En su ya célebre alegoría de la caverna, plasmada en el libro VII de su escrito La República, Platón advertía a sus lectores sobre los peligros que implica la idea de interpretar sombras como fieles reflejos de la realidad. Prisioneros encadenados en una profunda caverna, que por años las han observado a falta de mejores opciones, caen en la trampa de sus carceleros al pensar que no existe un mundo exterior repleto de verdades que difieren de aquellas imágenes ilusorias. Difícil labor es convencerlos de esto último, aunque he aquí un intento bienintencionado de llevarlo a cabo, incluso ante el riesgo de ser etiquetado de un lado y otro del arco político para fines que distan de ser los míos al escribir estas palabras.

Las sombras de la caverna

Durante una entrevista realizada con el periodista Esteban Trebucq, emitida en la noche del pasado jueves 19 de junio, el presidente argentino Javier Milei proyectó una nueva sombra en la pared del ámbito de la defensa mientras realizaba un repaso fugaz por algunos de los que considera méritos de su administración.

Recogiendo sus propias palabras, que pasaron por desapercibidas en los análisis inmediatos ante la gran diversidad de temas abordados, el mandatario manifestaba: “En materia de defensa, seguridad frente a otros países, el programa de re-equipamiento que ha hecho el ministro Petri es el más grande de la historia argentina, el más grande de los últimos cincuenta años.” Posteriormente, preguntaba a su interlocutor: “¿Sabía que hoy la Argentina es la veintitresava potencia militar mundial?

Tomemos un momento para considerar esto último, la Argentina como vigésimo tercera potencia, en camino de seguir ascendiendo en la escala. Sería sin dudas un gran mérito del ministro definido por el propio Milei como una “superestrella”, una gran baza para un gobierno que, como muchos otros, se jactaba en campaña de ser los verdaderos interesados en revalorizar a nuestras Fuerzas Armadas. Logro al que todo argentino de bien aspira. Sombras.

Resulta interesante en este punto destacar además, que incluso con una larga trayectoria académica y profesional como economista, el presidente omitió dar precisiones respecto de la fuente de los datos que brindó para hacer dicha afirmación. Ya en ocasiones anteriores, el propio ministro Petri dió aparente validez al índice Global Firepower Index, en el cuál la Argentina aparece a día de hoy no como la vigésimo tercera, sino como la trigésimo tercera con un “Índice de Potencia” de 0,6013.

Los rankings como proyectores de sombras

Los rankings de potencia militar últimamente se han convertido en una herramienta utilizada con frecuencia para intentar trasladar lo sumamente complejo de la defensa a términos que incluso aquellos alejados de su día a día puedan comprender con una lectura superficial, que con el apoyo que implica las declaraciones de un ministro dándoles veracidad, pueden ser tomados por el grueso de la población como una fuente verdaderamente rigurosa para comprender cómo se sitúa el país frente al resto de actores del escenario mundial.

No obstante, aquellos lectores más avezados seguramente van a coincidir con que los mencionados rankings distan de ser una verdadera medida de las capacidades militares de un país, incluso cuando tiene intenciones reales de ser abarcativo y objetivo en su hoja de datos; lo que no siempre sucede. Veámoslo pues a partir del caso antes mencionado, el Global Firepower Index, en tanto se lo considera como uno de los más conocidos por el público.

De fácil acceso y sin coste alguno para el visitante, el sitio web en cuestión facilita una considerable serie de datos relacionados al poderío militar de una nación y factores asociados al mismo tales como lo son los recursos naturales con los que cuenta; son más de sesenta según detalla su portada. Sin que sea la intención abordar la enorme lista disponible en esta breve nota, resulta de utilidad tomar como muestra la sección de poderío aéreo para ilustrar los cuestionamientos principales al ranking.

La Argentina, acorde a lo planteado por dicha fuente, dispone de stocks compuestos por veintitrés aviones caza. En particular, el sitio considera una flota total compuesta por quince aviones IA-63 Pampa, a los cuáles se suman ocho A-4AR Fightinghawk. Interesante resulta pensar que los primeros no fueron concebidos como cazas, mientras que los segundos enfrentan un panorama de difícil regreso al servicio activo a causa del trágico accidente que tuvo lugar durante mes de julio de 2024 y que le costó la vida al honorable capitán Mauro Testa La Rosa.

¿Notan que algo importante falta? Seguramente estarán pensando en más de un factor, especialmente aquellos familiarizados con esta rama en particular de nuestras Fuerzas Armadas. No se mencionan las horas de vuelo de cada plataforma, cuestiones relativas al entrenamiento de los pilotos, la cantidad de bases capaces de albergarlos (se mencionan aeropuertos a muy grandes rasgos, 756 según se lista), o el armamento específico con el cuál se les puede equipar en la actualidad, entre otras cosas. De sueldos, prestaciones médicas en las obras sociales correspondientes, y demás cuestiones que afectan a la familia militar no osemos a preguntar.

