El gobierno de los Estados Unidos ha autorizado la potencial venta de equipamiento para el programa de desarrollo de proyectiles hipersónicos de las Fuerzas de Autodefensa de Japón. Acorde ha informado el Departamento de Estado en la correspondiente notificación al Congreso de EE.UU., emitida en el día de ayer, se trata de un negocio por más de 200 millones de dólares.
Refiriéndose a la aprobación de este potencial acuerdo, la Agencia de Cooperación en Defensa y Seguridad (DSCA) manifestó: “Esta venta propuesta respaldará los objetivos de política exterior y seguridad nacional de los Estados Unidos al mejorar la seguridad de un aliado importante que es una fuerza para la estabilidad política y el progreso económico en la región del Indo-Pacífico (…) La venta propuesta mejorará la capacidad de Japón para hacer frente a las amenazas actuales y futuras al proporcionar defensa a las islas remotas. Japón no tendrá ninguna dificultad en incorporar este equipo y estos servicios a sus fuerzas armadas.“
Si bien no se ha ahondado en detalles respecto del material que sería adquirido por Japón, se ha manifestado que el paquete aprobado incluye servicios de apoyo para la realización de testeos de su nuevo proyectil hipersónico, el transporte del equipo y reuniones de coordinación con representantes estadounidenses. En base a reportes datados del 2020, cabe mencionarse que el país asiático estaría trabajando en dos variantes de proyectiles hipersónicos, incluyendo una primera versión denominada Block 1 para tareas de entrenamiento y desarrollo de tecnologías, como así también una variante Block 2 con un alcance estimado en las 1.250 millas; se especula también con una potencial versión 2B capaz de llevar dicho número hasta las 1800 millas.
Acorde informan medios especializados estadounidenses, el programa japonés para obtener proyectiles hipersónicos se remonta a finales de la década pasada, teniendo como objetivo principal desarrollar un armamento avanzado que permita defender sus costas, especialmente a lo largo de las Islas Ryukyu. Siguiendo esa línea, se argumentó que el gobierno japonés estaba especialmente preocupado por el aumento de las actividades de la Armada china en la región, agregándose a los temores existentes por una eventual invasión a Taiwán como parte de los planes de reunificación del Gigante Asiático; para lo cuál dichas islas japonesas adquirirían una importancia estratégica. Otras muestras de estos esfuerzos se halla en la adquisición de 400 nuevos misiles Tomahawk a los EE.UU. y el desarrollo de una nueva versión del misil antibuque Tipo 12.
Por otra parte, se ha informado que será el propio gobierno estadounidense el encargado de brindar a Japón los equipos y el apoyo solicitados, en lugar de un contratista como suele ser costumbre. Se expresó también que no existen actualmente negociaciones para ningún tipo de acuerdo de compensación, a la vez que tampoco se espera que sea necesario el envío de representantes desde EE.UU. hacia territorio japonés para llevar a cabo el acuerdo.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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