Buscando avanzar en la renovación de diversas plataformas en servicio con la Armada Española, muchas de las cuales acumulan décadas de operación, el Consejo de Ministros ha dado un nuevo paso hacia la construcción del nuevo buque de aprovisionamiento de combate (BAC II). Así se desprende de una de sus más recientes decisiones, publicada oficialmente el 27 de mayo, en la que se contempla una inversión estimada en 650 millones de euros.
A finales del pasado mes de enero, en el marco de una visita oficial del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a las instalaciones de Navantia en el astillero de Ferrol (La Coruña), se confirmaron los planes para avanzar en la construcción de un nuevo buque de aprovisionamiento de combate para la Armada Española.
Actualmente, la fuerza dispone de dos unidades para cumplir misiones de apoyo y reaprovisionamiento en alta mar: el B.A.C. Patiño (A-14) y el Cantabria (A-15), que prestan servicio desde 1995 y 2010, respectivamente, adscritos a la 31ª Escuadrilla de Superficie. No obstante, como ya se había informado, el Patiño se encuentra ingresando en la última fase de su vida operativa, por lo que requerirá un reemplazo en el mediano plazo.
Ante esta realidad, el Consejo de Ministros autorizó el 27 de mayo “… la orden de ejecución para el diseño y construcción de un buque de aprovisionamiento”, destinado a reemplazar al mencionado B.A.C. Patiño (A-14). La nueva unidad será construida por “… la Unidad de Producción del Negocio de Fragatas y Buques de Intervención (NFBI), situada en Ferrol (A Coruña)”, según detalla la decisión gubernamental.
Si bien no se brindaron mayores detalles ni plazos en la comunicación oficial, es presumible que el nuevo buque adopte el diseño de la moderna clase Cantabria (A-15), la cual no solo presta servicio en la Armada Española, sino también en la Real Armada Australiana, que cuenta con dos unidades construidas por Navantia: el AAOR Supply y el Stalwart.
Esta clase, que desplaza casi 20.000 toneladas, cuenta con una eslora de 174 metros, manga de 23 metros y calado de 8 metros, y ofrece una autonomía de 6.000 millas náuticas. Está equipada para brindar capacidades de reaprovisionamiento en alta mar tanto a buques individuales como a flotas, suministrando combustible, agua potable y otros insumos vitales para las operaciones militares.
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