El apoyo a la comunidad ante catástrofes y desastres naturales, como misión subsidiaria, es una de las formas en que las Fuerzas Armadas argentinas sirven a la sociedad. Su capacidad logística, medios y personal altamente capacitado, forjado en la camaradería y el sentido de pertenencia a la Nación, son prueba de su rápida y efectiva respuesta en situaciones críticas. En este contexto, la necesidad de que la Armada Argentina cuente con buques multipropósito cobra aún más relevancia, dado su rol fundamental en operaciones de asistencia y apoyo durante este tipo de crisis.
La reciente intervención de las Fuerzas Armadas en la inundación que azotó Bahía Blanca y sus alrededores evidenció la importancia de contar con medios de uso dual, capaces de cumplir tanto misiones militares como tareas de apoyo a la población. Las acciones llevadas a cabo por la Brigada Anfibia de Infantería de Marina de la Armada Argentina, con sus veteranos pero efectivos vehículos anfibios LARC-5, junto con el despliegue de unidades de comunicaciones y los camiones Oshkosh FMTV del Ejército Argentino, fueron ejemplos claros de entrega y compromiso.

En este contexto, la capacidad de responder a inundaciones de gran magnitud y de movilizar unidades de manera rápida y eficiente, además de la posibilidad de realizar evacuaciones y brindar asistencia médica, son elementos clave en la planificación de la defensa y la asistencia humanitaria.
Entre las capacidades que la Armada Argentina busca recuperar para mejorar su operatividad, la incorporación de buques anfibios es uno de los principales objetivos. La proyección de la Infantería de Marina mediante una unidad especializada en operaciones anfibias es una prioridad, ya que estos buques no solo cumplen funciones militares, sino que también desempeñan un papel crucial en misiones de asistencia humanitaria gracias a su capacidad de transporte y despliegue logístico.

Un ejemplo reciente de la utilidad de estos medios fue la respuesta de la Marina de Brasil ante las inundaciones en Rio Grande do Sul en abril y mayo de 2024. En aquella ocasión, el NAM Atlântico (A-140 – ex HMS Ocean) fue desplegado para apoyar a las comunidades afectadas, transportando suministros, plantas potabilizadoras, embarcaciones medianas y helicópteros para tareas logísticas.
Por su parte, la Armada de Chile cuenta con el buque multipropósito tipo LPD Sargento Aldea (LSDH-91), ex Foudre de la Marina Nacional de Francia. Gracias a su capacidad de transporte y su equipamiento sanitario, que incluye en un área de 500 m² dedicado a atención médica a bordo, ha participado en campañas de asistencia sanitaria en diversas regiones. Entre sus misiones recientes destaca un operativo médico en la Antártida en febrero de 2024, con la participación de profesionales de la Universidad de Magallanes y médicos de la Fundación ACRUX. Además, esta unidad ha sido desplegada en zonas afectadas por catástrofes climáticas y jugó un papel clave durante la pandemia de COVID-19.

A esto se suman los buques actualmente en construcción bajo el Proyecto Escotillón IV. Cada uno de ellos tendrá un desplazamiento de 7.987 toneladas, 110 metros de eslora y 21,8 metros de manga, con capacidad para transportar hasta 250 efectivos y una autonomía de 7.000 millas náuticas, lo que optimizará las capacidades de despliegue del Comando Anfibio y Transporte Naval de la Armada de Chile.
En el caso de la Armada Argentina, hace casi tres décadas que no cuenta con un buque anfibio propiamente dicho. La baja del Buque de Desembarco de Tanques ARA Cabo San Antonio (Q-42) dejó a la Fuerza sin un medio especializado para la proyección de la Infantería de Marina, mientras que el Transporte Rápido de Tropas Hércules (B-52), ex destructor Hércules (D-1), carecía de capacidades de desembarco anfibio. La recuperación de esta capacidad es esencial tanto para la proyección de fuerzas como para misiones subsidiarias de apoyo a la comunidad.

En los últimos años, se han evaluado distintas opciones para incorporar un buque anfibio, desde la construcción local en el Astillero Río Santiago de un Buque de Desembarco de Tanques basado en el diseño LST 100 de DAMEN, hasta la adquisición de un LPD clase Makassar, como los BAP Pisco (AMP-156) y al BAP Paita (AMP-157). Sin embargo, la posibilidad de incorporar una unidad de segunda mano ha cobrado relevancia recientemente, aunque hasta el momento no se han concretado avances en ninguna de estas iniciativas.
Dado el tiempo necesario para la construcción de una unidad naval de este tipo, su adquisición requiere una decisión política firme que contemple tanto las necesidades de la Armada como el beneficio que estas unidades pueden aportar a la nación en su conjunto.

Recientemente, Argentina fue identificada como el país con la mayor anomalía climática de Sudamérica en el último trimestre, según un informe conjunto de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y Climate Central. Este dato subraya la importancia de contar con la mayor cantidad posible de medios para enfrentar crisis de origen climático, fortaleciendo la capacidad de respuesta ante desastres naturales.
La adquisición de los cazas F-16 a Dinamarca por parte de la Fuerza Aérea Argentina debería marcar el inicio de un compromiso serio para la recuperación de capacidades en todas las ramas de las Fuerzas Armadas. En este sentido, la compra de unidades de segunda mano, con tiempos de entrega más cortos y costos significativamente menores en comparación con la construcción de una unidad nueva, representa una oportunidad clara para que la Armada Argentina comience a restituir una capacidad fundamental.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-
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La Armada es cara para ponerse al día de golpe. Comiencen con los submarinos; aunque para ésto hace falta un crédito internacional a tasas bajas, y para eso hace falta el acuerdo con el FMI.
No estaría bueno tomar un petrolero y transformarlo en porta helicóptero y drones. Y utilizarlo para la proyección. Parece económico y simple. tranquilamente los astilleros nuestros podrían hacerlo. Que paso con los barcos que están durmiendo a medio terminar para Venezuela.
Oh sera que si hacemos algo asi nadie puede morder su parte ?
MarioT, seguramente sea lo último. Todos quieren mojar la media luna en el cafe con leche.