En el marco de la histórica cumbre de la OTAN y en un contexto geopolítico tenso tras la reciente ofensiva conjunta contra instalaciones nucleares en Irán, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, lanzó duras críticas contra España por su falta de compromiso con los objetivos fijados para el aumento de la inversión en Defensa, establecidos por la alianza atlántica.
Durante una entrevista concedida por el Secretario de Estado Marco Rubio en los márgenes de la cumbre, se abordaron temas sensibles como los recientes ataques a instalaciones nucleares iraníes, las amenazas regionales y el papel clave de la disuasión en el siglo XXI. Sin embargo, lo que más llamó la atención fueron las declaraciones posteriores del presidente estadounidense, quien expresó abiertamente su frustración con ciertos aliados europeos, particularmente con España.
“El mundo ha cambiado, y quienes no inviertan en defensa serán cada vez más vulnerables. No podemos permitirnos socios que pretendan beneficiarse del paraguas de seguridad de la OTAN sin hacer su parte”, declaró el mandatario norteamericano, en una clara referencia a España. “Esperamos que todos los miembros –incluida España– cumplan no sólo con el umbral mínimo del 2 % del PBI en gasto militar, sino que aspiren a un 5 % como verdadero compromiso con la defensa colectiva”.
“Estamos negociando un acuerdo comercial con España. Les vamos a hacer pagar el doble. Y lo digo en serio“, proclamó Donald Trump durante la rueda de prensa celebrada posteriormente a la reunión entre todos los países aliados. Y agregó: “Voy a negociar directamente con España. Lo voy a hacer yo mismo (…) Pagarán más así”.
Este deseo por parte de Estados Unidos, de que no solo España, sino que todos los países miebros de la alianza atlántica inviertan por lo menos el 5% de su PBI en defensa, choca rotundamente con la posición de la propia España. El día de la cumbre, el miércoles 25 de junio, Pedro Sánchez, Presidente del gobierno español, declaró que España mantendría el 2% del gasto vinculado a sus Fuerzas Armadas.
Según fuentes cercanas al Departamento de Estado, Washington estaría evaluando “revisar los términos de cooperación militar bilateral” con aquellos países que no demuestren voluntad de aumentar significativamente su inversión en capacidades estratégicas. Esta declaración ha sido interpretada por analistas como una advertencia directa hacia Madrid.
En el ámbito diplomático, la postura norteamericana ha generado preocupación entre socios europeos. España, que actualmente destina aproximadamente el 1,3 % de su PBI a defensa, ha venido retrasando sus compromisos presupuestarios en el marco de la OTAN, aduciendo prioridades económicas internas.
El secretario Rubio, durante su entrevista, defendió las recientes acciones militares en Irán y señaló que “el mundo está en un punto de inflexión”. En esa línea, indicó que el liderazgo estadounidense requiere del respaldo activo de todos sus aliados: “Ya no basta con declaraciones de solidaridad; hacen falta decisiones concretas, presupuestos robustos y voluntad de actuar”. Este comentario por parte del Secretario Rubio, también lo podemos entender como una crítica al propio gobierno español, liderado por Sánchez, dado que, constantemente el Presidente del gobierno de España lleva a cabo actos de solidaridad con los adversarios de los aliados occidentales. Por poner un ejemplo, se ha solidarizado en reiteradas oportunidades con Palestina y denunciado aiertamente las acciones de Israel. Tal como podemos observar a continuación:
España, por el momento, no ha emitido una respuesta oficial a las declaraciones del presidente de EE.UU., aunque fuentes del Ministerio de Defensa consultadas por medios internacionales indicaron que “se trabaja en una revisión progresiva de los niveles de inversión” y que “el compromiso con la seguridad transatlántica permanece inalterable”.
La tensión entre Washington y algunos miembros europeos marca un nuevo capítulo en las relaciones internas de la OTAN, en un momento en el que la amenaza nuclear iraní, los conflictos regionales y la competencia estratégica global obligan a redefinir prioridades.
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