En el curso de la semana pasada, funcionarios estadounidenses y ucranianos que declararon en condición de anonimato, han manifestado que las Fuerzas Armadas de Ucrania habrían empleado en ataques contra Rusia la totalidad de sus misiles balísticos ATACMS transferidos por EE.UU. La noticia fue dada a conocer por el medio Associated Press en un extenso informe acerca sobre los envíos de armamento estadounidense a Ucrania, destacando que el inventario de dicho armamento se habría agotado en el mes de enero, siendo imposible reponerlos hasta el momento debido a la suspensión de la ayuda militar que impuso el gobierno estadounidense liderado por Donald Trump.

En detalle, las fuentes de EE.UU. consultadas han afirmado que si bien se trata de un armamento de gran importancia para Ucrania a la hora de realizar ataques a larga distancia, no han sido enviadas una gran cantidad de unidades. En términos concretos, se mencionó que desde el inicio de la invasión en 2022, fueron entregados un número inferior a 40 misiles ATACMS.

Con respecto a este último dato, resulta necesario recordar que ya en ocasiones previas el gobierno estadounidense dió a conocer que se trataría de un armamento enviado en cantidades limitadas, teniendo en cuenta que junto a los aliados de la OTAN se prefirió optar por otro tipo de sistemas considerados de mayor utilidad para las necesidades de Kiev. El ex Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin III, fue uno de los funcionarios más relevantes que deslizó la cuestión recién mencionada.

Sin embargo, es menester traer a colación que existe la posibilidad (aún lejos de confirmarse) que Ucrania vuelva a recibir este tipo de misiles de largo alcance de cara al futuro. Tal y como recoge el informe antes citado, Washington decidió levantar la suspensión de la asistencia militar a Kiev el pasado miércoles, en medio de negociaciones clave respecto de un “alto al fuego” entre rusos y ucranianos, lo que permitiría reanudar los envíos con normalidad. Se especula, no obstante, con que el hecho de poder recibir nuevo armamento no necesariamente implique estar habilitados para uso en ataques contra territorio ruso; el presidente estadounidense Trump se ha manifestado contrario a ello en múltiples ocasiones.

Cabe recordar en esa línea, que los primeros envíos de misiles ATACMS se produjeron en el otoño (europeo) de 2023 bajo la presidencia del ex mandatario Joe Biden, tratándose de lotes compuestos por las versiones más anticuadas de estos. Fue recién en la primavera de 2024 que los EE.UU. iniciaron los envíos de estos misiles configurados bajo los estándares actualizados, destacándose su alcance estimado de 300 kilómetros. El cambio se observó no sólo en las variantes de los ejemplares ATACMS entregados, sino que también en sus limitaciones impuestas en relación a su uso, estando habilitados para ataques contra territorio ruso recién a mediados de año; a la par que el Reino Unido liberaba las restricciones sobre el uso de sus sistemas Storm Shadow.

*Imágenes empleadas a modo ilustrativo

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