producción.
Este avance sigue a la prueba del motor de la primera etapa realizada en marzo de este año en las instalaciones de Northrop Grumman en Promontory, Utah. Dicha evaluación también fue utilizada para comprobar el rendimiento del motor y su correspondencia con las simulaciones digitales, sentando las bases para las siguientes etapas de calificación.
El enfoque del programa Sentinel se basa en el uso de modelos digitales para predecir el comportamiento del sistema, mejorar la precisión de los cálculos de rendimiento y disminuir la dependencia de prototipos físicos. La Fuerza Aérea, junto con Northrop Grumman, continuará con las pruebas de calificación de la segunda etapa durante el transcurso del año, incorporando evaluaciones adicionales en distintas condiciones ambientales.
El programa Sentinel, no obstante, fue objeto de revisión en enero del año pasado, luego de que se informara una infracción a la Ley Nunn-McCurdy, al superar los costos unitarios de adquisición en más de un 25% respecto al presupuesto legalmente estipulado. Esta situación obligó al Departamento de Defensa a iniciar una investigación para determinar la continuidad del proyecto. A pesar de ello, el 8 de julio de ese mismo año, el subsecretario de Defensa para Adquisiciones y Mantenimiento, William A. LaPlante, autorizó formalmente la continuación del programa tras concluir que el misil Sentinel es fundamental para la seguridad nacional, que no existen alternativas viables con las mismas capacidades, y que los costos actuales resultan aceptables en función de una redistribución de fondos desde otros programas.
El LGM-35A Sentinel tiene como objetivo el de reemplazar al actual misil balístico Minuteman III y forma parte de los esfuerzos de Estados Unidos por mantener y modernizar su tríada nuclear.
*Imagen de portada modo ilustrativo.
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