A pocos días de que el Pentágono suspendiera parcialmente los envíos de misiles antiaéreos a las Fuerzas Armadas de Ucrania, frente a lo que analistas estadounidenses consideraban unas reservas en arsenales propios ya suficientemente mermadas como para seguir llevándolos a cabo, el presidente Donald Trump ha confirmado el domingo pasado que EE.UU. se alista para reanudar la transferencia de municiones Patriot a Kiev. La decisión se produce prácticamente a la par que el mandatario norteamericano presiona a su homólogo ruso con mayores aranceles, en tanto ha reflejado su frustración respecto a la falta de compromiso de este último para con una solución de la guerra que lleva en marcha desde 2022.
Recogiendo algunas de las declaraciones emitidas por el propio Trump a la prensa, durante una visita a la Base Conjunta Andrews, podemos destacar las siguientes: “Les enviaremos misiles Patriot, que necesitan con urgencia, porque Putin sorprendió a mucha gente. Habla con amabilidad y luego bombardea a todo el mundo por la noche. Pero hay un pequeño problema. No me gusta.” El antes mencionado ultimátum dirigido contra Rusia es prueba clara de ello; corriendo ya el plazo de 50 días establecido por la administración estadounidense hasta la subida arancelaria.
Ampliando en detalles sobre la decisión, el presidente estadounidense dio a conocer que se tratará de una transferencia de misiles antiaéreos que contará con el financiamiento de la Unión Europea, misma que reembolsaría el costo completo a los EE.UU. para facilitar la operación. “Básicamente, les enviaremos diversas piezas de equipo militar muy sofisticado. Nos pagarán el 100% por ello, y así lo queremos“, afirmaba el mandatario republicano que durante esta semana tiene previsto reunirse con el secretario general de la OTAN, el neerlandés Mark Rutte.
Por su parte, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky continúa solicitando a sus aliados occidentales el apoyo indispensable para sostener y reforzar las defensas aéreas de su país, en momentos donde recrudecen los ataques aéreos de Moscú en términos de escala. En el caso de los EE.UU., esto se traduce en la necesidad de recibir no sólo los mencionados misiles Patriot, sino que también, de los misiles AIM-120 AMRAAM para equipar al sistema NASAMS y los FIM-92 Stinger para los sistemas Avenger.
Finalmente, cabe mencionar que los aliados europeos de Ucrania también han tomado medidas para sostener el apoyo a la defensa aérea ucraniana en los últimos días, respondiendo a la mencionada solicitud de Kiev. Ejemplo ilustrativo de ello puede hallarse en el Reino Unido, país que ha decidido emplear fondos congelados por sanciones a ciudadanos y empresas rusas para financiar la transferencia de hasta 300 misiles ASRAAM a las fuerzas ucranianas, lo que tendría un coste cercano a las 70 millones de libras esterlinas.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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