En el curso del día de ayer, la Armada de Estados Unidos ha dado a conocer que avanza en el desmantelamiento de su primer portaaviones nuclear dado de baja, esto a través de la adjudicación del contrato correspondiente a un actor de la industria privada para que lleve a cabo los trabajos. Particularmente, se trata del ex USS Enterprise (CVN-65), portaaviones único de su tipo que fue comisionado por la institución en el año 1961 y retirado del servicio activo en el año 2012 tras un extenso historial de participación en operaciones de combate.
Ahondando en algunas particularidades de lo anunciado por la Armada estadounidense, podemos afirmar que la empresa ganadora del proceso de selección abierto para adjudicarse el contrato de desmantelamiento del portaaviones en cuestión es NorthStar Maritime Dismantlement Services LLC, misma que tiene su sede en el estado de Vermont; la cuál se asociará con Modern American Recycling and Radiological Services para el descarte del material radiactivo del portaaviones según las normas federales establecidas. En términos de fondos invertidos para ello, la fuerza prevé un presupuesto que giraría en torno a los 536,7 millones de dólares, mientras que el cronograma estipulado para concretar los trabajos establecen como fecha límite al mes de noviembre del 2029.

La cuestión antes mencionada no es menor, considerando que el nuevo enfoque de contratación de compañías privadas para este tipo de tareas que involucran el desarmado de reactores nucleares y la gestión de sus desechos ha ahorrado cerca de mil millones de dólares a la Armada de EE.UU. en relación a la contratación de astilleros públicos. Así lo ha manifestado el Naval Sea Systems Command (NAVSEA), destacando a su vez que ello permite aprovechar de mejor manera los recursos de dichos astilleros en los elementos actualmente en servicio.
A su vez, tal y como fue mencionado inicialmente, esta representa la primera ocasión en la que la Armada de EE.UU. llevará el desmantelamiento de uno de sus portaaviones nucleares, siendo hasta el momento afectados únicamente aquellos de propulsión convencional; ejemplo reciente de ello se halla en el caso del antiguo buque USS John F. Kennedy (CV-67) que en enero de este año inició su viaje a desguace en astilleros de International Shipbreaking Limited en Texas, marcando así el final definitivo de la clase Kitty Hawk en la institución. Ello permitirá adquirir experiencia y evaluar los procedimientos establecidos de cara a un próximo retiro de otros portaaviones de la clase Nimitz.

Finalmente, haciendo alusión a lo mencionado sobre el rico historial de servicio del USS Enterprise (CVN-65), cabe rescatar su actividad como parte de la Guerra Fría, especialmente durante la Guerra de Vietnam, donde se configuró como uno de los pilares de las capacidades de proyección naval de los EE.UU. Agregado a ello, la nave se vio involucrada en diversas operaciones lanzadas en Medio Oriente tras los atentados del 11 de septiembre; específicamente en las operaciones Enduring Freedom e Iraqi Freedom. Tras más de medio siglo en actividad, la nave fue retirada del servicio activo en 2012, mientras que el combustible nuclear que lo impulsaba fue extraído en 2017; desde entonces aguardaba su desmantelamiento en los astilleros Newport News de HII.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo.
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