Junto a los últimos reportes que indicarían su entrada en servicio de forma limitada, el programa de desarrollo y producción del nuevo caza furtivo del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China parece estar avanzando de forma acelerada, alcanzando nuevos hitos. A diferencia del avión de combate de quinta generación J-20 de la Fuerza Aérea del EPL, la nueva aeronave desarrollada por Shenyang también tiene como objetivo equipar una versión específica para operar dentro del Ala Embarcada de los portaaviones chinos, además de posicionarse como una opción firme para el mercado de exportación.

Presentado oficialmente durante el Zhuhai Air Show celebrado en el pasado mes de diciembre, el J-35 representa la nueva apuesta de la industria aeroespacial china para cubrir un nicho que, hasta la fecha, no había sido ocupado: dotar a los futuros portaaviones de la Armada del EPL con una aeronave de diseño y capacidades furtivas. Además, deberá ser compatible con los sistemas de lanzamiento electromagnético y de recuperación del tipo CATOBAR, presentes en el Tipo 003 Fujian, así como en sus sucesores, ya sean de propulsión convencional o nuclear.
Si bien durante el año pasado AVIC y Shenyang presentaron oficialmente al mundo la versión destinada a la Fuerza Aérea del EPL, designada como J-35A, desde principios de 2024 se tiene confirmación oficial del desarrollo de una variante naval, presumiblemente con capacidad de operación embarcada, para equipar a la Armada de China.
Hasta la fecha, ni la empresa ni medios paraoficiales han asignado a esta aeronave una designación oficial. No obstante, ya se han registrado diversos vuelos de prueba, tanto de prototipos —reconocibles por su capa de pintura base (primer)— como de unidades que podrían incluirse en un lote de producción limitada. Sin embargo, aún no se han reportado ensayos realizados en pistas o instalaciones que simulen operaciones desde la cubierta de vuelo de un portaaviones.
A pesar de ello, el creciente número de vuelos de prueba del J-35, tanto en su versión “A” como en su variante naval, evidencia que el programa continúa avanzando de manera positiva.
Una señal de ello es la confirmación, a través de un anuncio del gobierno de Pakistán, de que Pekín ha presentado una propuesta para equipar a la Fuerza Aérea Pakistaní con hasta 40 aeronaves J-35, profundizando aún más la cooperación industrial y aeroespacial entre ambas naciones. De esta alianza surgió el JF-17 Thunder y se concretó la provisión en tiempo récord de los Chengdu J-10CE, que tuvieron destacada participación en el reciente conflicto con la India.
La propuesta presentada a Pakistán no puede tomarse a la ligera, ya que, de no haber previsión para el inicio de la producción limitada o en serie de la aeronave, las autoridades chinas difícilmente habrían realizado semejante ofrecimiento. A esto se suman reportes recientes que indican que pilotos pakistaníes ya estarían realizando sus cursos de formación con la nueva plataforma.
No obstante, más allá de estos indicios, diversos aspectos del desarrollo y de los requerimientos del EPL se mantienen en secreto, tales como el número de aeronaves con las que se buscaría equipar a la Fuerza Aérea y la Armada de China, así como el cronograma proyectado para que esta plataforma de quinta generación alcance la Capacidad Operativa Inicial.





También resta por concretarse la necesaria realización de pruebas a bordo del nuevo portaaviones Fujian, el cual continúa en fase de pruebas de navegación y que, según los reportes más recientes, podría ser incorporado al servicio a finales del presente año 2025.
Por último, no debe pasarse por alto la posibilidad de que durante el futuro desfile por el Día de la Victoria —celebrado a principios del mes de septiembre—, el Gigante Asiático haga gala de sus más recientes y avanzados sistemas de armas.
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