La Real Fuerza Aérea británica (RAF) ha alcanzado un hito clave en el Programa Protector RG Mk1 tras haber completado exitosamente el primer vuelo del drone de combate a través del espacio aéreo controlado del Reino Unido. El despegue se realizó desde la base RAF Waddington, en Lincoln, con destino a la base RAF Marham, en Norfolk, cubriendo una distancia aproximada de 90 kilómetros.

El Protector RG Mk1, versión británica del General Atomics MQ-9B SkyGuardian, está diseñado para modernizar las capacidades de inteligencia, vigilancia y ataque de la RAF. Su desarrollo fue anunciado en 2015 por el entonces primer ministro David Cameron, con el objetivo de reemplazar la flota de MQ-9 Reaper, cuyas limitaciones en autonomía y compatibilidad con el espacio aéreo civil hacían necesaria una solución más avanzada. Así y desde entonces el programa ha avanzado a lo largo de tres fases culminando con las ultimas pruebas y evaluaciones alistando paralelamente la futura y próxima entrada en servicio.
El reciente vuelo entre Waddington y Marham no solo demostró la capacidad del sistema para operar en espacio aéreo controlado, sino que también permitió establecer procedimientos para desviar el dron a aeródromos alternativos. Esta operación requirió una estrecha coordinación con el Servicio Nacional de Tráfico Aéreo (NATS), el Control de Tráfico Aéreo Militar de Swanwick y la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido. El esfuerzo involucró al Escuadrón 56, el Ala Aérea ISTAR y el Ala de Operaciones Marham, que brindaron soporte técnico y logístico.

A este respecto, el Oficial al Mando del Escuadrón 56 destacó la importancia del vuelo: “Garantizar operaciones en ruta hacia RAF Marham es un paso crucial que incrementa la flexibilidad tanto para pruebas como para entrenamiento. Este logro fue posible gracias al trabajo conjunto del Escuadrón 56, el Ala ISTAR, el Escuadrón 31 y las bases de Waddington y Marham”.
Por su parte, el Comandante de Ala Williamson, oficial al mando del Ala de Operaciones de RAF Marham, resaltó el avance estratégico: “La capacidad de recibir, reabastecer y rearmar al Protector fuera de su base principal representa un salto cualitativo para la RAF. Este éxito refleja el esfuerzo excepcional de nuestro personal”.

Una vez operativo, el Protector ofrecerá una capacidad de vigilancia de larga duración (más de 40 horas de autonomía) y ataque de precisión, con capacidad de despliegue global y mínimo apoyo in situ. Operado remotamente desde RAF Waddington —que también alberga su centro de entrenamiento—, el sistema puede alcanzar alturas de hasta 40,000 pies y está preparado para misiones de ISR (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento) y ataque en entornos complejos.
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