La realidad, incómoda, pero única vía para acceder al reconocimiento verdadero de la gestión

Hasta aquí, el objetivo de estas líneas no ha sido en absoluto ensañarse con el trabajo de estos analistas, sino por el contrario, señalar de modo sumamente breve las limitaciones inherentes a todo intento de construir un ranking que sea riguroso y abarcativo a niveles que puedan ser considerados como fuente útil de análisis por sí solos. La defensa, al igual que otras áreas del Estado, no se reducen a una simple tabla de números. Se requiere conocer cantidad pero también calidad, y aún con mayor énfasis cuando se busque establecer comparaciones con otros países.

El problema que busco plantear, sin embargo, se halla aún más allá del debate metodológico y los innumerables aspectos a corregir del ranking a los que podríamos referirnos. Se trata más bien, de los peligros de tomarlos para la construcción de las sombras del relato político, independientemente de la gestión que se trate. Una estadística puede informar un dato concreto en un punto determinado del tiempo, ilustrar tendencias incluso si se las observa en relación con aquellas de años previos, pero no reemplaza con su comodidad a la verdadera elaboración de diagnósticos y estrategias.

Aceptar estas sombras es peligroso, y no porque sea Milei quién las diga, a quién se le ha de reconocer la humildad de admitir en la entrevista que hay temas que no conoce por completo; algo pocas veces visto en personas en posiciones de poder. Es peligroso en tanto invisibiliza las carencias aún existentes en nuestra estructura de defensa, llevando al ojo inexperto a pensar en que el país ya está en una posición aceptable en comparación a otros y que no es necesario seguir impulsando la labor de la cartera, o incluso, de pensar que los avances logrados consumieron recursos que serían mejor invertidos en otra parte ante la situación del país.

La realidad, incómoda, demanda que tanto gobernantes como ciudadanos elijan superar la comodidad de la caverna. Reconocer que aún hay submarinos que comprar para la Armada, Vehículos de Combate a Rueda para el Ejército, aviones de reabastecimiento adecuados para operar con los F-16 que arribarán al país a las manos de la Fuerza Aérea, reducir las brechas salariales con las Fuerzas de Seguridad y un sinfín de cuestiones más; invito al lector a enumerarlas y a tomar consciencia de ello. No se necesitan más relatos de épica construidos con sombras.

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3 COMENTARIOS

  1. La mención realizada por el Presidente de Argentina no admite el menor análisis. Perdonable quizás por su falta de conocimientos sobre la materia, pero imperdonable por el cargo que representa: precisamente ser el Jefe máximo de nuestras Fuerzas Armadas según nuestra Constitución Nacional.

    Pero además existe un tema que la guerra actual está definiendo sobre las verdaderas capacidades militares de un país: no importa cuanto equipamiento tengas en volumen y calidad si ello no te permite afrontar con idoneidad los conflictos actuales y potencialmente futuros que el país posea. Y en este punto, Argentina tiene CERO posibilidades de afrontar con éxito cualquier conflicto presente y futuro con su principal eje de conflicto.

    Lo lamentable de todo este panorama es que por parte de nuestras autoridades políticas y militares, no se han encarado mínimas decisiones para generar una opción viable al problema actual y muchísimo menos al conflicto cuya solución deberá encarar en el futuro nuestro país.

  2. Lamento con el alma, coincidir con la nota en todos sus puntos. La politica, mechada de ideologia ” para que gastar en Defensa ” y la obsecuencia de un presidente que volveria a votar, donde la Defensa queda relegada por la marcha de los numeros y en consecuencia, no se ve una planificacion a futuro seria y contundente a las reales necesidades, no solo humanitarias del personal militar, sino a la real necesidad de incrementar nuestro poder disuasivo. Conciente como soy, de los destruida que estaba nuestra Nacion, al momento de asumir, hay urgencias que no pueden esperar el mediano plazo para ser atendidas. Por ejemplo, modernizar los buques de nuestra Flota de Mar, no costaria miles de millones de dolares, tal vez un poco menos de mil ?? agilizar la entrega de los F-16 para adiestrar mas cantidad de pilotos? Invertir mas para el EA y traer algunos vehiculos 8×8? Esto sin dejar de por lo menos, llevar los sueldos de nuestros soldados a montos mas dignos de su sacrificio y el de sus familias. Conmueve el acto humilde del presidente al decir que hay cosas que no sabe…entonces Señor, ud es el Comandante en Jefe, asesorese en el tema…no hay tiempo que perder…

  3. Somos uno de los países más extensos en superficie, en la región y en el mundo, significa que tenemos mucho territorio que vigilar en aire, mar y tierra, no obstante nuestra mayoría de recursos se centra en ser agricolo-ganadero. Cómo contar con FFAA suficientes como para custodiar nuestra soberanía con eficiencia?…Qué sucede con la tecnología, el capital y la estrategia que hace falta para ser una nación con la seguridad que requiere?…Acaso a los políticos el armamento lo usan solo como juguete?…A las vacas también hay que vigilarlas…

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